Con motivo del estreno del single “La Niña Bonita”, que han lanzado Pipiolas junto a Rigoberta Bandini, me he reunido con Paula y Adriana para hablar sobre este tema y también para conocer más sobre su trayectoria, su universo musical y su mirada personal. Si queréis adentraros en todos sus proyectos, no os perdáis la siguiente entrevista:
1. ¿Cómo me diríais que ha sido “La Niña Bonita” a nivel personal y musical para vosotras?
Un absoluto sueño cumplido. Para nosotras, el proyecto de Paula, lo que significa Rigoberta Bandini en sí, es no solo una inspiración a nivel musical sino también a nivel personal. Porque la ves a ella, tan irreverente y haciendo siempre lo que le da la real gana sin tener expectativas en el futuro, y eso ha sido lo que la ha llevado hasta el reconocimiento que tiene hoy en día. Y, por supuesto, como mujer. Sus letras con los mensajes que proyecta… lleva siendo un absoluto referente para nosotras desde que alguien nos descubrió hace años “Too Many Drugs”. Y claro, de repente verte no solo sacando un tema de su mano sino que, además, fuera un sí de ella hacia nosotras porque se enamorase de algo que habíamos creado nosotras pues… imagínate, es todo un besito tierno en el corazón y, por qué no, en la autoestima también, jajajaja.
2. ¿Un recuerdo inconfesable o algo que queráis conservar para futuros proyectos del videoclip?
Creo que algo que hemos aprendido es que queremos trabajar con mujeres. No estamos cerradas a trabajar con hombres en absoluto, pero nos hemos encontrado con hombres con los que a veces existen ciertas barreras a la hora de trabajar o de intercambiar opiniones. Hemos tenido que luchar para que se escuchara nuestra voz en nuestro propio proyecto. Ahora somos mucho más selectivas a la hora de trabajar con gente y miramos que no solo nos guste el trabajo que hagan, sino que también haya una dinámica favorable y cómoda entre ambas partes.
3. ¿Cuál sería vuestro mensaje para todas esas niñas bonitas del mundo?
Que recuerden que siempre serán merecedoras de que se las quiera. Como excelentemente dijo Itsaso Arana en “Las chicas están bien”, el amor es completamente mío y no una respuesta a tu mirada.
4. ¿Con qué sensaciones os quedaríais de este trabajo con Rigoberta y cómo describiríais la energía creada?
Pff, fue todo tan fácil y cómodo… Enseguida se creó una energía muy dinámica y sencilla para trabajar. Parecía que ya lo hubiéramos hecho anteriormente. Estuvimos muy cómodas a pesar de estar luchando un poquito con el síndrome del impostor, o a lo mejor con el susto de estar con alguien a quien admiras tanto. Pero fue muy divertido y muy bonito. Ella leía lo mismo de La Niña Bonita sin haberlo hablado previamente. Nos sentimos muy acogidas en un espacio y en una situación totalmente nueva para nosotras.
5. ¿Cuál es vuestra fórmula para la felicidad?
Paula: Este tema es, en mi caso, una lucha constante y muy personal sobre la que no puedo hacer conclusiones, ya que —valga la redundancia— nunca concluye. Pero en este tiempo sí que he podido sentir que poner el foco en el presente más absoluto me hace estar en calma; y eso ya es muchísimo.
Adriana: Pues, cogiendo el final de lo que ha dicho Paula, para mí creo que se acerca a la tranquilidad. Poder hacer lo que me gusta y estar tranquila haciéndolo creo que es un privilegio que pocos tienen.
6. ¿Cómo os podríais describir entre vosotras y cómo recordáis estos años atrás desde aquellos comienzos estudiantiles hasta hoy?
Paula: Creo que habría sido imposible que Pipiolas durase más de un mes si la Paula y la Adriana de la universidad se hubieran juntado, jajajaja. Al menos por mi parte, fueron años de ser un caballo desbocado emocionalmente hablando: muy felices pero a su vez los peores de mi vida. No sé si eso tiene sentido, pero así es como los recuerdo. Pipiolas nace de una necesidad y ha sido el salvavidas para dos personas que se encontraban en el mismo punto exacto de necesitarlo, y eso es lo que yo veo que ha sido la clave del “éxito”. Porque en todo momento hemos hablado el mismo lenguaje y hemos buscado lo mismo: crear un espacio seguro para nosotras. O sea que, con todo esto, te diría que Adriana es el horrocrux que me faltaba, la cabeza de mi corazón y el impulso necesario para atreverme a hacer cosas. Así la describiría porque así es como la he conocido.
Adriana: Los recordamos bastante parecidos, creo, jajaja. Los años de universidad siempre son de descubrir y vivir cosas por primera vez. Vivir tanto cosas buenas como muy malas. Creo que si pienso en Pipiolas como un bebé que tienes que criar, me alegro mucho de que haya tenido la versión de ahora de Adriana y no la de 2016. Ahora he podido crecer y seguir haciéndolo desde un punto mucho más constructivo y menos destructivo. Y Paula fue una mano a la que agarrarme y me animó a hacer y descubrir cosas que seguramente no habría sido capaz de hacer sin ella. Y además tener a alguien con quien compartir el camino; no habría sido tan divertido ni de lejos.
7. ¿Cuáles han sido vuestros últimos referentes musicales?
Creo que con el tiempo hemos sido capaces de llegar a una respuesta bastante sintetizada. Paula es pop-rock español y musicales, y Adriana el punto medio entre música clásica y urbana, sea lo que sea eso. Lo bueno de no tener absolutamente nada que ver es que hemos descubierto muchísimo nuevo a lo que no habríamos llegado, a lo mejor, por nuestra cuenta.
Entonces los referentes, además de cambiar constantemente, van expandiéndose a extremos que no pensábamos que podían llegar.
8. ¿Cómo se compondría la banda sonora de vuestra vida?
Paula: Sería un remix entre música circense de salida de payasos, alguna extremadamente dramática, luego un poco de epicidad musical a lo Mamma Mia, otra vez música de meme y, para cerrar, un “Breaking Free”.
Adriana: Pues una mezcla con música clásica y de cámara acompañada de mucho pop, pero también de reguetón. Y cada vez de más estilos distintos que no conocía o consumía hasta hace poco.
9. ¿Cuál de vuestros temas diríais que es el más personal y cuál el más enérgico?
Paula: El más personal, “Romancero propio”, y el más enérgico, “No soy un XoXo”; al tocarla en directo hace que suba mucho el ambiente.
Adriana: El más personal puede que “¿Bailas o qué?” y el más enérgico “Canción de amor para ti” porque me obliga a usar mi voz de una manera a la que ya no estaba acostumbrada.
10. ¿Algo más por aportar a la entrevista o que queráis destacar?
¡Viva Pipiolas!
Esther Soledad Esteban Castillo
Lunas Pasajeras 