Entrevista a Alba Esquinas por “Olores”

Con motivo del estreno del cortometraje Olores, he podido entrevistar a Alba Esquinas donde nos cuenta más sobre el proceso y lo que está viviendo con este exitoso cortometraje y también sobre sí misma. Os dejo su biografía y a continuación la entrevista, no os lo perdáis.

Cineasta murciana afincada en Madrid desde 2017. Se especializa en guion cinematográfico mientras sus primeros pasos en la dirección son a través del cine de no ficción con cortometrajes como co-directora en Canción triste de alubias (Premio Fundación Repsol: Rompiendo Barreras en Notodofilmfest 2019) y en solitario con Olores, estrenado mundialmente en el festival Visions du Réel y a nivel nacional en ZINEBI, donde se alza con el Gran Premio del Cine Español de la 64ª edición del festival. También la película ha sido exhibida en festivales como FIBDA (Primer Premio de la Competencia Internacional de Cortometrajes Internacionales 2022), La Mirada Tabú (Premio Especial del Jurado), IBIZACINEFEST (Mención Especial del Jurado), L’Alternativa, el Festival de Málaga y el Festival Internacional de Huesca (Danzante documental Iberoamericano “José Manuel Porquet” y Danzante Iberoamericano Ópera Prima “Alberto Sánchez”. Ahora se encuentra con la post-producción de Los viudos, su último cortometraje documental producido por Mubox Studio con el apoyo del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, y en el desarrollo de su primer largometraje de ficción, “BAI, BAI” proyecto seleccionado en la 3ª edición de la residencia para mujeres cineastas Coofilm, proyecto ganador a Mejor Guion de la VII edición del Máster de Guion de Cine y TV de Universidad Carlos III – Sindicato de Guionistas ALMA y seleccionado para su desarrollo dentro de los siete largometrajes de ficción elegidos por el programa Cima Impulsa, con el apoyo de Netflix y Cine ICAA.

1. ¿Qué recuerdo es el más importante que conservas de tu infancia o cómo podrías describirla?

Mi infancia fue la época más feliz de mi vida. Una etapa que recuerdo tranquila, pero salvaje al mismo tiempo. El primer recuerdo que se me viene a la cabeza es el de un sábado, yo debía de tener dos o tres años, donde mi padre estaba en su despacho trabajando y la única forma de tenerme ocupada era ponerme delante varios folios blancos, unos cuantos subrayadores fosforitos, y una canción de fondo, Played-A-Lived de Safri Duo.

2. ¿Qué fotografía llevas siempre contigo?

En mi monedero llevo siempre fotografías de carnet de gente a la que quiero. Lo que me recuerda que hace bastante tiempo que no pido a esas nuevas caras que hay en mi vida alguna foto de carnet.

3. ¿Qué fotografía te gustaría ver de ti en un futuro con algún suceso o sueño que tengas pendiente por cumplir?

Me imagino que sería una fotografía en una sobremesa, donde ya ha pasado el tiempo y donde se notase que han pasado más cosas buenas que malas. Una fotografía en la que nadie de mi familia faltase, y a poder ser, que también estuviera presente uno de mis mayores sueños desde la infancia: un perro. Aunque soy alérgica.

4. ¿Cómo sería encontrarte con tu versión infantil frente a tu versión actual?

La niña que fui, inquieta y ruidosa, alucinaría con lo cauta y callada que soy ahora. Aunque el fondo son partes de mí que siguen coexistiendo. Tampoco cambiamos tanto como creemos.

5. ¿El mayor reto y el mayor placer de este cortometraje?

El reto y el placer de Olores han sido lo mismo. La incertidumbre del principio, y la inseguridad de quien empieza en esto, a cada paso se ha ido convirtiendo en placer, porque todo lo que ha venido ha sido una alegría detrás de otra. No es lo normal que con un primer cortometraje, y por la forma que tiene de que estar hecho tan solo con imágenes fijas, texto escrito y sonido, todo haya venido así.

6. ¿Cómo ha sido el proceso para recopilar todas las fotografías y la sensación o más bien el “olor” que se te ha quedado tras el montaje final antes de su lanzamiento?

Fue un proceso llevadero aunque muchos amigos y amigas, además de familiares, se volcaron mucho en ayudarme. Recopilé entre unas 400 o 500 imágenes y al final sólo 45 acabaron apareciendo. Lo difícil fue encontrar las imágenes de matanzas. En el montaje final, recuerdo que sentí que había volcado algo en el cortometraje que respiraba verdad, a pesar de lo ficticio, y fue al reconocer que lo que contaba esa voz no distaba mucho de lo que fue la infancia de mi abuela.

7. ¿Tu rincón favorito de Madrid y de Murcia?

Ninguno en particular, salvo por lo emocional. En Madrid te diría una cafetería que está en la calle Augusto Figueroa a la que iba mucho a refugiarme cuando me mudé aquí y en Murcia siempre será el salón de mi casa.

8. ¿Un recuerdo para enmarcar de “Canción triste de alubias”?

La ilusión de mi abuelo cuando supo que Canción triste de alubias se vería en una sala de cine, y una entrevista online que nos hicieron en inglés en el Instituto Reina Sofía de Nueva York en la que mi abuelo quiso estar presente aunque no comprendiera nada.

9. ¿Cuáles son tus referentes cinematográficos y cuáles se han ido incorporando con el paso de los años?

Tengo muchos, y contradictorios entre sí, y van rotando en función de en qué punto me encuentre: Céline Sciamma, Pilar Palomero, Alicia Rohrwacher, Lucrecia Martel, David Lynch, Carlos Saura, Jacques Tourneur… Y se han ido incorporando con los años, a medida que me he adentrado en el documental: Lynne Sachs, Su Friedrich, Jacinto Esteva, Nuria Giménez Lorang, Luis López Carrasco…

10. ¿Algo más por aportar o añadir a la entrevista?

Agradeceros la entrevista, y también a mi familia, a Mubox Studio y a Laura Gantes el apoyo y la dedicación de esta recta final de nuestra candidatura a los Goya a Mejor Cortometraje Documental.

Esther Soledad Esteban Castillo

Deja un comentario