Mario San Román González empezó en el mundo de la música con apenas 16 años. Madrileño del barrio de la Concepción, comenzó tocando el bajo en un grupo llamado Tierra de Nadie. Después de dar sus primeros conciertos empezó a componer y se pasó a la guitarra eléctrica. Su afición por componer fue lo que más le gustó y, más tarde, comenzó a cantar sus propias canciones.
Trabajó en el bar de los Hombres G (Pop & Roll) y, por su afición al cine, su nuevo grupo lo llamó Los olvidados, como la película de Luis Buñuel que le impactó profundamente.
Estudió guion y dirección de cine, además de interpretación en la escuela Metrópolis, donde realizó un documental llamado Tírala alta, con el que ganaron muchos premios a nivel nacional e internacional.
En estos momentos ha reunido los mejores trabajos realizados y, junto a unos temas nuevos, ha creado un disco llamado Memorias, además de un cortometraje en el que compuso la música, la dirección y el guion: Nunca es tarde, que se estrenará en breve.
Ahora está con la promoción del disco y del corto, además de preparar un largometraje titulado Amistad incondicional.
“Memorias”
“Memorias” es la canción que abrió mi nueva etapa como compositor. Se coló en mi vida como quien no quiere la cosa y me volví a enganchar a la música con nuevos temas.
“Memorias” cuenta la historia de una pareja de casi 50 años que no es feliz y decide dejarlo. Ninguno de los dos culpa al otro y él recuerda quién y cómo era antes de eso. Ve que el mundo que busca ha cambiado: sus bares, la música de antes, las chicas… pero, incluso así, quiere recuperar los sueños que tenía y había olvidado. Quiere salirse de lo cotidiano y buscar una nueva vida en un lugar distinto.
A continuación podréis leer la entrevista donde os detalla todo sobre él mismo y su música:
1_¿Cómo me describirías el proceso vivido con estas “Memorias” para tu carrera?
Largo y muy gratificante, como todo lo que se hace esperar. “Memorias” fue la canción que abrió el cajón de esas canciones que estaban guardadas.
2_¿Cómo crees que debe ser el punto de empezar de cero después de toda una vida y cambiar de vida? ¿Crees que es posible o que podría ser factible y cuál sería la fórmula?
Yo ya he cambiado de vida unas cuantas veces, o sea que no me lo imagino, jejeje. Siempre estoy expuesto a cambios. Y la fórmula es coger las cosas con muchas ganas, vengan como vengan.
3_¿Cuál de tus últimas memorias musicales del último año compartirías o quisieras destacar?
Este año me gustaría compartir el concierto de “Irrepetible” de Coque Malla. Lo descubrí y me encantó.
4_¿Qué es para ti lo más complejo y lo más sencillo a la hora de componer? ¿Tienes alguna rutina o lugar en especial?
Lo más complejo es cuando no aparece la musa por ninguna parte, pero tienes que seguir por si acaso está por allí dormida. Y lo más sencillo es cuando tienes clarísima la historia que quieres contar.
Rutina, siempre la noche, cuando todos duermen. Por el día soy incapaz de componer, y no porque no lo intente.
5_¿Cómo compaginas tu amor por el cine y por la música en tu trabajo y cuáles son las mayores ventajas que crees que te aportan mutuamente?
Es muy compatible. Escenas de cine sin música no tendrían esa belleza. Las ventajas son que muchas veces, cuando estoy escribiendo un guion, aparece la música en mi cabeza, y al revés.
6_¿Cuál sería la banda sonora de tu vida?
“The End” de The Beatles.
7_¿Y a qué película te hubiese gustado ponerle banda sonora?
Nunca lo he pensado… Cualquiera de Tarantino.
8_¿Qué es lo más especial que has vivido con “Nunca es tarde” y qué nos adelantas que nos va a deparar “Amistad incondicional”?
Llevarlo a la pantalla tal y como lo tenía en la cabeza, que no es fácil.
“Amistad incondicional” son cuatro historias que hablan sobre la amistad, pero tocando las líneas más frágiles de esa amistad o supuesta amistad.
9_¿Algo más por aportar o destacar en la entrevista?
Sí, que os quiero agradecer vuestra manera de hacer llegar esto al público. Nos vemos pronto en el estreno del disco Memorias y Nunca es tarde.
Esther Soledad Esteban Castillo, Madrid
