Hoy comenzamos el día con la entrevista a Eva Català por su participación en el ciclo musical Nuevos Territorios por Moisés Sánchez. Aprovechando la ocasión, he podido reunirme con ella y conocer más su historia musical y todo el mundo que le rodea, desde sus referentes hasta la actualidad más inminente. No te pierdas la entrevista a continuación:
1. ¿Cómo recuerdas cuando decidiste dedicarte a la música profesionalmente?
Recuerdo que fue más o menos a la edad de 12 o 13 años, cuando tenía que decidir si quería presentarme a las pruebas de acceso para estudiar las enseñanzas profesionales en el conservatorio. Yo había empezado a estudiar música de bastante pequeña en mi pueblo (en Valencia es muy común), y la verdad es que para mí la música era más que nada un juego y una oportunidad para encontrar otros amigos fuera del cole, así que tampoco me preocupaba por hacer mucho caso al profesor y no practicaba mucho.
Sin embargo, a esa edad, a los 12, terminaba el ciclo elemental y se me planteó que, si quería continuar aprendiendo de manera «oficial», el paso que debía dar era prepararme esas pruebas de acceso y entrar al conservatorio. Mi profesor me conocía bien, jugó un poco con la psicología inversa diciéndome que no estaba seguro de verme tan interesada y que no me preocupara, que no había problema, pero que por otro lado él creía en mí y que, si yo quería hacer las pruebas, él se ofrecía a prepararme incluso con clases extra si era necesario.
Y así recuerdo ese momento como un punto de inflexión, que me hizo parar y darme cuenta no solo de que quería continuar por ese camino que me proponía, sino que me veía a mí misma muchísimo más a largo plazo con la música como prioridad y que me atraía mucho la idea de dedicarme profesionalmente a ella.
2. ¿Cómo has visto el cambio de la industria musical a lo largo de los años?
Bueno, lo que yo he podido percibir más es la manera en la que consumimos música y, por supuesto, también el cambio de tendencias y el surgimiento de nuevos géneros, nuevas técnicas de producción y nuevas estéticas. La forma de consumo ha cambiado, evidentemente, porque han cambiado las plataformas. Todo ha pasado a internet y eso inevitablemente también ha cambiado la forma en la que nos mostramos los artistas.
Por otro lado, es interesante ver cómo se está dando paso a nuevos sonidos más producidos en géneros que vienen de una tradición muy distinta, como el jazz o muchos géneros procedentes del folclore.
3. ¿Cuál ha sido tu mayor reto o sueño personal y profesional que has cumplido últimamente?
Un sueño profesional y personal que he cumplido últimamente ha sido viajar a Latinoamérica con la música. Estuve hace un par de años tocando en un festival de jazz y dando algunas masterclasses en Venezuela y este año, en enero, estuve tocando en el festival Jazz Plaza de Cuba. Desde muy pequeña me enamoré de la música latinoamericana (especialmente la cubana) y tuve la suerte de poder estudiarla desde la adolescencia con Yoel Páez, que es un maestro de la percusión cubana y lleva muchos años viviendo en Valencia.
Viajar a estos países para mí siempre había sido un sueño personal, pero viajar allí trabajando fue muchísimo más especial. Además, viajar con la música siempre te lleva a conocer a muchas personas y te permite adentrarte en la cultura autóctona.
4. ¿Algún recuerdo o lugar en especial para ti que quieras compartirnos de los festivales que has visitado?
De los lugares fuera de España en los que he trabajado, tengo en mi memoria como particularmente especial el viaje a Cuba. Fue muy especial porque, además de que para mí trabajar en ese festival ya era absolutamente un sueño, aproveche que estaba allí para recibir clases de tambores batá con Toni Martínez (hermano de un percusionista muy famoso que vive en Nueva York: Pedrito Martínez).
Estos tambores son los tambores de la religión yoruba que, aparte de ser los «padres» del lenguaje de la rumba cubana, tienen un componente espiritual muy especial. La familia Martínez me acogió totalmente como a una hermana y, gracias a ellos, aprendí muchísimo, no solo sobre el lenguaje rítmico de los batá (que además me parece interesantísimo para aplicarlo a la batería y en otros estilos), sino también a nivel personal, cultural y espiritual. Siento que fueron muy generosos y estoy profundamente agradecida, la verdad.
5. ¿Hay algún artista con el que te gustaría colaborar o compartir escenario?
Pues precisamente uno de los músicos y compositores que más llevo admirando desde hace muchos años es Moisés Sánchez, tanto a nivel musical como humano. Para mí, colaborar con Moisés sería un placer inmenso.
6. ¿Tienes algún género musical que sea especial para ti, también como oyente, más allá del jazz?
Pues, por un lado, como comentaba antes, me encanta la música cubana y latinoamericana en general, con toda su diversidad. Me interesa muchísimo todo lo que tiene que ver con la música de raíz. También crecí escuchando mucho flamenco, que me ha acompañado toda mi vida y tiene algo que me hace conectar a un nivel muy profundo.
Y otro pilar muy importante para mí es la música de origen afroamericano: todo lo que tiene que ver con el soul, el gospel, el hip hop… Me encanta.
7. ¿Tus últimos descubrimientos musicales?
Uf, casi todos los días descubro cosas nuevas. Pero algunos artistas que no conocía hasta este año y que me encantan (de géneros muy diversos), por ejemplo: MkGee, Maro, Jeremy Bosch…
8. ¿Cómo crees que puede llegar la música a cambiarte la vida o intentar cambiar el mundo?
Pienso que la música tiene un componente social que es muy importante. Hace unos años leí un libro titulado The Singing Neanderthals que me encantó, el cual propone la tesis de que, antes de que el ser humano originara el lenguaje verbal, existía una comunicación no verbal, que podemos relacionar más con lo musical. Esto se me quedó grabado en la cabeza.
¿Para qué se origina la música? Para comunicarnos, además también emocionalmente, y sobre todo para generar cohesión social. Al final es lo mismo que ocurre en la música de raíz, que contiene una serie de códigos que se unen directamente a una cultura, a una manera de vivir, y con los que la gente nos relacionamos y nos sentimos transportados también a un sentimiento de pertenencia a un grupo, a una comunidad. En ese sentido, pienso que la música es una herramienta muy potente para generar cambios en las sociedades.
9. Futuros retos o proyectos?
Pues ahora mismo tengo mucho trabajo colaborando en proyectos muy distintos, como percusionista y como batería. Y eso me encanta. De momento, muy ilusionada de seguir conociendo la escena de Madrid y ver qué nuevas cosas van surgiendo.
10. ¿Algo más por aportar o añadir a la entrevista?
¡Poco más! La verdad es que solamente resaltar de nuevo que estoy muy feliz y agradecida por participar en este ciclo de conciertos.
Esther Soledad Esteban Castillo
Lunas Pasajeras 