Entrevista a Adrián Orr

1_ ¿Cómo recuerdas el nacimiento de este Niñato?
Empecé filmando a David (Niñato) en 2011. Hicimos un cortometraje llamado Buenos días, Resistencia. Tras estrenarlo en 2013 sentí que podía hacer otra película y profundizar en sus retos y contradicciones como joven que aprende a ser padre. David asumió muy pronto grandes responsabilidades y, aun así, no abandonó su pasión por el hip-hop. Esa tensión entre la vida de padre responsable de tres hijos y la de músico independiente que no renuncia a su sueño me parecía un gran punto de partida.

2_ ¿La mayor alegría y el momento más complejo del proyecto?
Uno de los momentos más emotivos fue el primer pase en España, en Sevilla. Los niños no habían visto la película; me senté entre David y Oro y me pasé medio metraje mirándoles. Al finalizar, Oro quiso bajar al coloquio. Sentí que el filme les devolvía parte del cariño que me dieron durante el rodaje.
Lo más difícil fue hacer entender a David por qué era importante filmar ciertas escenas en las que se exponía su intimidad.

3_ El mejor recuerdo del circuito de festivales
Además de Sevilla, la primera semana con la premiere mundial y toda la incertidumbre. Fue increíble: premios en BAFICI (Argentina) y Visions du Réel (Suiza). Ver públicos tan distintos conectar con la película fue muy emocionante.

4_ ¿Te inspira el hip-hop en tu vida diaria?
Crecí con hip-hop; ahora también escucho mucho jazz y soul. El hip-hop me enseñó a tener mirada crítica, a expresarme con muy poco y a buscar creatividad con los elementos disponibles. Hoy hago cine de un modo cercano a cómo hacíamos hip-hop con 18 años.

5_ Si Niñato tuviera una canción-símbolo…
La que él graba hacia el final: “Yo solo quiero volar…”, por su mezcla de ternura, ensoñación y crítica política.

6_ ¿El mayor valor de Niñato y su mayor debilidad?
Prefiero no imponer tesis. Me interesan las películas que sugieren y dejan espacio al espectador. Busqué una obra cercana y honesta, mirando a los personajes de igual a igual.

7_ Una anécdota secreta del rodaje
La escena de Oro en la ducha me pilló por sorpresa. Quería rodar a David, pero él no quería; Oro apareció y dijo que a él no le importaba. Empezó a improvisar un rap, se emocionó y le entró jabón en los ojos… fue divertido, aunque no entró en el montaje final.

8_ Deseos para el futuro de la película
Estrenar en salas es una gran noticia tras más de un año de festivales. Ojalá mucha gente se acerque sin prejuicios a esta propuesta distinta y cercana.

9_ Algo más por añadir
Animar a verla: creemos que sorprenderá y no dejará indiferente. Arrancamos el viernes 11 en Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Málaga y Santiago de Compostela, con idea de ampliar.