Paula Rojo: “Hay veces que, con menos palabras, dices más cosas”
Paula Rojo vuelve a la actualidad musical con un segundo trabajo muy personal, “Creer para ver”, un lanzamiento de nueve temas con el que pretende volver a enamorar a su público tras “Érase un sueño”, con el que escuchamos su voz después de La Voz y que nos dejó grandes canciones.
En esta entrevista me reencuentro con ella para descubrir sus últimas aventuras, su presente y la esencia musical que la acompaña desde siempre. ¿Nos acompañas?
Entrevista
—Ahora podríamos decir que ha llegado la segunda parte de Érase un sueño… ¿Cómo ha sido cumplir un nuevo sueño y objetivo con este trabajo?
Veo que es la oportunidad que tuve y la sigo teniendo: siguen confiando en mí y esto me sigue aportando cosas muy buenas. Puedo seguir creando música y compartiéndola con la gente, o sea que es satisfacción completa.
—Es fantástico cumplir sueños y seguir creándolos… ¿Fue difícil escoger el primer single?
No fue difícil, fue amor a primera vista por mi parte y por todo mi equipo de Universal. Lo teníamos claro. Fue por unanimidad.
—¿Y cómo nació la canción “Miedo a querer”?
Fue en un taller de composición con varios artistas de todo el mundo. Nos dividíamos en grupos y me tocó con amigos de Estocolmo y Canadá. Empezamos a componer con una guitarra, melodías y una letra entre todos y salió el tema. Luego lo adapté al español y, cuando la compusimos, hicimos una maqueta con el ordenador, grabamos las voces y nos gustó mucho. Cuando se la enseñamos a Universal dijeron que esta canción sería para mí y que sería el primer single, así que la adapté al español.
—Tuvo que ser muy curiosa esta forma de trabajar.
Fue todo súper improvisado, porque al final esa canción no la buscas: viene a ti, como todo en la vida.
—Y que, además, naciese primero la versión en inglés…
Exacto. Había un canadiense y dos suecos; yo era la única española y el idioma común era el inglés.
—Teniendo dominio en los dos idiomas se te abre un mundo de posibilidades.
A mí me pasa mucho: a veces compongo en inglés y luego las adapto. Hay más canciones en el disco que nacieron en inglés que en español y, a veces, suelen venirme las melodías en inglés porque me inspira mucho el idioma.
—Ahí quedan como sorpresas para otro disco o para los conciertos…
Sí, no estaría mal, porque hay temas en el disco de los que tengo mis versiones en inglés en la retaguardia. También me preguntan si me gustaría hacer un disco entero en inglés y no lo descarto para nada, porque es un idioma que me encanta y que estudié en la universidad. Me gusta mucho trabajar con él, componer, cantar en inglés… Hay veces que es más fácil componer en inglés: con menos palabras dices más cosas.

—La verdad es que este disco destaca porque ninguna canción aburre; todas son distintas y valen tanto por la melodía como por la letra.
Gracias, me alegro. Cada canción es un mundo y ninguna te recuerda a la anterior. Eso es importante, y también que tengan la misma esencia y unión coherente, pero cada una con su detalle especial.
—¿Y qué es lo que tú más valoras en un tema?
Lo que antes te entra por los oídos es la melodía, pero para mí es un 50/50: la letra tiene que decirte algo. Me gusta hacer canciones para cualquier momento del día y no solo para la noche (risas). Es tan lícito lo uno como lo otro, pero a mí lo que me llena es contar historias y que la gente visualice esa historia escuchando una melodía.
—Y también hechas para varios estados de ánimo, como las geniales “Siéntelo” y “Tiemblo”. ¿Cuál dirías que es tu canción más personal del disco?
La más autobiográfica es “Nuestra noche de cuento”, pero “Siéntelo” es también muy personal. Es la canción que me hubiese gustado escuchar en un momento en el que me sentí muy incomprendida y la gente fue injusta y cruel conmigo. Es para que esa gente que se siente así sepa que esa etapa va a pasar, que van a ser felices y se van a reencontrar consigo mismos; van a encontrar gente que va a valer la pena y verá lo especiales que son.
—¿Y la más enérgica?
“El momento” es un carpe diem del amor: no hay que rallarse con lo que va a pasar mañana o dentro de un año; hay que vivir el momento y que todo fluya.
—¿Qué canciones no podrían faltar en tus conciertos?
“Solo tú” no va a faltar nunca en mis conciertos ni loca. En este caso haré una mezcla de las canciones más conocidas del primer disco —o que más aportan en un directo con banda—, presentaré el segundo disco, porque estamos en promoción al completo, y luego haré un par de versiones que me encantan aunque no las conozca nadie. Voy a hacer una versión que es un clásico del rock y va a sorprender sobre todo a la gente más adulta que pueda reconocerlo, porque es una versión de Elvis Presley. También una canción que no conoce casi nadie y que es de la banda sonora de una serie que me encanta, Nashville: es muy bonita y de las que te entran rápidamente aunque no la conozca la gente.
—¿Qué conciertos han marcado tu carrera?
Para mí todos son especiales: todos tienen algo y una anécdota digna de recordar. Puedo hablar de un concierto que compartí con Dani Martín en un festival de Santander, donde tuve la oportunidad de hacer un tema con él; también, apenas hace un mes, fui telonera de Ariana Grande en el Palau Sant Jordi de Barcelona y fue impresionante. Vivir esas experiencias con mi banda de músicos y amigos asturianos te hace sentir orgullosa por hacerlo todos juntos. Pero todos tienen algo especial: recuerdo cuando empecé, que hacía conciertos incluso antes de fichar con Universal y había quince o veinte personas muy especiales.
—Los nervios también deben de ser los mismos tanto en recintos pequeños como en los grandes, ¿no?
Sí, pero paso más nervios con menos gente que cuando hay mucha, porque piensas que habrá algunos que ni estarán pendientes de ti o hablando con una amiga, me imagino. No te caben tantas personas en la mente, así que haces algo general para que disfruten; pero con quince o veinte personas, inconscientemente, acabas mirando fijamente a todos varias veces. Todo impone más y también tienes más responsabilidad.
—En las firmas de discos ya estarás teniendo los primeros contactos…
Estuve ya firmando por el norte y me encanta ese contacto con la gente que me sigue; gente que no tiene el primer disco y ahora me ha descubierto. Es muy positivo llegar a gente a la que antes no llegaba.
—¿Qué sitio tienes pendiente para esta gira que entra?
Tengo ganas de ir al sur, porque me lo piden todo el día por Twitter; pero, claro, que me contraten, que yo voy a la Conchinchina si hace falta. Quiero ir a todas las partes del mundo. También a Galicia, Valencia, mi tierra Asturias… en todas partes, realmente.
—¿Algún concierto ajeno que te haya marcado?
Me gustó mucho el concierto de Luz Casal y Los Secretos al que fui con mi madre por su cumpleaños. Le quería hacer algo especial y no lo típico de una blusa o un bolso, así que compré una tarjeta que ponía que valía por un fin de semana conmigo en Madrid, con una tarde de tiendas, cena y las entradas para el concierto.
—¿Qué concierto tienes pendiente por ver o te gustaría repetir?
He ido ya a muchos conciertos. Te diría Alejandro Sanz, pero le vi el año pasado. Repetiría con Luz Casal, que me encanta, e internacionales como Taylor Swift, que lleva un espectáculo brutal… y también diría artistas que no conoce nadie, pero por temas de logística no me viene bien irme a Nashville (risas). Es muy injusto que la música country no sea famosa en España.
—¿Has notado una evolución en tus influencias con el tiempo?
Siguen siendo las mismas; ahora quizá escucho más pop nacional, pero va por etapas, porque a mí el pop nacional siempre me gustó.
—¿Algún estilo que no te atraiga o no te identifique?
El rap no lo llego a entender del todo, pero lo respeto (risas). No es que no me guste, es que no es mi estilo: necesito una melodía que me acompañe y poder tararear y cantar.
—¿Qué colaboración te gustaría realizar y cuál ya no es posible por tiempo?
Con Nino Bravo me hubiese encantado cantar; en otra vida, igual sí… O la cantautora Cecilia, Enrique Urquijo, Rocío Dúrcal… Las rancheras son mi segundo estilo favorito y compuse una hace relativamente poco; si hay reedición del disco la quiero meter. No haber podido ver a Rocío en concierto siempre me fastidiará.
Que sí sea posible: con cualquier artista. Me llenaría de orgullo cantar con cualquiera que tenga su carrera. Los admiro porque han conseguido algo que no es fácil; que una persona conecte tanto con el público como para poder vivir de la música lo veo tan complicado… Es de admirar y yo, con cualquier persona, encantada. No puedo decir alguien en concreto. Hombre, Alejandro Sanz, imagínate… una leyenda así para contarlo siempre.
—¿Alguna anécdota de tu público?
Me sorprendió una chica que se tatuó el título de “Solo tú”, pero me sorprende todo, realmente: que estén ahí, que me escriban todos los días, que hagan vídeos… El otro día me mandaron un vídeo unos fans reproduciendo el vídeo de “Miedo a querer”, grabado por ellos, y está increíble. Se ve gente de toda España que ha creado una amistad, conmigo como nexo.
—Ya conocemos tu noche de cuento; ¿cómo sería tu día perfecto, entonces?
Con este calor, terraceo: comida en una terracita, piscina, playa y, luego, otra vez terracitas por la noche, alternando con cerveza para no llegar con un barrigón a casa (risas). También un concierto a última hora en la playa. En invierno, también un concierto, un cine, un paseo si no hace mucho frío… al final, lo más sencillo es lo que más te llena. También me gusta, en verano, una tarde en el parque de atracciones.
—¿A qué película te hubiese gustado ponerle banda sonora y cuál ha sido la banda sonora de tu vida?
Es un sueño que tengo por cumplir y, como me encantaría, no puedo decirte una: cualquiera en la que el productor decida que yo pego, encantada. Ya me propusieron hacer canciones para una película e hice tres, buscando el argumento, e hice muchas letras, pero al final no salió. De hecho, también me gustaría doblar una película, porque me encanta doblar voces.
La banda sonora de mi vida: “Un ramito de violetas” (Cecilia), “Un beso y una flor” (Nino Bravo), “La gata bajo la lluvia” (Rocío Dúrcal), “Welcome to My Life” (Simple Plan), “Fly” y “Come Clean” (Hilary Duff), “Cowboy Take Me Away” (Dixie Chicks), “Pero a tu lado” (Los Secretos), “Es por ti” (Luz Casal), “In the Ghetto” (Elvis Presley), “Foto en blanco y negro” (El Canto del Loco), “Desde cuándo” (Alejandro Sanz), “La playa” (La Oreja de Van Gogh), “One More Time” (Britney Spears), “Wannabe” (Spice Girls), “Love of My Life” (Queen)…
Recomendaciones
- Comida favorita: la pasta en general y la comida que le hace su padre cuando llega a casa: solomillo, huevo frito, patatas, ensalada y pan para mojar el huevo.
- Lugar especial: Llanes (Asturias).
- Disco: cualquiera de las Dixie Chicks; “Fly”, mismamente.
- Película: El show de Truman.
- Libro: El caballero de la armadura oxidada.
Esther Soledad Esteban Castillo, Madrid


