Julián Maeso: “Trabajamos todo el año para que quien paga por vernos se vuelva a casa con una gran sonrisa”
Julián Maeso regresa a Madrid con concierto en el Teatro Lara —y con invitados sorpresa— tras arrasar entre público y crítica con One Way Ticket To Saturn. Charlamos con él sobre aquel álbum, la música y algún que otro sueño por cumplir.
—¿Qué recuerdas de la grabación de One Way Ticket To Saturn?
Saqué de quicio a más de uno, sobre todo cuando dije que el disco no saldría porque me parecía una mierda…
—¿Fue difícil escoger los nueve temas finales o lo tenías claro desde el principio?
Lo complicado fue el orden, para que todo tuviera sentido.
—De tu repertorio: el más enérgico, el más personal y el que más quebraderos de cabeza te dio.
Enérgicos hay unos cuantos: “Leave It in Time”, “A Hurricane Is Coming”…
Personales: “Daytona”, “What Did You Want My Love For”.
Quebraderos de cabeza: “Jails”. Nunca la he tocado en directo.
—Un sueño cumplido y otro por cumplir.
Cumplido: seguir vivo y sano.
Por cumplir: que en España tengamos un sindicato de músicos y la profesión esté bien reglada; que no desaparezca la asignatura de Música en los colegios; que se valore de veras la labor del músico —sin esa dualidad que va del “artistilla” al que nadie valora al artista consagrado al que se le chupa la polla en exceso—; y, ya el más deseado: echar de una puta vez a todos los incompetentes que nos roban y nos dirigen a un pozo sin fondo.
—¿Qué encontraremos en el concierto de Madrid?
Una familia de amigos y músicos con toda la predisposición del mundo para que todos los presentes disfruten al máximo de la música que amamos.

—Tu idea de concierto perfecto.
Buena cena con tiempo para la digestión. Hotel a la puerta del garito. No cargar después del bolo.
Un público que escuche y una sala preparada de verdad para conciertos: técnico que sepa hacer su trabajo, monitores que funcionen… Si puede ser, algo de madera y cortinas en el escenario, en lugar de espejos, luminosos horteras o guardarraíles.
De lo demás nos encargamos nosotros: trabajamos todo el año para que quien paga por vernos se vuelva a casa con una gran sonrisa y las pilas cargadas para el resto de la semana.
—Un concierto para olvidar y otro inolvidable (tuyo o ajeno).
Para olvidar tengo unos cuantos. Un día me perdí con el coche camino de un festi con Quique González… qué mal rato. Otro día intenté improvisar un bolo con loops y samplers: falló todo. Bochorno.
Ajenos: ver al inmenso Al Green… con su sección de metales sustituida por dos tíos con sintes modernos y un sonido horrible.
—La mayor enseñanza que te ha dado la música.
La misma que a un albañil su trabajo: la vida misma. La pena es que a ellos no les aplauden.
—Referentes que te han acompañado siempre y alguna recomendación reciente.
Todo aquel que haga buena música y le nazca del corazón, sea conocido o no. Había un cantante ciego muy bueno en el metro de Madrid —no recuerdo el nombre—, pero seguro que sigue tocando: era realmente bueno.
—Una colaboración soñada (o imposible).
Billy Preston ya no es posible. Stevie Winwood… Y si no, me conformo con grabar para Amable Rodríguez.
—Tus tres imprescindibles.
Comer a diario, dormir bajo techo y salud para los míos.
—Para terminar, ¿algo que no te haya preguntado?
Sí: una recomendación. No contestar entrevistas cuando te tienes que duchar y salir corriendo para el concierto.
Recomendaciones de Julián Maeso
- Libro: Bambi.
- Canción: depende del momento.
- Película: Ben-Hur.
- Un lugar especial: La Tierra antes de la llegada del ser humano.

