Entrevista a Salvador Beltrán por “Reflejos en mi Camino”

Salvador Beltrán: “Trece historias para mirarte por dentro”


Salvador Beltrán

Salvador Beltrán presenta Reflejos en mi camino, su segundo álbum: composiciones sinceras, cercanas y con esa mezcla de oficio y corazón que ya apuntaba en Cambio de planes. Tras sus duetos con Merche e India Martínez, conversamos con él —tranquilo, cercano y entusiasmado— sobre este nuevo capítulo.

—¿Cómo te sientes tras el lanzamiento del disco?
Muy contento. Acaba de salir y ya están llegando las primeras opiniones. Además de los seguidores que estaban desde el principio, se está asomando mucha gente nueva y estamos felices.

—El single ya os dio un termómetro previo, ¿no?
Sí, pero ahora la gente se ha tirado “a saco” con los demás temas. Estoy muy pegado a las redes, no paro; es agotador, pero prefiero eso a no hacer nada. Llevaba tiempo preparándome para este momento.

—Entre discos ha pasado un tiempo… aunque no has parado.
Exacto. Hubo dos duetos y aproveché para componer con calma, producir y cuidar cada detalle. Ese intervalo me permitió dedicar a todo el tiempo que quería.

—Tus colaboraciones con Merche e India Martínez han sido muy celebradas.
Con India sacamos un villancico, y con Merche Por si vienes, que nos dio muchas alegrías. Fue mi primer dúo y muy importante. Luego llegó su respuesta en Quiero contarte. Hemos creado una historia musical que se queda. De Merche he aprendido muchísimo: composición, técnica y, como persona, es maravillosa.

—¿Alguna anécdota con Merche que recuerdes con cariño?
En un camerino le canté el estribillo de lo que sería Por si vienes. Al principio íbamos a hacer A veces me pregunto, pero mi mánager escuchó esas notas y nos empujó a ese cambio de planes… y menos mal.

—De Cambio de planes a Reflejos en mi camino: ¿cómo notas tu evolución?
Me siento muy cómodo en ambos, pero con este estoy especialmente a gusto: historias, producción y mensajes. Ojalá la gente encuentre en él un reflejo de su propio camino.

—¿Cuándo empezaron a nacer estas canciones?
Prácticamente al terminar el primer álbum. Por ejemplo, Quimera surgió en un viaje en barco y luego fui puliéndola. Ha sido un proceso largo, desde entonces hasta ahora.

—¿Cuál es tu tema más personal?
Me cuesta elegir. He hecho mucha variedad y en todas se ve mi personalidad, incluso en una más moderna como No intentes amarrarme. Me quedo con el conjunto: esa es mi onda y ese soy yo.

—Has mamado música desde niño: ¿tus referentes han cambiado?
Más que cambiar, he ido descubriendo. Recomiendo a Djavan y su Te Devoro: preciosa y escuela pura.

—¿Algún estilo “prohibido”?
Ninguno. Valoro todos. En casa también pongo ópera. Cada música tiene su momento y te enseña.

—La guitarra es tu compañera, pero el piano gana terreno.
La guitarra sigue mandando, pero el piano me ayudó a componer cuatro temas. No soy gran pianista, pero te da alas. Todo lo que te motive suma.

—¿Un instrumento pendiente?
¡Todos! Ya trasteo con bajo y batería para maquetas, pero ojalá hubiera tiempo y dedos para todo.

—Ahora tocan los directos. ¿Qué nos espera?
Primero, acústicos por toda España a dos guitarras: la versión más pura y cercana, mucho diálogo con la gente. Luego vendrán los teatros en verano, con banda y otra energía.

—¿Alguna sala o ciudad que te apetezca especialmente?
Muchas: norte (País Vasco, Galicia), Andalucía, Barcelona, Valencia, Albacete… Pronto anunciaré fechas en Twitter.

—Para ti, ¿cómo es el concierto perfecto?
Salir con la sensación de haberlo dado todo. El sonido importa, pero si tú lo das todo, la gente se queda con eso.

—¿Qué tal te llevas con las redes?
Estoy en Twitter, Instagram, Facebook, Spotify y YouTube. Excusas no hay.

—Un consejo para días grises.
Todo —menos la muerte— tiene solución. Rodéate de los tuyos y sigue adelante. La música es una buena pomada.

—Canciones que hayan puesto banda sonora a tu vida.
De todo: flamenco, pop inglés, funky, bossa… Etapas y países. Todo se queda en el oído y en el alma.

—¿A qué película te habría gustado poner música?
El último lobo. La relación humano-animal te hace pensar; la recomiendo.

—Tu día perfecto.
Gente bonita, hacer lo que te gusta y dejar buen sabor de boca. Las energías que das vuelven.

—Tres imprescindibles.
Mis instrumentos, mi ordenador (mi estudio) y mi móvil.

—Un sueño cumplido y otro por cumplir.
Cumplido: todo esto. Por cumplir: seguir en esta profesión toda la vida, cerca de los míos y asentado.

—Define el disco desde la butaca del oyente.
Trece historias sobre el amor en todas sus formas: baladas, funky, reggae positivo, toques rock y bossa. Parte acústica y otra más actual. Vivencias reales que quizá te devuelvan tu reflejo. No todo es romántico: también hay mensajes duros y necesarios. No intentes amarrarme reivindica no permitir que nos aten a ser lo que no somos.

—¿Qué reflejo te gustaría ver ahora en tu camino?
Mi luz y la de la gente que me apoya. Calidad antes que cantidad. Seguir conociendo energías bonitas.

Esther Soledad Esteban Castillo, Madrid

Deja un comentario