Entrevista a Jose Domingo por “Almería”

Entrevista a José Domingo: “Almería” y el reflejo de un viaje musical


José Domingo en concierto

Con motivo de la presentación de su disco Almería, me reuní con José Domingo para hablar sobre el proceso de creación, su evolución personal y musical y lo que significa para él este trabajo.

—¿Cómo fue la composición de Almería?
Fue un tiempo largo y precioso de soledad en el que mentalmente me instalé en el desierto de Almería. Escribía letras, buscaba sonoridades, experimentaba y probaba cosas. Luego, en el estudio, trabajé con esas demos que había hecho en casa para grabar la versión definitiva en Palma de Mallorca con Puter y Jordi Herrera.

—¿Fue complicado escoger los nueve temas finales?
No, fue muy fácil. Fue surgiendo casi solo, sin forzar nada. Incluso el orden del disco se decidió de forma natural, casi sin pensar.

—¿Por qué Almería y no otro lugar? ¿Tres lugares significativos para ti?
Mientras componía me venían imágenes del desierto, del delirio en soledad, de la alucinación por insolación. Con sabor mediterráneo y del sur, de modo que mi cabeza se fue instalando allí. Para mí, era un punto de cruce de músicas del sur y del norte, un espacio vacío donde se oían ecos, donde todo se mezclaba.
Girona, Mallorca y ahora Almería son lugares muy especiales, aunque esta gira me está demostrando que hay muchos sitios inspiradores.

—¿Cómo definirías tu esencia musical?
Estoy girando para ubicar más mi propuesta en base a mi entorno social y geográfico. Es un acercamiento a la sinceridad personal. Mi música refleja mi entorno y tiene un origen claramente mediterráneo.

—¿El mayor placer y el mayor desafío de este disco?
El placer es crear con libertad, sin presiones. El desafío es aportar riesgo sin perder el control de la expresión.

—¿Alguna anécdota curiosa?
Durante las grabaciones siempre pasan cosas locas. Recuerdo un momento con Diego Cortés: debía grabar guitarras españolas y yo me puse a dirigirle como si fuera un director de orquesta. El equipo se moría de risa, y Diego, con su paciencia infinita, siguió tocando.

—¿Cómo ha sido tu evolución desde En la distancia a Almería?
Es una evolución lógica. Canciones como “Dime que sí”, “Lunar” o “Negro sobre negro” ya anticipaban lo que ahora es Almería.

—¿Lo mejor y lo peor de dedicarte a la música?
Es un reto y un placer enorme hacer lo que amas, aunque implique momentos difíciles. Sin contrastes, no hay felicidad.

—¿Un concierto inolvidable y otro para olvidar?
El primero en Monkeyweek fue mágico. Mi situación personal era crítica, pero en cuanto empecé a tocar la energía cambió. Fue como una burbuja. Después de ese concierto conocí a Pedro Páramo, mi actual manager. Para olvidar, ninguno: siempre vale la pena.

—¿Algo que pocos sepan de ti?
Desde niño era coleccionista de mariposas. Me parecía enigmático perpetuar su belleza, ya que viven muy poco tiempo.

—¿Con qué canción del disco te quedarías hoy?
Con el single de presentación, Palidez.

Esther Soledad Esteban Castillo, Madrid

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