CRÍTICA: LA ESCLUSA

Maica Barroso se deja la piel con esta obra en la que nos hace testigo de un testimonio bastante oculto en nuestra sociedad, aportando otro punto de vista a una realidad que siempre hemos podido conocer de la misma forma.

Un relato triste, en el que se deja el alma, en el que nos lleva a la locura, en el que consigue provocar agobio, angustia, también humor, impacto visual, preguntas que se lanzan al aire para que las responda el espectador…

Podremos ver un repaso a sus dieciséis años como presa en la cárcel y sus sentimientos el día antes de abandonar la prisión. Conoceremos sus virtudes, sus defectos, los motivos por los que está ahí, podremos juzgar pero en nuestro pensamiento, ya que en la obra en ningún momento se juzga ni se condena, tan solo se expone para que el público decida

Además la obra cuenta con la ventaja de representarse en el Teatro del Arte, donde todo el público situado en dos filas largas y amplias frente a ella se sitúa como en una especie de juicio donde se puede ver la sencilla escenografía que representa su celda, pero para que queremos más, simplemente con su presencia y su diálogo es completa la experiencia.

Si queréis abrir una nueva parcela en vuestra imaginación, enfrentar a vuestro corazón a un reto y plantearos una situación así, «La Esclusa» es la oportunidad perfecta.

Esther Esteban, Madrid