Crítica de “Francisco Ferrer, ¡Viva la Escuela Moderna!”

Texto

Jean-Claude Idée

Dirección

José Luis Gómez

Reparto

Ernesto Arias
Jesús Barranco
David Luque
Lidia Otón

Producción

Teatro de La Abadía

Duración

1 h 45 min

Lugar

Sala Juan de la Cruz

Horario

De martes a sábado:
19:00 h
Domingos:
18:30 h

El director fundador de La Abadía vuelve a la dirección con Francisco Ferrer. ¡Viva la Escuela Moderna!, un espectáculo sobre el activista político y pedagogo Francisco Ferrer Guardia, condenado a muerte y ejecutado en 1909. El texto del dramaturgo belga Jean-Claude Idée toma como hilo conductor el dudoso proceso judicial que desembocó en pena de muerte. Entre las entrevistas de Ferrer con el juez instructor militar y el abogado de oficio, se intercalan los testimonios de su esposa, que trató de asesinarlo de un disparo, una de sus más motivadas discípulas y su hija menor.

José Luis Gómez, que siempre ha mostrado un especial interés por lo didáctico y lo divulgativo, tanto en sus espectáculos (la elección de los textos y de la temática), como en la labor que La Abadía lleva desempeñando desde sus inicios como Centro de Estudios, dirige esta nueva producción del Teatro de La Abadía que está protagonizada por cuatro figuras emblemáticas de la casa.

Ficha artística

Texto: Jean-Claude Idée
Dirección: José Luis Gómez
Reparto: Ernesto Arias, Jesús Barranco, David Luque y Lidia Otón
Traducción: Pollux Hernúñez
Escenografía: Curt Allen Wilmer y Leticia Gañán (AAPEE)
Iluminación: Pedro Yagüe (AAIV)
Proyecciones: Jorge Vila
Vestuario: Deborah Macías
Música y espacio sonoro: Alberto Granados
Ayudante de dirección: Roberto Mori
Ayudante de Producción: Maria Teresa Ferrara
Realización de vestuario: Jota Studio y Paloma de Alba
Realización de escenografía: Scnik Móvil y Miguel Ángel Infante (Utilería – Atrezzo)
Producción: Teatro de La Abadía

Sobre la obra

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«Francisco Ferrer ha resultado siempre una figura intrigante. Lo fue para sus contemporáneos y lo ha seguido siendo para los historiadores. Su insólita condición de millonario subversivo; el extraño origen de su fortuna; su posible implicación en dos atentados contra el rey Alfonso XIII; la escuela que creó, convertida muy pronto en un mito de la pedagogía libertaria; su condena sin pruebas como jefe de una rebelión; la extraordinaria campaña internacional que su muerte provocó, todo le convierte en un personaje realmente singular. Lo más curioso es que, un siglo después, muchas dudas persisten.

¿Era realmente anarquista? Si lo era, ¿por qué tenía tan buenas relaciones con republicanos como Lerroux? ¿Fue un innovador pedagógico o se limitó a inculcar los principios anarquistas con métodos tradicionales? ¿Participó realmente en la preparación de atentados? ¿Por qué suscitó su fusilamiento tanta emoción en los medios internacionales de izquierda?».

Juan Avilés Farré Francisco Ferrer y Guardia

Crítica

La emoción y la historia se dan mezcla en el teatro de la Abadía, dispuestos a conquistar al público y a hacerles reflexionar sobre tiempos pasados y nuevos capítulos venideros —que podrían repetirse y no de la forma lejana en que podamos suponerlo— que ataquen a la sociedad.

La importancia de la educación y el cómo puede cambiar el mundo bien en forma de letras o de ciencias, con la literatura en nuestras venas o con la historia que marca nuestros pasos y nuestro sendero futuro. Una lucha por la justicia, la igualdad, el desarrollo y el crecimiento humano.

Una obra de las que se te quedan en mente por mucho tiempo representando a un hombre que dio su vida y todos sus esfuerzos por los demás persiguiendo un sueño, luchando y llevándolo por bandera pasase lo que pasase y le pese a quien le pese. Una reflexión sobre la vida, el amor, el impacto de nuestros hechos en nuestro alrededor y en las generaciones futuras.

Tal y como indican en la obra, no tenemos constancia de qué podrá ocurrir el día de mañana o dónde iremos a parar tras esta vida, por ello la única eternidad que tenemos es el día a día y es lo que tenemos que aprovechar y valorar, ya que algún día no lo tendremos.

Un hombre ejemplar que no tuvo una buena suerte y que a pesar de ello, consiguió cambiar muchas vidas y crear un legado. Tratado injustamente como tantas y tantas víctimas políticas del momento y de la época, nos deja un ejemplo gracias a la versión de José Luis Gómez de la entereza y de lo que es llegar a querer el mundo de una manera sana y positiva.

Una lección de historia teatral a través de una obra magníficamente interpretada que nos dejará diferentes puntos de vista y de formas de ver la situación que se trata en dicha función. Una inspiración lo mires por donde lo mires.

Podremos disfrutar de un trabajo escenográfico a cargo de Curt Allen Wilmer y Leticia Gañán, iluminación de Pedro Yagüe, espacio musical y sonoro de Alberto Granados y vestuario de Deborah Macías.

Si queréis saber de qué trata este homenaje a la escuela moderna y a los guardianes predecesores que cambiaron la historia, no os perdáis esta función.

Esther Soledad Esteban Castillo

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