El vernissage contó con la presencia de Kareen Rispal, Embajadora de Francia en España.
Subrayó la importancia de la exposición como primer proyecto conjunto inaugurado bajo su mandato:
«Estoy muy ilusionada de estar con ustedes porque es la primera exposición realizada conjuntamente entre la Casa de Velázquez y el Institut français de Madrid que inauguro como Embajadora de Francia en Madrid… Esta colaboración se inscribe en una relación de larga trayectoria entre nuestras dos casas, que han desarrollado juntas numerosos proyectos… Les deseo a todas y todos una bonita velada.»
Simond de Galbert, el nuevo Consejero de Cooperación y Acción Cultural de la Embajada de Francia en España, destacó el sentido simbólico de que esta cita marque su llegada, como un gesto de apertura y de continuidad cultural.
«No había mejor ocasión de inaugurar esta magnífica exposición destinada conjuntamente con nuestros socios de la Casa de Velázquez. Me alegro de la colaboración fructífera que está por venir… Permítanme reiterarles nuestro placer y mi placer de acogerles en este lugar particular. Quiero que este Institut continúe en los próximos años, sorprendiendoles, interesándoles y reuniéndonos alrededor de la cultura, del francés y del español, de las ideas y de los valores que compartimos y que están en el corazón de la amistad entre nuestros dos países y del proyecto europeo que juntos sostenemos.«
Nancy Berthier, Directora de la Casa de Velázquez, valoró la continuidad de un proyecto que articula generaciones de artistas:
«Cada año tenemos la suerte de presentar en este espacio obras de artistas de la promoción que se nos fue y de la promoción que entra, como una especie de ‘paso de relevo’. Bajo el comisariado de Claude Bussac, cuatro artistas interrogamos la memoria de la tierra, la huella de los paisajes y la presencia de lo vivo.»
Claude Bussac, comisaria de la exposición, explicó la lógica que une las obras y los artistas:
«Queríamos una exposición en torno a la naturaleza y lo vivo… Cada uno de estos cuatro artistas trabaja con herramientas distintas, pero todos nos ayudan a dialogar con la tierra. El arte actualmente no considera la naturaleza como un decorado, sino como un colaborador que nos hace trabajar la memoria.»
Los artistas y su diálogo con la materia
Paloma de la Cruz habló de la relación entre la tierra, la cerámica y la memoria colectiva:
«Trabajo con la tierra, con el barro, como memoria, pero también como elemento de cuerpo y arquitectónico… Tengo piezas que remiten a la idea de la memoria y de las reuniones de mujeres, que cosen juntas y cuidan. También incorporo la performance para activar estas piezas, cosiendo mi propio cuerpo.»
Yann Gross explicó su enfoque documental y la noción de domesticación del paisaje:
«Mi proyecto aborda la noción de domesticación del paisaje, cómo transformamos la montaña para hacerla accesible a los turistas… También investigo la noción de paisaje cultural y cómo especies invasivas pueden transformar totalmente el entorno. Para esto he utilizado la técnica multispectral, normalmente usada en agricultura.»
Raphaëlle Peria detalló su proceso de trabajo con la fotografía y el grabado:
«Trabajo sobre fotografías que luego redibujo con herramientas de grabador, para levantar el papel y revelar imágenes que parecen demasiado lisas… Me he centrado en un ecosistema privado durante cuatro meses, observando la interacción de especies, incluida una invasiva que amenaza a las demás.»
François Réau compartió la dimensión poética y universal de su trabajo con el dibujo:
«El dibujo es un lenguaje que todos entendemos, algo que nos conecta con la humanidad desde la infancia. Mis piezas invitan a la contemplación y están contextualizadas en la historia y lo social, ofreciendo una pluralidad de miradas sobre el paisaje.»
La exposición invita al visitante a sumergirse en obras que no solo se contemplan, sino que se experimentan: desde la cerámica que guarda memoria, hasta la fotografía que revela dinámicas invisibles de la naturaleza, pasando por dibujos que nos conectan con la historia y la poesía del paisaje.
«Donde la tierra recuerda» se puede visitar de lunes a viernes, de 12h a 20h.
La entrada es libre.
Esther Soledad Esteban Castillo
Lunas Pasajeras 