Entrevista a Asier Urbieta por “La Isla de los Faisanes”

Fotograma o imagen promocional de La isla de los faisanes

La memoria se entrecruza con el amor, la libertad, el horror, el terror, el no pertenecer a ningún sitio y a la vez pertenecer a todos; con la frontera, la amistad… todo ello en una mezcla explosiva que llega con La isla de los faisanes.

Asier Urbieta ha rodado esta película que todo el mundo debería ver, donde el equipo se ha dejado la piel y el alma entre silencios, cuerpos desplazados, ríos que traicionan, donde el agua puede ser nuestra peor enemiga.

A continuación os dejo la entrevista a su director, Asier Urbieta, donde podréis conocer muchos más detalles:

– ¿Cómo nació La isla de los faisanes?

Todo empezó con una noticia en el periódico donde leí que una persona se había ahogado en el río Bidasoa. Una persona negra. Me llamó la atención la noticia y empecé a investigar y, al final, me di cuenta de que la frontera del Bidasoa se había convertido en un sitio muy importante en el tránsito de gente de África al norte de Europa. Después de hacer un camino tan largo, haber cruzado un desierto, haber cruzado el Mediterráneo, llegar a la Europa sin fronteras, se encuentran con la frontera del Bidasoa. Y es una frontera que no pueden pasar porque hay controles permanentes de la policía y, si eres negro o árabe, no te dejan pasar si estás indocumentado.

Entonces mucha gente tiene que pasarlo de manera clandestina por el río o por el monte y tiene mucho riesgo, porque un río tiene corriente y el agua está fría en invierno. En este proceso, seis personas perdieron la vida ahogadas y tres personas fueron arrolladas por el tren, porque una vez que pasan a Francia, muchos de ellos van de noche por las vías del tren para no ser vistos por la policía. Es la única manera de saber que vas de un punto a otro y, de hecho, muchos conductores de tren decían que algún día iban a atropellar a alguien y, efectivamente, arrollaron a tres…

Asier Urbieta durante la promoción de La isla de los faisanes

– Al final también es algo muy desconocido por desgracia…

Sí, es una realidad bastante desconocida. Hasta ahora hemos estado con la película en el Festival de Göteborg en Suecia, después en Málaga, en el Festival de Autor de Barcelona y hemos inaugurado el Festival de Derechos Humanos de Donosti. En todos, más o menos, la reacción ha sido muy cálida hacia la película, pero muchos desconocían la historia; nadie sabía que esto estaba ocurriendo y, para nosotros, era importante visibilizarlo.

– Al final dar voz a este terror es muy importante…

Hay tantas noticias sobre migración hoy en día… Está tan de actualidad, desgraciadamente, tanto en el Mediterráneo como en la frontera de México y Estados Unidos, en un montón de partes de Europa… Alemania acaba de poner también controles permanentes de la policía, que parece que estamos inmunizados ante las noticias, porque las leemos pero tampoco nos llegan. La idea era ver si con una película podíamos llegar de una manera un poco más emocional al espectador e intentar que fuera un poco más consciente de lo que está ocurriendo.

En cuanto a esta historia que ocurre en el Bidasoa, se ha hecho un documental que dirigió Fermín Muguruza, donde se habla de la biografía de las nueve personas muertas en esta frontera. Hay un libro que escribió Amets Arzallus, Miñan, que ha vendido un montón de ejemplares; hasta el Papa lo recomendaba. Ese libro ha tenido también una obra de teatro que protagoniza Sambou y lo está petando: llevan 95 funciones en cinco meses. Y ahora la película. Al final, desde diferentes frentes se está contando esta historia para visibilizarla.

– ¿Y cuál ha sido de la película el mayor placer y luego el mayor desafío? ¿Alguna escena en concreto o alguna parte?

La película tenía muchos desafíos. No es una película sencilla, porque es un thriller: tiene secuencias de acción, una persecución, una pelea, una investigación, secuencias con mucha figuración, secuencias en el río con barcas, con fuego… La secuencia más compleja es la del rescate y, por supuesto, es como el detonante de la película.

Es una secuencia muy compleja de rodar porque lo hicimos en un río. Una actriz se tira a salvar a otro actor y hay riesgo real: hay gente que ha muerto en ese río. Tiene corriente y el agua está helada, a unos diez grados.

El mayor placer ha sido la posibilidad de compartir experiencias personales e íntimas con personas negras. Nos juntamos los cinco en una mesa y compartimos nuestras biografías y nuestras experiencias. No solemos tener acceso a que se abran así y ellos se abrieron y nos contaron su vida. Nos sentimos muy privilegiados al ver que, en comparación, en nuestra vida poco teníamos que contar y ellos tenían mucho que contar. Y nos llevamos cuatro amigos, que es muy importante.

Rodaje o presentación de La isla de los faisanes

– ¿Y cómo sería para ti acudir al cine esta tarde y ver la película, pero no tener nada que ver con ella? ¿Qué crees que te despertaría o qué pensarías?

Creo que la película es, o por lo menos eso hemos intentado, un thriller. Van a ver una película que es entretenida y van a conocer seguramente una historia que desconocían, con un mensaje y una reflexión, que es lo que buscamos que haya en el espectador. A veces vemos el cine como entretenimiento, pero también tenemos la responsabilidad de ser un motor de cambio, porque al final es una disciplina artística y nos parece muy interesante denunciar esta emergencia migratoria.

– ¿Habría algo que te llevarías de este proyecto, vivido como director, para revivirlo en otros proyectos futuros? ¿Algo que quieras rescatar?

La verdad es que hay muchas cosas que me llevo. Una, claramente, la experiencia personal con los actores y, otra, con el equipo técnico: haber trabajado con gente del nivel de Pau Castejón haciendo la fotografía, Rüdiger y Elena Setién haciendo la banda sonora, Maialen en el montaje y, sobre todo, Sandra Tapia, que es la productora de la película y ha sido un gusto trabajar con ella a nivel creativo. Espero seguir trabajando con todo este equipo con el que hemos creado aquí.

– ¿Cuál sería para ti la canción más de la película y la banda sonora personal que te acompaña en tu día a día?

En la película hay varios temas preexistentes que son muy importantes. Uno de ellos es Iñaki, ze urrun dago Camerun, de Zarama, que sale en la película y tiene un papel narrativo importante. Otro es Ibaia, de Ruper Ordorika, o el tema que canta Jone, de su grupo. Mi banda sonora personal es muy variopinta: escucho de todo. Me gustan mucho las bandas sonoras y, de hecho, para escribir tengo una lista de bandas sonoras porque, a la hora de escribir, me parece muy interesante escuchar música sin letra para no perderme y que no interfiera.

– ¿Y tu último sueño cumplido y algún sueño pendiente que quieras cumplir?

El último sueño cumplido ha sido rodar esta película y, sobre todo, que se esté hablando del tema; que la película sirva de motor para hablar sobre la emergencia migratoria del Bidasoa. Y un sueño sería que la gente vaya al cine a verla. Para nosotros es muy importante el primer fin de semana y que la peli se mantenga durante mucho tiempo.

– ¿Qué mensaje te darías a ti mismo cuando empezaste en el cine?

Yo empecé haciendo cortos con amigos. Poco a poco ese equipo de amigos se fue profesionalizando y seguimos haciendo cortos. Después he rodado bastante publicidad, luego hice la serie Altsasu y ahora hemos hecho esta primera película. Esperamos seguir rodando pelis.

La verdad es que hay que currar y hacer, y hacer. Para hacer cine, cuando me preguntan qué le diría a un estudiante de Comunicación Audiovisual, suelo decir que hay que rodar; si quieres ser escritor, escribir; si quieres ser director de fotografía, rodar… Hay que seguir trabajando día a día y, al final, salen las cosas. Creo que, al final, es trabajo, trabajo y trabajo, y rodearte de gente interesante, porque el cine es un trabajo en equipo y es súper importante que tengas un equipo que te apoye y que convierta esa cosita en una cosa muy grande.

Asier Urbieta en entrevista sobre La isla de los faisanes

– ¿Y un sitio que me puedas recomendar de tu ciudad que sea especial para ti?

Un sitio de mi ciudad que quiera recomendar… No quiero caer en los tópicos. Pues mira, Rentería, que es mi pueblo. Si estáis en el País Vasco, vais a encontrar una parte vieja hermosa y gente maravillosa. Creo que merece la pena recorrer el pueblo. Tiene un contraste bastante grande entre lo que es la parte vieja y toda la migración que vino a España en los años 60, porque es un pueblo industrial y tiene un contraste muy interesante de gente que ha venido de diferentes sitios del mundo.

– ¿Y un plan perfecto para tu día a día? Más allá del cine, ¿qué elementos tendría?

¿Un plan perfecto? Deporte, andar en bici, correr, pasear por la montaña, nadar en el mar…

Esther Soledad Esteban Castillo

Deja un comentario