Con motivo del cuarenta aniversario de Cuarta Pared, me he reunido con su director y uno de sus fundadores, Javier G. Yagüe, para poder hablar sobre cómo ha ido evolucionando la sala a lo largo del tiempo y todos los próximos proyectos y espectáculos que podremos ver en su programación, incluyendo el inminente Tríptico de la Vida. Si queréis conocerle mejor y adentraros en su historia, no os perdáis la entrevista a continuación.
1. Echando la vista atrás, ¿cómo recuerdas el inicio de la sala y la escuela Cuarta Pared?
Lo que más recuerdo del inicio de la sala y la escuela era la pasión. Éramos todos muy jóvenes, había mucha energía y la sensación de que entre todos podíamos con todo, y que había muchas cosas que cambiar. Estamos hablando de un momento donde la escena en Madrid era muy antigua, una escena que venía del franquismo, con un teatro muy basado en la dicción, y había muchas cosas que cambiar. En ese momento lo que más recuerdo era la voluntad de cambio, que también era una voluntad de cambio de toda la sociedad, porque evidentemente el teatro no es algo diferente a la sociedad en la que se inscribe.
2. ¿Hay algo que eches en falta en la escena teatral actual respecto a la de los comienzos?
Lo que más echo de menos en la escena teatral actual son los equipos de trabajo, el trabajo en grupo. Hoy día se trabaja de manera muy individual, muy freelance, es muy difícil la continuidad de los equipos y eso hace que el lenguaje teatral no evolucione. Cuando te juntas con algunas personas unos cuantos días, semanas o meses, pero luego trabajas con otras diferentes, es muy difícil que los lenguajes teatrales evolucionen; entonces es todo muy efímero y con poco crecimiento creativo.
3. ¿Qué podrías contarnos sobre los ETC?
Los ETC, que es el nombre que la profesión ha ido dando a los laboratorios de investigación, son justamente eso: laboratorios en los que puede hacerse un alto en el camino de la producción. Son momentos donde uno tiene un espacio y un tiempo para investigar, para probar cosas desde un punto de vista creativo, que no tiene por qué tener resultados inmediatos.
La inmediatez, la necesidad de que todo tenga un resultado y una rentabilidad inmediata, va matando creativamente los proyectos, y los laboratorios surgieron como unos espacios donde poder romper esa dinámica y darse tiempo para equivocarse (porque justamente también cuando uno arriesga se equivoca), tener espacio para los errores y, precisamente, eso es lo que permite descubrir cosas nuevas.
4. ¿Cómo crees que es vivir del teatro o del mundo que lo rodea hoy en día?
Hoy en día es muy difícil vivir del teatro. Nosotros siempre hemos considerado que vivimos del teatro, pero no solo de lo que hacemos en los escenarios. Muchos de nosotros, además de la parte creativa, de dirección o interpretación, damos clases o estamos en la gestión cultural, y de todo ello es posible subsistir del teatro.
La idea que tenemos de los actores y actrices, porque lo vemos en las series o las películas, es que tienen un poder adquisitivo alto, pero eso en el teatro es muy complicado, más cuando, desde la crisis de 2008-2010, las giras han disminuido… Es todo bastante complejo, pero esta es una actividad muy vocacional. Poder vivir de lo que te gusta es algo que para mí no tiene precio.
Si alguien quisiera dedicarse al teatro, le diría sobre todo que hay que implicarse mucho y que cuando uno apuesta, al final tiene resultados. Esta no es una profesión para las medias tintas. Es una profesión en la que uno tiene que dar todo lo que puede de sí, y disfrutar de cada momento en que está haciendo teatro. Y, como digo, al final el que siembra, recoge.
5. ¿Cuáles son los montajes que más te atraen especialmente como espectador?
Como espectador me atraen aquellos montajes que me sorprenden. Creo que estamos muy acostumbrados a ver infinidad de montajes en los que tienes la sensación de haberlos visto antes, aunque con otro título, pero que son más de lo mismo. Cada vez es más difícil encontrar cosas que sorprendan, gente que apueste creativamente por caminos diferentes. Y bueno, evidentemente todo el teatro debería ser creación, pero desafortunadamente muchas veces hay mucho teatro que es repetición.
6. ¿Alguna recomendación de tus últimos descubrimientos culturales?
En cuanto a los últimos descubrimientos culturales, estoy volviendo a leer sin un sentido utilitario. He estado dirigiendo durante muchísimo tiempo, muchísimos años, y mis lecturas estaban muy dirigidas a aquello que estaba creando, a aquellos montajes que estaba haciendo. Eran lecturas que me ayudaban de alguna manera a reflexionar y a complementar lo que el propio texto me daba.
Últimamente estoy teniendo el placer de volver a leer sin un objetivo concreto, y eso me resulta muy placentero. Estoy leyendo a Han Kang, que es la última Premio Nobel de Literatura. Me gusta leer a los premios Nobel porque te descubren autores a los que, si no, sería muy difícil acceder. En este caso, Han Kang, una autora surcoreana que me está sorprendiendo mucho, y animo a la lectura a aquellos que quieran sorprenderse.
7. ¿Qué obras o artistas te han marcado a lo largo de tu vida?
Me han marcado como artistas aquellos que tenían voluntad de trascender, de hacer algo que no fuese efímero. En teatro me marcó mucho Peter Brook cuando vi el Mahabharata, que era una obra monumental en tres partes y que duraba nueve horas. Yo la vi de un tirón una vez que vino a España, y eso me marcó profundamente.
Creo que es una de las razones por las que hemos trabajado tanto en Cuarta Pared con la idea de trilogías, de poder hacer proyectos a largo plazo. También Francis Ford Coppola, como director de cine, me ha marcado mucho; toda la trilogía de El Padrino también ha influido en mi manera de ver las cosas. Y, por decir algún autor, recuerdo los autores que leía cuando empezaba a formarme como creador. Recuerdo, por ejemplo, a Milan Kundera, que fue un autor que me marcó mucho cuando empecé a leer sus obras.
8. ¿Un sueño o reto pendiente personal y uno cumplido?
Como sueño cumplido, poder haberme dedicado toda una vida al teatro y vivir de ello. Eso era algo impensable cuando empezaba con 19 años, y qué mayor regalo que ese.
Respecto a un reto personal, quizá en este momento el mayor reto es seguir encontrando desafíos. Según va pasando el tiempo, uno tiene la sensación de que ya ha hecho muchas cosas, y la mayor dificultad es no repetirse: no repetir lo que han hecho otros, pero sobre todo no repetir lo que ha hecho uno mismo. Mi reto pendiente es seguir encontrando desafíos, encontrar mi siguiente desafío.
9. ¿Siguientes pasos u objetivos para la Cuarta Pared? ¿Algo más que aportar o añadir a la entrevista?
Respecto a Cuarta Pared, estamos en un momento de cambio generacional. Siempre nos hemos ido renovando año a año, porque siempre digo que, si hemos existido durante tanto tiempo, ha sido porque hemos sido necesarios. Se lo repito cada día al equipo de Cuarta Pared: seguiremos existiendo mientras seamos necesarios.
En este momento seguimos intentando encontrar cuáles son las necesidades del sector teatral, cuáles son las necesidades de la sociedad, qué es aquello que el público necesita ver, qué es aquello que el público necesita de nosotros, del teatro que hacemos. Ese sería nuestro objetivo: completar este cambio, un cambio generacional respondiendo a lo que la sociedad necesita.
Esther Soledad Esteban Castillo
Lunas Pasajeras 