Entrevista a Aldara Molero, Aitana Sar y Raquel Alarcón por el “Tríptico de la Vida”

Tríptico de la Vida en Cuarta Pared

Con motivo del cuarenta aniversario de la mítica sala Cuarta Pared de Madrid, entre los meses de febrero y abril de 2025 podremos asistir al estreno del Tríptico de la Vida, donde Aldara Molero, Aitana Sar y Raquel Alarcón, tres directoras muy vinculadas a la historia de la sala, han desarrollado varias propuestas escénicas muy personales. Con motivo de estos estrenos me he podido reunir con ellas y a continuación os dejo la entrevista donde podréis conocer todo desde cerca:

1. ¿Cómo te llegó esta propuesta y cómo ha sido llevarla a cabo?

Aitana: A raíz de su 40º aniversario, Cuarta Pared decidió llamar a tres directoras que llevábamos muchos años vinculadas a su sala y escuela. Nos dieron un mismo punto de partida: ¿se puede abarcar la vida?, y como resultado están surgiendo tres producciones distintas que conforman el Tríptico de la Vida.

A partir de ese momento comencé a pensar en qué me interesaba contar a mí. Recordé el cuento para adultos El coloquio de los pájaros, la versión ilustrada de Peter Sis. Es un cuento que siempre me acompaña en momentos de dificultad, complejo y de enorme belleza, que me consuela. Así que decidí comenzar por ahí.

Raquel: La invitación llegó de manos de Javier hace ahora unos dos años, cuando nos convocó a tres directoras para hablar de un proyecto que llevaba tiempo pensando. Nos habló del momento en que él se encontraba como creador, de cómo había llegado a la idea de tríptico y del carácter particular de la propuesta: las tres trabajaríamos a partir de un mismo tema.

Más allá de lo inusual de un proyecto así, lo sorprendente para mí fue que él mismo insistió en que nos proponía un proyecto sin fecha límite de entrada, con tiempos de trabajo conjunto en reuniones periódicas, donde pudiéramos explorar independientemente y contrastar cada cierto tiempo juntas. Esto no es habitual hoy día, ni por los tiempos de producción ni por los tiempos de creación. Creo que es un gesto muy generoso que de alguna manera recoge y da continuidad al espíritu que siempre encontré en Cuarta Pared.

Pero precisamente, tener la posibilidad de abrir un proceso que se rija por inquietudes artísticas sin tener en cuenta otros condicionantes es tan poco común que puede generar una especie de vértigo en determinados momentos, porque la dinámica habitual te lleva a funcionar con otros tiempos. Apropiarse de este proceso, habitarlo y desarrollarlo ha sido todo un trabajo paralelo que he disfrutado y en algunos momentos también he sufrido. Además, el tema era aparentemente muy amplio y era imprescindible vincularse desde un lugar personal. Esto me llevó mucho tiempo al comienzo, hasta que me ubiqué. Y, de hecho, aquella primera charla con Javier ha sido un lugar recurrente al que volver en esa primera fase del trabajo.

Aldara: Esta propuesta llega de la mano de Javier G. Yagüe hace dos años, cuando nos convoca a una reunión a Aitana Sar, Raquel Alarcón y a mí. Y desde esa reunión, que sucede hace dos años, a través de una serie de encuentros periódicos que hemos ido realizando, hemos ido acotando lo que sería el proyecto final del Tríptico de la Vida, donde al final son tres perspectivas diferentes, en tres montajes diferentes, con unas preguntas en común para los tres montajes y que cada creadora ha ido llevando hacia un lugar diferente.

Proceso creativo Tríptico de la Vida

2. ¿Cuáles han sido los mayores retos que te has encontrado en esta función?

Aitana: En la función conviven aparentemente dos mundos: el cuento del que hablo antes y la historia de cuatro amigos en una sobremesa que vienen del tanatorio porque ha muerto otro amigo. El mayor reto era cómo ir de un lenguaje a otro y convertirlo en una sola realidad.

Raquel: Fundamentalmente, y paradójicamente también, defender mi propia pulsión en el montaje. Desde el comienzo me pareció necesario trabajar con la multiplicidad de voces, para reflejar distintas miradas sobre el foco que yo proponía. Y eso se tradujo en crear un equipo de autores, para que cada uno escribiera una historia con un personaje protagonista en una etapa vital distinta.

Evidentemente esto trae una riqueza, pero también una gran complejidad: armar un espacio en el que cada una de esas historias pudiera tener su propia vida, protegiendo la particularidad de cada una de ellas, y que a la vez esa multiplicidad de voces tuviera un recorrido que se pudiera seguir. Esto es lo que he perseguido. Al final, yo también terminé escribiendo un texto breve. Es la primera vez que lo hago y siento que piso un terreno muy delicado que respeto muchísimo, pero el proceso me ha llevado hasta aquí y estoy acompañada de un equipo generoso y abierto que me ha permitido explorar este territorio nuevo.

Aldara: El mayor reto que he encontrado en esta función tiene que ver con mi lugar como creadora. Yo siempre trabajo con mi compañía, con Producciones Bernardas, y esta vez la producción ha sido de Cuarta Pared. He trabajado con un equipo diferente, con un equipo mucho más grande al que estoy acostumbrada, y con una productora detrás como es Cuarta Pared, que tiene 40 años ya de trayectoria.

3. ¿Y los mayores placeres que os habéis encontrado o alguna anécdota que nos quieras destacar de este proceso?

Aitana: El reto que describía anteriormente también está siendo el mayor placer. Estamos disfrutando mucho la sala de ensayos, de construir ahí, de dejarnos sorprender por lo que sucede y divertirnos con ello.

Como anécdota, quizá el hecho de que tanto Kevin Dornan (sonido) como Berta Navas (escenografía y vestuario), en cuanto vieron que en la propuesta había una historia de pájaros, fue lo primero de lo que quisieron huir: que no hubiese sonidos de pájaros, plumas en el vestuario… Pensaron los dos lo mismo al instante.

Raquel: Durante estos dos años he convivido con este proyecto de una forma particularmente íntima. Es verdad que siempre sucede en cada proceso, pero en este caso para mí ha sido muy significativo. Creo que algo de esto se ha transmitido en los laboratorios que hemos hecho hasta ahora, aunque queda la recta final. Aún no hemos entrado en ensayos (lo haremos a finales de febrero y estrenamos en abril) y estamos deseándolo, pero ya hay un vínculo muy especial con todo el equipo y un elenco que se percibe como familia.

Tener a dos niñas en el reparto, Gilda y Viena, que realizan un mismo personaje, también ha influido en esto. Su presencia en sala nos coloca de forma casi inmediata en un lugar eminentemente humano a la hora de trabajar, por encima de todo lo demás. Y eso es bellísimo cuando sucede. Hay algo de nuestra propia relación con la infancia y que ellas traen al presente que es muy propio de este proyecto.

Aldara: El mayor placer que he encontrado, sin ninguna duda, ha sido todo este acompañamiento desde lo creativo que hemos podido tener entre Aitana, Raquel y yo. Todo este compartir en las reuniones el proceso creativo ha sido un placer: poder compartir dudas desde el principio y poder ver también cómo se estaban gestando y creciendo los proyectos de mis compañeras ha sido un regalo.

Equipo artístico Tríptico de la Vida

4. ¿Qué ha significado para ti la Cuarta Pared y las propuestas teatrales que se han ido a lo largo de estos años desarrollando?

Aitana: Cuarta Pared es el lugar que me ha “criado” profesional y personalmente, y es un referente. Ganó el Nacional de Teatro en 2020. Su existencia para el tejido cultural es fundamental y tiene un papel que ha mantenido a lo largo de cuatro décadas y que sigue siendo imprescindible. Esto ha significado que muchos creadores que han empezado ahí hoy puedan ser referentes nacionales e internacionales.

Ha acogido lo diferente, ha dado soporte a las personas que se estaban desarrollando y siempre ha apostado por escuchar voces que no tenían espacios para ser escuchadas. Para mí es el lugar de crecimiento profesional donde empecé a comprender qué era esto del teatro y, a día de hoy, lo sigue siendo.

Raquel: Yo entré en el teatro a través de Cuarta Pared. En esta sala empecé a estudiarlo y más tarde a trabajar como actriz. Después de esta primera etapa pasé varios años fuera y, al regresar a España, pude volver a vincularme a la sala como profesora, y hasta ahora. Para mí es casa, es un referente.

En esta sala vi por primera vez a Angélica Liddell, Veronese, Rodrigo García o Abreu, por nombrar algunos referentes de mis primeros años. Históricamente esta sala ha sido hervidero de nuevas voces y ha favorecido propuestas alejadas de las lógicas habituales de producción. Esto la hace única. Pero si además lo vives desde dentro como alumna, como fue mi caso, la experiencia es un estallido de teatralidad impresionante. Aquí fue donde oí hablar por primera vez de espacios de investigación teatral y donde también alguien me hizo pensar por primera vez que podía interesarme la dirección, antes incluso de que yo misma me lo planteara.

Aldara: Para mí Cuarta Pared es casa, es familia, es oficio, es la escuela donde me he formado como actriz, en la que trabajo como profesora y es un lugar al que sé que siempre puedo volver. Y las propuestas teatrales de Cuarta Pared me han ido acompañando también en mi propio desarrollo como público de teatro. Yo recuerdo Rebeldías posibles como uno de los montajes que más me impactó, y creo que el hecho de poder ir, y de ir tanto al teatro en Cuarta Pared, ha educado también mi músculo en lo teatral como público.

5. ¿Tus últimos descubrimientos culturales que nos puedas destacar?

Aitana: Ahora mismo estoy leyendo mucho a Marjane Satrapi, que me fascina. Estoy también muy obsesionada con Rodrigo Cuevas, que ha sido además muy inspirador para la pieza. Y teatralmente creo que hay creadores haciendo cosas muy interesantes que son muy inspiradores para mí profesional y personalmente: Víctor Velasco, Juan Ollero, Carlos Tuñón, Luis Sorolla, Macarena Regueiro, Mattis G. de la Fuente, Itxaso Larrinaga, Víctor Barahona, Miguel Valentín

Raquel: Me alimenta mucho ver otro tipo de expresiones artísticas, especialmente artes plásticas y artes vivas, además del cine y la lectura como estímulos constantes.

Aldara: Los últimos descubrimientos culturales que destaco, sin lugar a dudas, son los podcasts. A mí me encanta todo lo que tiene que ver con lo sonoro y con la radio, y destacaría dos: Nadie hablará de nosotras, que me parece un regalo cada vez que lo escucho, y Nadie sabe nada. Los podcasts han sido, en estos momentos de estrés, dos maravillas que me han acompañado.

Detalle Tríptico de la Vida

6. ¿Qué elementos/personas/cosas serían imprescindibles para ti en tu tríptico de la vida?

Aitana: Todas las personas que forman parte del equipo se han vuelto imprescindibles para llevarlo a cabo. Miguel Valentín, dramaturgo, y Víctor Barahona, ayudante de dirección y creación, fueron con quienes comencé a trabajar, y sin su mirada, Murmullo sencillamente sería otra cosa.

Después se incorporó el elenco (Nataliya Andru, Marina Herranz, Andrés Picazo y Fran Vélez), que ha sido capaz desde el principio de trabajar con la generosidad que implica convertir un proyecto en propio y pasarlo por sus cuerpos, sus emociones y su imaginario. Y ahora están también trabajando los diseñadores de espacio, luz y sonido (Berta Navas, Nuria Henríquez y Kevin Dornan), dotando la propuesta de más capas. Todo esto arropado por el equipo de Cuarta Pared. Aunque yo sea la impulsora de todo, elegir este equipo humano fue el primer triunfo y es lo que hace que la propuesta sea la que es. Sin ellos, no sé qué sería, pero sería otra pieza.

Otro elemento para mí importante ha sido el tiempo de trabajo. Ahora que todo es inmediato, haber podido cocinar esto a fuego lento para mí ha sido determinante.

Raquel: Sin duda alguna, las compañeras de proyecto en esa primera fase, donde hemos compartido dudas y alegrías; y ahora el equipo artístico que está levantando este montaje, y desde dónde se vinculan. Me fascina ver desde la distancia, de vez en cuando, cómo se va creando el montaje, cómo va creciendo.

En este punto en el que estamos, cuando ya tenemos los cimientos, lo más interesante para mí es que cada una de nosotras, diseñadores y elenco, podamos sentir muy nuestro este proyecto y que nuestra mirada particular sobre este tema tenga su espacio de vibración en algún momento de la pieza. Proteger y favorecer eso.

Aldara: Sin lugar a dudas, mis imprescindibles para mi Tríptico de la Vida serían mi familia, tanto la elegida como la biológica. Mi familia es mi elegido en este tríptico.

7. ¿Algún sueño o reto que tengas pendiente y alguno cumplido que nos quieras destacar?

Aitana: No soy muy de marcarme sueños, prefiero ir día a día, pero si tuviera que destacar una ambición creo que sería la oportunidad de trabajar en proyectos que me emocionen y conmuevan, con equipos humanos de los que aprender.

Raquel: Seguir trabajando en el ámbito de la lírica y, especialmente, volver a encontrarme con mi actriz, a la que tengo abandonada. Siento muchísima curiosidad por descubrir desde dónde me vinculo a la actuación ahora que he pasado todos estos años en el otro lado, en la dirección. Sé que será distinto y tengo unas ganas casi analíticas, de estudio profundo, de reencontrarme desde el escenario. No sé cuándo, pero confío en que este momento llegará.

Aldara: Bueno, algún sueño que tenga pendiente… yo creo que, puestos a soñar, soñaría que el sector teatral sale de la precariedad de manera permanente. Eso sería un sueño maravilloso. Y algún sueño cumplido, pues creo que sería poder pagar el alquiler con mi profesión, es un sueño cumplido.

Escena Tríptico de la Vida

8. ¿Qué tiene que tener un proyecto para conquistarte tanto profesionalmente y como espectadora?

Aitana: Valoro las cosas hechas con profundidad, honestidad y respeto, sea cual sea el estilo o lenguaje. Puedo disfrutar de casi todo, pero si tengo que elegir algo serían los proyectos hechos con valentía, todo lo que no sea quedarse en capas superficiales, sino dejarse atravesar realmente por lo que se está poniendo en juego, sea lo que sea.

Raquel: Que sea un espacio de diálogo con una misma y, por tanto, con el mundo que nos rodea.

Aldara: Un proyecto, para que me conquiste tanto profesionalmente como como espectadora, tiene que ser honesto, tiene que ser honesto con aquello que quiera compartir y con su intención. Creo que hay algo de cuando he visto en escena honestidad y apuesta: son dos palabras que me parecen maravillosas para que acompañen una propuesta creativa.

9. ¿A quién invitarías a que asistiese como espectador de esta función o a quién invitarías a que se uniese a ella?

Aitana: ¡A todo el mundo! Aunque Murmullo parte de una pérdida, de la muerte, y puede parecer muy dramático, sobre todo habla de lo que hacemos para aferrarnos a la vida: celebrar, cantar una canción, llorar y reír, todo a la vez. Creo que es una función de un gran optimismo vital.

Raquel: A cualquiera que esté dispuesto a perder hora y media de su tiempo sentándose en una butaca a sumergirse en otros mundos posibles. Esto hoy en día ya es muchísimo: gente dispuesta a “perder” el tiempo; suena casi revolucionario, ¿no?

Aldara: Invitaría a que asistiese como espectador de esta función a la gente de los barrios que vive en la periferia y que normalmente no ha ido al teatro nunca, o ha ido apenas alguna vez. Invitaría a alguien que no ha ido nunca al teatro.

10. ¿Algo más que quieras aportar o añadir a la entrevista?

Aitana: Daros las gracias.

Raquel: Muchas gracias, espero que puedas venir a ver el tríptico.

Esther Soledad Esteban Castillo

Deja un comentario