LAS RECETAS DE
WORLD CENTRAL KITCHEN
PARA ALIMENTAR LA HUMANIDAD Y LA ESPERANZA
Las recetas de la organización humanitaria de José Andrés que alimenta al mundo.

El Lahmacun, un pan plano con cordero, tomate y especias, fue repartido tras la devastadora explosión que sacudió Beirut. El reconfortante Borsch ucraniano rico en remolacha y pimentón se entregó a los refugiados que huyen de la guerra. También está el Chili verde con pollo, tomatillos y chiles verdes asados que se ha convertido en un clásico de World Central Kitchen. Estos platos, y muchísimos más, alimentan a diario el cuerpo y el alma de millones de personas en tiempos difíciles. Las recetas de este libro son obra de chefs de todo el mundo, activistas comunitarios, antiguos miembros del equipo de World Central Kitchen e incluso de una primera dama y una duquesa. Y los textos que las acompañan nos transmiten la gran dignidad, la infinita perseverancia y el espíritu humano inagotable de sus miembros.
Las recetas de World Central Kitchen recoge platos adaptados a las cocinas caseras, e historias inspiradoras de los chefs y los cocineros locales que han alimentado a las personas afectadas por catástrofes en todo el mundo, así como sus experiencias, que ponen de relieve la tenacidad, la resistencia, la firmeza, la comunidad… Y, sobre todo y ante todo, la esperanza.
Escrito por el mismo José Andrés con ayuda de Sam Chapple-Sokol sobre una de las organizaciones benéficas más importantes y respetadas del mundo, la World Central Kitchen, una organización de reconocimiento internacional que se dedica a prestar ayuda alimentaria en todos los rincones del planeta que sufran cualquier tipo de catástrofe natural, conflicto bélico o crisis alimentaria, jugándose literalmente la vida.
Este libro no es como otros libros de cocina: ¿cuántos libros de cocina de una ONG de ayuda humanitaria has visto por ahí? Los capítulos no están organizados por temporada, plato o ingredientes, sino por los valores de WCK, que nos definen como organización. Nos pareció una buena forma de estructurar este libro.
No solo es una oportunidad para compartir nuestras recetas, sino también las historias tras ellas, y dar a conocer a las personas y lugares que hacen que cada plato sea especial. Sin ellos, no podríamos hacer lo que hacemos.

Muchas de las recetas proceden de cocinas de WCK en todo el mundo y han sido desarrolladas por nuestro personal o por los voluntarios y socios que trabajan con nosotros. La mayoría se crearon para alimentar a muchas personas, pero hemos modi-ficado las cantidades para obtener entre cuatro y seis raciones, sin sacrificar el alma del plato.
Esther Soledad Esteban Castillo
