Entrevista a Manuel Castillo por “El Monstruo de la Fortuna”

Fotograma o imagen promocional de El monstruo de la fortuna

Con motivo del estreno del cortometraje El monstruo de la fortuna, me he podido reunir con Manuel Castillo para poder hablar sobre este nuevo cortometraje y también conocerle un poco más. A continuación os dejo más información del cortometraje y todo lo que nos ha contado.

El monstruo de la fortuna (Manuel Castillo Huber, 2024) ha sido descrito como una de las propuestas más seductoras y atractivas de los festivales recientes. La historia narra el posible encuentro secreto entre la reina Isabel de Borbón y el dramaturgo de la corte Pedro Calderón de la Barca. Ambientada en un único escenario, los aposentos de la reina, la cinta logra capturar el interés constante de la audiencia con una trama que equilibra intrigas palaciegas y la lucha de la mujer por encontrar su lugar en la historia del arte.

Gracias a las magistrales interpretaciones de Raúl Prieto y Maria Olga Matte, la película profundiza en las tensiones de poder y ambición en la corte de Felipe IV, mientras aborda la invisibilidad de las mujeres en la creación artística. Los diálogos, aunque no en verso, incorporan el lenguaje y los matices del castellano antiguo, lo que añade autenticidad y una atmósfera barroca que evoca los mejores trabajos de Pilar Miró. La música y el diseño visual, con tonos que recuerdan a Alatriste y la decadencia de Barry Lyndon, ofrecen una experiencia estética inolvidable.

  1. ¿Cómo nace este “Monstruo de la Fortuna” y cómo has vivido el proceso hasta el día de hoy?

Ramón Salazar y yo nos juntamos hace tres años para crear La Sierra Produce con una idea muy clara: darle voz a personajes e historias que han sido silenciadas. Nosotros, como miembros del colectivo LGTBI, sabemos lo que es sentir el silencio impuesto por la sociedad, y queríamos dar un paso adelante con proyectos que rompieran con eso. Entonces llegó a nuestras manos el guion de César Farah, que hablaba sobre la reina Isabel de Borbón, una mujer fascinante, adelantada a su tiempo, de la que apenas se sabe nada. Nos pareció el punto de partida como primera producción y una oportunidad para poder rendir homenaje a todas esas mujeres silenciadas en el arte y en la vida, a lo largo de la historia.

Hasta el día de hoy, estoy viviendo este proceso como un gran aprendizaje y con mucha alegría desde su estreno. Rodar este cortometraje fue un reto inmenso, sobre todo por tratarse de una producción de época con un presupuesto ambicioso, lo que implicaba recrear el siglo XVII y todo lo que conlleva. Pero desde su estreno en febrero en Medina del Campo, el cortometraje nos ha dado muchísimas alegrías, con un recorrido por numerosos festivales y premios.

Ahora, con la selección para la carrera de los Premios Goya, estamos viviendo un proceso intenso de estrenos y pases en diferentes ciudades y países, y ver cómo el cortometraje conecta con el público y escuchar cómo reciben la historia está siendo realmente increíble y emocionante.

2. ¿Cuál me dirías que ha sido el mayor placer y cuál el mayor desafío de este proyecto?

El mayor placer de este proyecto fue el trabajo con los actores. Poder construir juntos la época y viajar, cada día en los ensayos o durante el rodaje, 400 años atrás. Nos subíamos en una máquina del tiempo para explorar el siglo XVII desde dentro, imaginando cómo vivían, cómo hablaban, cómo se movían Calderón de la Barca y la reina Isabel de Borbón. El proceso de ensayos se extendió a lo largo de tres semanas. Parecía que estábamos ensayando una obra de teatro pero era necesario para lograr sumergirnos en esa época tan concreta y encontrar los deseos que empujan a estos dos personajes.

El mayor desafío, sin embargo, fue componer la banda sonora adecuada. Queríamos usar instrumentos de la época, pero no queríamos que sonaran tan alejados de la actualidad que desconectaran al público. Fue un reto enorme mezclar esos sonidos barrocos con música electrónica para encontrar ese equilibrio perfecto que conectara emocionalmente con la historia y, sobre todo, con la reina Isabel. La música tenía que ser capaz de llevar al público a esa época, pero a la vez hacerles sentir que esas emociones y los temas son actuales. Ese proceso se extendió a lo largo de más de medio año hasta dar con la clave definitiva.

3. ¿Ha sido la idea final tal y como la habías imaginado en un principio?

Nunca va a ser exactamente como lo imaginabas al principio. Cuando llegas a la sala de montaje, es ahí donde realmente te das cuenta de lo que tienes entre manos, y tienes que transformar eso en la película. La película empieza a tomar su propio curso. Durante el rodaje, muchas cosas no se pueden materializar como estaban en tu cabeza, ya sea por falta de tiempo o por imprevistos, y el desafío está en adaptarte a lo que hay en lugar de obsesionarte con lo que imaginabas al 100 %. Ramón estuvo en el rodaje ayudándome en esos momentos para encontrar otras alternativas que creo que incluso han terminado funcionando mejor. Dicho eso, siento que he llegado muy cerca de lo que tenía en mente al principio, y eso me deja realmente satisfecho.

4. ¿Alguna anécdota o secreto que puedas confesar del rodaje?

Para el rodaje, quisimos usar unas lentes para la cámara con las que había rodado Kubrick, recién llegadas a la casa de alquiler en Madrid. Sin embargo, resultaron estar defectuosas, lo que nos obligó a hacer retakes de la primera jornada. Aun así, algunos planos ligeramente desenfocados se quedaron en la película porque, para mí, aportaban algo especial a la historia en momentos clave.

5. ¿Qué canción te recuerda al cortometraje que no tenga nada que ver con el proyecto o qué banda sonora le pondrías?

Uno de los músicos que me inspiró durante el proceso fue DJ Hell, de Múnich. Su música electrónica me ayudaba a desconectar de la atmósfera de la época y me traía de vuelta a la actualidad, sirviendo también como punto de partida para explorar el uso de música electrónica en el proyecto. Aunque nunca llevé esa idea al extremo, su influencia estuvo muy presente.

6. ¿El último sueño que has cumplido o tu último reto bien a nivel personal o profesional?

La próxima semana estrenamos en Chile El monstruo de la fortuna dentro del VitaFest y, además, organizaremos un pase especial en Santiago. Será mi segunda vez en la tierra de mi padre, siendo medio alemán y medio chileno, y estoy emocionado de compartir este proyecto con familiares y amigos después de tantos años sin ir. Poder unir lo personal con lo profesional en esta ocasión es, sin duda, un sueño realizado.

Imagen promocional de El monstruo de la fortuna

7. ¿Qué puedes recomendarme bien de cine, televisión o literatura que hayas visto o leído últimamente?

Recientemente vi la serie sobre los hermanos Menéndez, y debo decir que me ha descubierto un tema que desconocía por completo. He comenzado a ver los vídeos reales del juicio y el documental, y la historia me ha dejado perplejo. Lo que ocurrió es realmente impactante y me atrevo a decir que me creo la versión de los hermanos. Descubrir esta historia, a través de la ficción, ha sido sin duda algo fascinante e inquietante a la vez.

8. ¿Cómo me describirías el cortometraje si no tuvieses nada que ver con el proyecto o lo vieras desde fuera?

Lo describiría como una propuesta de época diferente, lejos de ser lenta: una comedia dramática, con una reina que se salta los protocolos y con un sentido del humor inteligente. Aunque transcurre en una única localización, los personajes la recorren completamente, convirtiendo el espacio en un personaje más. Es un relato que invita a reflexionar sobre cómo no se puede dar nada por hecho y cómo, muchas veces, detrás de un hombre célebre se ocultaba una mujer fascinante en la sombra. Al final, te deja con ganas de saber más y descubrir quién fue realmente esta reina.

9. ¿Algo más por aportar o añadir a la entrevista? 

Actualmente, estamos explorando opciones para distribuir el cortometraje al público general. Por el momento, El monstruo de la fortuna está disponible en Filmin y en la plataforma VeoMac durante la carrera de los Premios Goya 2025.

Esther Soledad Esteban Castillo

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