Hoy os traigo mi encuentro con Pilar Massa, donde hablamos sobre Vincent River de Philip Ridley, la nueva obra que podréis disfrutar el primer fin de semana de noviembre en la sala Mirador de Madrid. Una nueva propuesta diferente, muy necesaria y con mucho que aportar.
Adentrándonos en Vincent River
Según palabras de Massa, estamos ante un thriller muy atractivo y una función que califica como inteligente y hecha para gente inteligente, donde el espectador va desgranando la historia poco a poco y sorprendiéndose a medida que va avanzando.
Tuvieron la función previa el 26 de octubre en el teatro Josep Carreras de Fuenlabrada y, como anécdota, comenta que la gente mayor iba comentando la obra según iban descubriendo la trama, con sorpresa y exclamaciones. Estamos ante una obra sobre delitos de odio de Philip Ridley, un autor inglés que hace teatro “que te escupe a la cara” y sin concesiones, como ya pudimos ver en Alimañas (brillantes) que también nos presentó Pilar Massa.
Ante todo resalta que está muy feliz y emocionada. Ya tuvo muy buenas críticas con Alimañas (brillantes) y se quedó con muchas ganas de seguir explorando al autor y justo le llamaron de la SGAE para presentarle este proyecto, por el cual ya se había interesado ella hace unos años. Cuando ya iba a empezar a montarla la llamaron para entrar en el teatro Español con Es peligroso asomarse al exterior y para ella fue un disfrute maravilloso, pero que le quitó un año de vida al trabajar tanto en ello. Ahora está ocupada con los derechos de la función, ya que cuando estuvo embarcada en el teatro Español lo tuvo que retrasar.
Respecto al futuro de Vincent River, comentaba que no sabe qué ocurrirá, recordando como anécdota un momento cuando tenía veintiún años con Adolfo Marsillach, donde creía que estaban ante un éxito y lo aseguraba, ante lo que él comentaba que nunca se sabe, y ahora con el paso de los años lo entiende. Se siente muy afortunada de poder conocer obras y adentrarse en ellas que estén totalmente alejadas de su vida personal.
Destaca ante todo el gran equipo que ha tenido con la obra: su compañero Eduardo Gallo, la adaptación de Manuel Benito, Olga García en la iluminación, Miguel Delgado en la escenografía, David Tortosa como ayudante de dirección… No sabe bien cómo saldrá, pero resalta todo el cariño del mundo que ha tenido a su alrededor y ahora ante todo está contando una historia que cree que es muy necesaria y que le apetece mucho contar. La satisfacción que le ha dado a nivel ética, política, social y artística cree que no se parece a nada y, sobre todo, hacer lo que le da la gana no tiene precio, comentaba orgullosa. La actriz que interpretó la obra en Inglaterra la describía como un largo poema y está absolutamente de acuerdo.
Acerca de Eduardo, comentaba orgullosa que es su primer papel profesional y que ha comenzado en la escuela de Juan Codina y es, ante todo, un regalo de persona: atento, puntual, muy profesional, sobrecogedor en los ensayos y escuchando y apuntando todo con detalle. Cree que pase lo que pase, sobre todo lo que no va a tener son suficientes palabras de agradecimiento hacia Eduardo. Orgullosa destaca que todo el equipo ha hecho un trabajo maravilloso y la conexión que han tenido sobresale por encima de todo.
Sobre la obra indica también que no es nada obvia, no está manida ni es nada facilona. Es una función donde nadie es bueno ni malo de los que cuentan la historia y donde Pilar Massa representa a Anita, la madre de la víctima asesinada.
Estamos ante dos personajes que no se conocen entre ellos y de los que no sabemos nada en una función que transcurre en tiempo real durante una hora y tres cuartos, con un juego maravilloso que ha creado Philip Ridley dramatúrgicamente muy bonito y donde se van desnudando ambos personajes y conociéndose toda la verdad de todo lo que le ha ocurrido a Vincent.
Desde la primera escena a la última, indica que ha sido completamente un desafío, donde ha trabajado un año entero de su vida antes de ponerse a ensayar. Ella quería dárselo de forma muy clara tanto a su ayudante de dirección como a su compañero Eduardo, ya que, aunque se equivocase, sabía lo que quería contar y cómo hacerlo, siendo un trabajo muy duro pero a la vez muy satisfactorio.
Para ella, lo más difícil del proyecto es apostar por un teatro de este tipo y luchar por ello. Se han metido dentro de los personajes y los han conocido, han hablado con una psicóloga especialista en estos casos y también en shock traumático y les ha ayudado a entenderlo mejor y gestionarlo.
Comentaba seriamente que los delitos de odio han aumentado un setenta por ciento en los últimos años en todo el mundo y, sobre todo, en Europa. Recuerda que cuando tenía veinte o treinta años luchó mucho y, en un momento de su vida, creía que las mujeres y la sociedad estaban yendo por un camino maravilloso avanzando hacia un mundo mejor, pero ahora está muy decepcionada con la sociedad y el momento que estamos viviendo, creyendo que Vincent River y Philip Ridley son un granito de arena en este mundo.
Seriamente destaca también que no puede entender cómo el ser humano mata y asesina de una manera bestial y brutal en grupo por nada, ya sea por motivos raciales, por tu orientación sexual… Es algo que no puede entender, incomprensible, resaltaba la artista.
Una mirada al teatro
Comenta que ahora considera que en la cartelera se presentan propuestas muy casposas y apolilladas, por lo que Massa indica que cree que hay que luchar contra ello para no volver a una época y a un tiempo que no interesa culturalmente hablando.
Resalta que ahora hay que avanzar, creer, crear e investigar con piedad, ya que al final solo se encuentran las mismas propuestas. Echa de menos un abanico de posibilidades teatrales, de lenguajes y teatros diferentes. Cree firmemente que se debe tener una mirada más amplia, más europeísta, más arriesgada y acorde a la capital europea que somos, con una variedad de culturas, géneros, posibilidades, integración, de varias edades en los artistas… ya que las mujeres mayores de cincuenta años tienen mucho que contar y que aportar y no solamente los proyectos con personajes masculinos o femeninos de treinta años.
Incide en que estamos yendo hacia atrás como los cangrejos culturalmente y no se puede permitir, porque la cultura es la base del crecimiento de una sociedad y el entendimiento de lo que nos pasa. La cultura es sanadora y vamos a enfermar si no avanzamos en ella y es algo que resalta que le duele en el alma como una mujer luchadora que ha sido toda la vida y le crea mucha inquietud, explicaba Massa.
Quiere destacar que hay que ser arriesgado, valiente e ir al teatro a pensar, a vernos reflejados, a ilusionarnos, a llorar, a reír, a salir comentando la obra… No solo hacer teatro para colegios, sino apagar los móviles y hacer cultura de la cultura con un abanico de posibilidades en una ciudad como es Madrid.
Una luchadora y una amante del mundo artístico y cultural que sin duda nos ha dejado diversos apuntes y reflexiones que todos deberíamos tener en cuenta. No os perdáis esta función y adentraos en la sala Mirador, ya que seguro nos dejará grandes sorpresas.
Esther Soledad Esteban Castillo
Lunas Pasajeras 