Crítica de “Carmen, Nada de Nadie”

SOBRE EL ESPECTÁCULO

La vida de Carmen Díez de Rivera fue tan excepcional que tiene paralelismos con las tragedias griegas como Antígona o Ariadna. Nacida en unas circunstancias familiares rocambolescas, dentro de lo más granado de la aristocracia española, renunció a los privilegios de clase y llegó a alcanzar un puesto que ninguna mujer ha desempeñado en este país: Jefa del Gabinete de la Presidencia del Gobierno.

Y lo hizo en uno de los períodos más complejos e intensos de la historia de España: la transición. Luchó, a menudo sola, contra todo y contra todos. Poseedora de una voluntad firme, una mirada inteligente, tuvo siempre el propósito de guiar a su país hacia la democracia. Su fuerza y arrojo en este cometido público contrastan con su tristeza y su incapacidad para encontrar la paz interior, rota desde su adolescencia por un secreto familiar que le atormentaba.

Una nueva oportunidad para disfrutar de esta obra tras el rotundo éxito cosechado la temporada pasada. En el escenario, Carmen, interpretada en esta ocasión por Beatriz Argüello, va desgranando los momentos álgidos de su intensa y desafiante carrera política mientras recuerda los episodios íntimos que marcaron su desdicha y su carácter. Por su memoria y por nuestros ojos pasarán algunos de los personajes más importantes de nuestra historia.

FICHA ARTÍSTICA

Autores: Francisco M. Tallón y Miguel Pérez García
Dirección: Fernando Soto

Reparto: Beatriz Argüello, Ana Fernández, Víctor Massán y Oriol Tarrasón

Diseño de espacio escénico: Beatriz Sanjuan
Diseño de vestuario: Paola de Diego
Diseño de iluminación: Juanjo Llorens
Diseño de sonido: Sergio Sánchez
Diseño de videoescena: Elvira Ruiz

Una producción de Tablas y Más Tablas Teatro Español

Crítica

Prepararos para una gran aventura teatral, desde que entráis para vivir un viaje desde el teatro Español por una de las etapas más importantes de nuestra historia contada de una forma muy especial. Una obra que nos representa a figuras que han marcado un antes y un después en nuestra historia y que aún siguen resonando a día de hoy tanto por sus actos como por su impronta personal y lo que significaron desde aquella transición.

La sala Margarita Xirgu acoge una de las obras que ya triunfaron la semana pasada y que con un gran éxito de promoción ha conseguido volver a meterse al público en el bolsillo y agotar todas las funciones bastante antes de terminar su paso por este teatro.

La dramaturgia corre a cargo de Francisco M. Justo Tallón y de Miguel Pérez García, con la dirección del montaje de Fernando Soto y sobre todo un reparto colosal con una primera figura Beatriz Argüello, la gran drama del teatro español, junto a un muy buen reparto donde podemos ver a Oriol Tarrasón, a Víctor Massán y a Ana Fernández. Anteriormente, el papel que hace ahora Argüello lo hacía Mónica López y nos da la oportunidad de ver la obra desde otro prisma. Un reparto muy bien avenido, repartido con una puesta en escena diseñada por Beatriz Sanjuan, con el vestuario de Paola de Diego, iluminación de Juanjo Llorens, sonido de Sergio Sánchez y la curiosa videoescena de Elvira Ruiz.

Carmen Diez de Rivera sin duda tuvo una vida digna de hacer una obra de teatro, una película y ante todo de que todo el mundo conozca su historia y sus aventuras y desventuras. Una gran mujer, un ejemplo feminista y una luchadora de pies a cabeza y de principio a fin. Una heroína que supo luchar y que dio todo de sí misma por su país y que a la vez tuvo varios fantasmas, retos y secretos que no se lo pudieron nada fácil y nunca dejó de luchar. Sin duda, este papel lo desempeña Argüello a la perfección y toda la carga emocional que consigue transmitir en escena al espectador y con esa mirada que puede atravesar a cada uno de los que habitan el patio de butacas.

Con unos diálogos verdaderamente interesantes y que no te dejan respirar a lo largo de su hora y media, permitiéndote ser un espectador y un invitado en momentos decisivos de nuestra historia en un universo paralelo donde podemos revivirlos y ser testigos de primera mano, no ya juzgando la historia, si no permitiendo al menos reflexionar sobre ella.

Una obra que no deja de ser actual y de sorprender, muy recomendable para todos aquellos que ya conociesen su historia y para todos aquellos que no hubiesen tenido la oportunidad de acercarse a esta gran figura de nuestro país. Siempre es enternecedor y muy emocionante poder vivir de cerca de una forma tan bien contada una historia de este calibre y poder acercarnos a esta mujer, que tras su apariencia de mujer invencible se escondía una mujer frágil y a la que el amor intentó cambiar, con un final que por desgracia no merecía haber llegado tan pronto.

Si tenéis la oportunidad no os la perdáis y tampoco le perdáis la vista, seguro que tiene mucho que ofrecer.

Esther Soledad Esteban Castillo

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