Entrevista a Carmen Perona y a Mario Vaquerizo por “La Reina del Convento”

Hoy regresamos a la película La Reina del Convento, donde sin duda nos encontramos con una de las comedias con más esencia de nuestro cine español, con un reparto de altura y bajo la espléndida dirección de Carmen Perona. Por ello pude reunirme con ella y con Mario Vaquerizo, directora y protagonista del film, para poder analizar cómo han vivido todo este proceso.

Regresando al proceso

Como mayor desafío del proyecto, Perona comenta que sin duda ha sido encontrar financiación, ya que parecía misión imposible, mientras que el mayor placer ha sido que el gran reparto de la película estuviese apoyando su proyecto día tras día.

Vaquerizo, por su parte, explicó que para él ha sido poder hacer su primera película, dar vida a sor Juanita e interpretar a una persona maravillosa. Destaca que Carmen ha conseguido que el placer y el desafío se conviertan en sinónimos para él. Sobre su personaje, resaltaba que:

“Es una persona que tiene una fe muy instaurada en su vida, una mujer que no se conforma con lo que le viene dado, sino que tiene coraje y no se achanta. Un personaje que demuestra que pretende y lucha por ser la dueña de su vida y no se conforma con lo que le ha venido. Tiene un carácter y una inteligencia emocional que le ayuda a tirar y no se recrea en el drama ni en el llanto de lo que le ha tocado vivir. Juanita es todo eso, pero siempre con buena actitud, con buena cara y con buena sonrisa. Es un bombón”, comentaba divertido.

Sin duda también añadió que:

“Ha sido algo que no esperaba hacer, un regalo venido de Dios, que en este caso es de Carmen, y a pesar de las dudas decides hacerlo y cuando miras hacia atrás no te arrepientes. Te alegras de haber escuchado los consejos y de haberme sentido arropado por un gran equipo que me ha dado una oportunidad que en mi día a día no me hubiera planteado: llegar a ser protagonista de una película rodeado de esas grandes actrices con las que he podido rodar como Antonia San Juan, María Alfonsa Rosso, Isabel Ordaz, Dulceida, Gemma Cuervo… Es una maravilla, es como haberte muerto y estar en el paraíso, porque creo en el paraíso.”

Ambos coinciden en que el espectador debe estar activo cuando asista a ver la película, ya que muestran una historia que remueve y busca crear consciencia, y no solo ser una simple comedia. Tiene mucho trasfondo y recuerdan que en el rodaje todos acabaron llorando y creando una familia.

Estuvieron un mes en el convento e impusieron que la despedida se rodase al final, y no al comienzo como ocurre en otras películas. Por ello la escena final tiene toda la emoción real que se llevaron del convento, y consiguieron que se rodase tal y como Carmen deseaba, transmitiendo al público la emoción que de verdad estaban viviendo. Recuerdan que antes de empezar esa escena ya estaban llorando y, aunque han atravesado momentos buenos y malos, resaltan que están muy orgullosos del proceso pase lo que pase. Ahora, en plena promoción, les está sirviendo —como indica Vaquerizo— para salvarse del “defecto de la memoria”: están regresando al convento y reviviendo sensaciones, igual que cuando revisas fotografías antiguas y vuelves a ese instante.

Lo que el convento ha creado

Perona destacaba que le encanta recibir el feedback después de ver la película. Muchos conocidos le comentan que la reconocen reflejada en el humor que se respira en la cinta: una comedia que a veces tira al absurdo, pero que a la vez es muy sentimental e inocente. Juega al despiste con sus personajes, pero también muestra figuras que guardan una seguridad o una apariencia que esconde mucho más detrás: como la madre superiora, o María Alfonsa, que bajo una personalidad fuerte e irreverente quizá por celos o por verse forzada a salir de su zona de confort encierra más de lo que parece a simple vista. Lo mismo sucede con la niña cibernética de Dulceida o “la loca piruleta” que interpreta Isabel Ordaz. Los personajes son muy humanos, con muchas dimensiones y nada planos, destacaba la directora.

También subrayaba que desde siempre, tanto en esta película como en su cine, la figura de la mujer ha sido esencial: desde el primer planteamiento en su trabajo de final de grado en la universidad, cuando pensó en dedicarse al cine como mujer y convertirlo primero en un documental, hasta el desarrollo que ha tenido su mirada hasta hoy.

La esencia de la espiritualidad

Perona destaca también otras referencias como la religión o ese espíritu familiar de la comunidad de monjas. Aunque sus padres son ateos, por parte de la familia materna sí tuvo ese entorno, algo que al final se le quedó dentro y reside en su subconsciente.

Mario añadía que tiene un lado espiritual muy fuerte. Respeta a quienes no lo tengan, pero dice que sin esa parte no sería él. La espiritualidad, en cierto modo, le salva la vida; no sigue dogmas, pero cree que lo importante es sentir lo que sientes, aunque no sea tangible, indicaba el artista.

Sin duda, un proyecto muy interesante, tierno y a la vez tremendamente divertido. No perdáis vuestro billete al convento mientras podáis: no os arrepentiréis.

Esther Soledad Esteban Castillo

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