Comenzamos el día con el encuentro con Beatriz Sanchís, una entrevista muy interesante donde hemos podido hablar sobre todo tipo de temas de actualidad, sobre su último proyecto The Gigantes, regresar a proyectos pasados y muchos más asuntos para poder acercarnos mejor a su mundo audiovisual y personal. No os lo perdáis.
Una visión del presente con mirada al futuro
Comenzamos hablando sobre su visión de la industria y el cine tras tantos años de carrera, recordando también el escalofriante dato que se anunció en los Premios Forqué, donde se decía que el 71% de los artistas españoles ingresan menos de 12.000 euros al año, el 48% tiene otro empleo y más de la mitad cobran menos de 3.000 euros anuales. Sanchís resaltaba que hay una cara de la industria que es la que solemos ver, pero la realidad es que hacer cine, películas o dedicarte al medio es realmente complicado. Subraya que es una lucha titánica y constante, incluso cuando tienes momentos de mayor éxito, y que seguir adelante siempre es un acto de valentía con toda la situación que hay alrededor.
Personalmente, comenta que actualmente hace series y películas, pero que mayoritariamente se dedica a la publicidad. No vive ahora mismo de la ficción, a pesar de llevar muchos años dedicándose a ello en diversos campos.
Ante todo, anima a que quien quiera hacer algo y tenga un sueño lo haga y luche por ello. En su caso personal, comenzó haciendo cortos con cero presupuesto, luego pasó a hacerlos con algo de presupuesto y después, tras entrar en Avalon, los cortos más famosos los hizo con ese sistema. Resalta que ahora está con cuatro proyectos y sigue trabajando sobre ideas no terminadas.
Recordando su último proyecto The Gigantes, indica que es una película maravillosa que ha vivido circunstancias algo particulares: no es una película española, sino mexicana, rodada en México, pero dirigida por una directora española, con caras muy conocidas allí pero ninguna especialmente conocida en España como cast principal. Algo que siempre complica aún más levantar el proyecto, financiarlo o darle visibilidad. Por eso nos anima a redescubrirla en Filmin y, de paso, dar visibilidad a la plataforma, ya que actualmente tenemos plataformas españolas que funcionan muy bien y a las que brinda un aplauso cálido, como Movistar, Atresmedia Player o Filmin. Es un verdadero orgullo poder decir que son nuestras y que son maravillosas, destacaba.
Acercándonos a su mundo audiovisual
Una de sus ilusiones y tareas pendientes es desarrollar una comedia, y ahora está trabajando en ello. Se considera una persona muy inquieta y siempre le gusta probar géneros muy diferentes. Otro de sus retos sería hacer un musical, por lo que seguro que pronto tendremos noticias y nuevos proyectos a la vista.
Como referentes del mundo artístico, comenta que hay muchísimos y que actualmente se están haciendo cosas que le atraen en todas las áreas: desde la literatura a otras artes, tanto historias actuales como otras del pasado. Dice que en estos momentos está investigando un suceso real de otra época que le gustaría adaptar y que siempre está buscando proyectos interesantes.
Destaca también que nunca le habían interesado tanto las series como ahora y que en España actualmente se están haciendo proyectos muy potentes. Por ejemplo, Movistar está apoyando propuestas muy interesantes como Poquita fe, que es maravillosa y muestra una forma de hacer comedia brillante. Otra serie que destacó es Todos Mienten y la película Aftersun; ambas le parecieron magníficas.
Algo que le parece especialmente bonito es que grandes directoras estén llegando al mainstream y que ahora se hable de mainstream con nombre de mujer.
Respecto a retomar un personaje del pasado en una nueva historia, indica que tiene una relación muy peculiar con sus trabajos, como muchos directores: acaba tan exhausta después de un proyecto que no vuelve a verlos jamás ni le interesa revisitarlo. Su interés está en visitar nuevos espacios. Tiene muchísimo cariño a todos sus proyectos, pero afirma que termina tan agotada que necesita pasar a otra etapa, como ocurre en la vida. Cree que hay un gusto fundamental dentro de nosotres que no cambia, pero también hay cosas que antes te interesaban y luego dejan de hacerlo. Te gustan los recuerdos, sí, pero también mirar al futuro.
Para ejemplificarlo, recuerda que en The Gigantes le encantan las dos protagonistas, pero también hay una galería de personajes maravillosos a los que tiene enorme cariño y que aparecen en Slab City. Le parecen absolutas joyas y cree que se merecerían una película en sí mismes: son personas que han decidido vivir así, algunas de manera consciente y otras expulsadas por la sociedad; unas por razones ideológicas, otras económicas… marginades que han encontrado un lugar donde vivir, donde el suelo no cuesta dinero, algo que casi en ningún lugar del mundo ocurre, resaltaba con atención.
Recuerdos del pasado muy presentes
Como recuerdos de la pandemia, comenta que la vivió sola en México, y fue muy distinta a las restricciones en España. Además coincidió con que acababa de terminar su segunda película y aprovechó para editarla y montarla desde casa. Era un momento en el que no podías trabajar con nadie ni ir a ningún sitio, así que se lo propuso a su productora, se llevó equipos y siguió trabajando desde casa. Lo vivió con miedo y angustia por estar lejos, y en el mundo publicitario también hubo meses en los que no se podía hacer nada.
Respecto a su etapa en México, dice que fue muy especial: le encantó conocer una cultura totalmente distinta, le sirvió para construirse como directora y avanzó mucho profesionalmente, además de crecer a nivel personal. Destaca que los equipos de trabajo son muy diferentes allí y que vivió un gran reto personal por el cambio tan grande.
Otro momento muy duro que vivió en México fue el terremoto de 2017, cuando te das cuenta de que la vida puede desaparecer en un instante por las fuerzas de la naturaleza, y donde pensó que iba a morirse. Haber vivido esa relación con el peligro, afirma, te hace gestionar la vida de otra manera y replanteártelo todo. Estuvo bastante tiempo traumatizada por aquel hecho.
Recuerda también con especial cariño todos los road trips por Baja California: de los momentos más maravillosos que ha vivido, cogiendo el coche, yendo a la aventura, parando a dormir sin saber qué harías al día siguiente, improvisando, visitando playas y durmiendo bajo las estrellas.
De aquella etapa destaca lo mucho que vivió y conoció, tanto en Ciudad de México como en el país entero: la conexión con la naturaleza, el espacio inexplorado, la sensación de transitar territorios casi sin colonizar por la mano del hombre… Ahora, después de siete años, redescubrir Madrid está siendo una nueva inspiración que está disfrutando mucho: reconectar con su país, verlo con otros ojos y gozarlo. Irte fuera te hace ver la idiosincrasia de tu propio país, con sus cosas buenas y malas.
Respecto al futuro, simplemente quisiera comenzar la siguiente entrevista hablando de sus próximos proyectos y de los desafíos que esté cocinando en ese momento.
Su lado más personal
Ante las recomendaciones de sitios especiales de Madrid que le guste visitar, nos comenta que tiene un perro y le encanta ir al parque de San Isidro y después tomar unas cañas por Carabanchel. También el barrio de Lavapiés, con locales como el café Pavón, La Esperanza, la taberna Errante, el restaurante Maharaj o Toga Restaurante, y por supuesto cines clásicos como el Yelmo Ideal o el cine Embajadores, que ha vuelto a abrir con sus dos salas.
Sobre sus gustos musicales, comenta que es una persona muy ecléctica: le encanta la cumbia, recordando su etapa mexicana, donde escuchaba música en vivo por la calle y se podía bailar; y por otra parte las típicas canciones mexicanas dramáticas y épicas (para cortarse las venas, decía entre risas), porque esa música también le fascina. Además, le gusta el indie de toda la vida y hasta el techno.
En cuanto a la cuestión de si su vida fuese una película, indica que le gustaría que fuese como esas películas donde dan ganas de quedarse a vivir: donde hay un lugar absolutamente libre en el que se puedan transgredir ciertas normas sociales y expresarse con total libertad, como pudiera ser Belle Époque, algo en lo que también se enfoca uno de sus próximos proyectos.
Si tuviese que describir su día perfecto, comenta que le encantan los domingos: esos días en los que te levantas, paseas con una amiga y los perros por la mañana, luego tomas unas cañas en un bar que te guste, vas a comer a un sitio rico y te pierdes hablando mientras pasa el día. En resumen: pasarlo bien, comentaba divertida. Por supuesto, también destaca ir al cine o perderse leyendo, porque considera que no hay nada mejor que la compañía de un buen libro.
En cuanto a su fórmula para la felicidad o para salir de malos momentos, indica que cree que el remedio para la felicidad es tener la voluntad de ser feliz y querer serlo. A veces es fácil dejarse arrastrar por la melancolía, y no hacerlo es un esfuerzo consciente: decir “me está pasando esto”, pero no centrarte sólo en lo malo, sino darte cuenta de lo bueno que tienes y hacer un repaso. Intentar un ejercicio de agradecimiento le ha funcionado siempre muchísimo: pensar “me está pasando algo triste o complicado, pero estoy vivx, tengo gente conmigo…”. Hacer una lista de las cosas buenas ayuda a poner el foco en lo positivo y saca a la mente de ese pozo en el que todes tendemos a caer, más aún en un momento con tanta depresión y ansiedad. Un esfuerzo consciente por estar bien.
Destaca también que es muy relevante regular el tema de la salud mental y la sanidad pública, porque muchísima gente no se puede permitir pagar un psicólogo o un tratamiento psiquiátrico. Hay asistencia en la Seguridad Social, sí, pero a veces tardan seis meses en darte cita. Por eso cree que el gobierno tiene que hacer un esfuerzo grande, porque esta es una pandemia silenciosa: la salud mental es tan importante como la física y no es ningún lujo, comentaba seriamente.
Sin duda, un encuentro muy intenso. No os perdáis todo lo que Beatriz Sanchís nos traerá en el futuro; seguro que encontraréis mil propuestas para robaros el corazón.
Esther Soledad Esteban Castillo
Lunas Pasajeras 
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