
Con motivo del estreno de La Ley del Mar, me he podido reunir con Alberto Ruiz Rojo para hablar sobre este estreno y también poder conocerle un poco más, tanto respecto a su mundo personal como profesional.
Según nos comenta, en La Ley del Mar tenemos una historia de personajes que viven una aventura con mucha emoción y nos presentan una problemática que nos muestra que actualmente todo sigue igual que en 2006 con la emigración, pero contado bajo una mirada muy humana.
Profesionalmente indica que ha sido el rodaje más bonito de su vida por todo lo que sucedió y vivieron, por poder contar una historia importante y, a la vez, la comunión que se produjo en el equipo, afirmando que profesionalmente es probablemente a día de hoy su mejor rodaje.

Como recuerdo, comparte que fue un desafío la cantidad de metraje que hicieron dentro del barco, ya que al comienzo se barajaron diversas opciones como el croma, un plató virtual, un tanque de agua… pero finalmente escogieron la más atrevida y con mayor rendimiento: ir a navegar a alta mar pese a lo que les aconsejaron, ya que iba a ser una locura no poder rodar a partir de las doce, los mareos… pero siguieron hacia adelante y todo fue bien.
En general tuvieron buena mar en verano y les hizo buen tiempo aunque, lógicamente, pasó de todo, con mareos por supuesto… pero rodar en un barco de verdad comenta que genera una realidad que todos viven de forma muy especial. Los tiempos eran mucho más largos y hasta el ambiente era diferente, casi estilo Gran Hermano por la convivencia entre equipo, actores y figurantes… han sido una gran familia, lo han pasado muy bien y cree que eso se ha transmitido al espectador en pantalla.
Cree que algo muy interesante de la serie es cómo se muestra la tesis del hombre contra el sistema con Pepe y la embajadora luchando por hacer lo que es justo, por lo que son los personajes con los que más empatiza, ya que pese a sus deberes profesionales se los saltan cuando es necesario y hacen lo que les pide el cuerpo y les marca el corazón. Empatiza especialmente con Pepe y con su humanidad.

Recordando a su yo de cuando empezó le daría ánimo porque el camino es duro y tiene muchos altibajos, afirmando que es una montaña rusa cualquier carrera profesional donde hay momentos buenos y malos. Pero al final, como decía Napoleón, lo importante no es ganar ni perder batallas, sino no desanimarse. Ruiz cree que ante todo hay que tirar hacia adelante, mejorar y hacer siempre lo mejor. En su profesión están aprendiendo continuamente y quien crea que lo sabe todo está muerto profesionalmente, y eso es lo bonito: da igual los años que lleves, siempre se aprende, indicaba Alberto.
Respecto al futuro le gustaría verse como ahora, viviendo un buen momento profesional y personal con su chica Marina Anaya, con la que ya llevan veinte años juntos. También es artista y destaca que desde siempre se entienden muy bien y se quieren mucho. Les encanta viajar por el mundo, conocer sitios nuevos, ver museos de arte contemporáneo y comer rico. Comenta alegre que ahora están muy contentos con su vida mientras intentan que salgan procesos profesionales interesantes, ya que cree que está viviendo profesionalmente su top one.
Como lugares recomendables, respecto a Cádiz recomienda el atardecer desde la Playa de la Caleta cuando coincide con la bajamar, porque para él ver allí las barcas es precioso. También, aunque es más popular, destaca la Playa de la Victoria, ya que para él es un espectáculo con los personajes que se encuentran allí, las pandillas, los vendedores de playa… cree que es muy auténtico y bonito.
En Madrid se queda con el Parque del Oeste, del siglo XIX, con pasajes de estilo inglés. Para él es una belleza poder ver el atardecer desde allí y además lo tiene cerca de casa, por lo que es un lugar muy especial.

Respecto a sus gustos y referentes cinematográficos, considera que es muy amante del cine de Steven Spielberg con su forma de narrar: le encanta cómo controla las emociones, el ritmo y el pulso narrativo. En busca del arca perdida también le marcó y su pulso le parece fascinante. Por otra parte Woody Allen le parece un genio, y destaca cómo consigue emocionar, la humanidad que muestra, la construcción de personajes y sus historias sencillas que emocionan.
Cree que vivimos la edad de oro de las series, que comenzó con Los Soprano, Breaking Bad, Mad Men, The Wire… Considera que las historias más adultas, comprometidas y complejas están en las series y que en España se está progresando mucho en las facturas, las formas y los contenidos, llegando a trabajos de gran calidad.
Sus sueños futuros son hacer un largometraje. Confiesa que actualmente tiene un par de historias que está desarrollando y escribiendo y que las está moviendo; y por supuesto, seguir haciendo series. Le gustan todos los géneros, pero lo importante para él es que tengan alma. Respecto a La Ley del Mar lo que más le gusta es cómo se cuenta todo, el punto de vista a través de los personajes y, por encima de todo, poder cubrir las historias de los migrantes sin nada moralizante. Su objetivo era meterse en el barco con ópticas muy cortas, cámara al hombro, y que el espectador lo viviera en primera persona. También la música…
Sin duda, un proyecto más que interesante y recomendable que no os podéis perder. No le perdáis la pista porque seguro que nos trae grandes proyectos.
Esther Soledad Esteban Castillo

