
A LA VENTA: 15-1-24
MEDALLA JOHN BURROUGHS DE HISTORIA NATURAL 2005
«Fantástico. Un punto de vista extraordinario sobre el mundo natural»
NATALIE PORTMAN
«La historia ignorada de las plantas más antiguas del planeta»
THE GUARDIAN
Los musgos son las plantas más primitivas. Si alguna vez dando un paseo, en mitad de un bosque, alguien arranca un musgo de una pared de roca o de un árbol, está arrancando plantas que no pueden expandirse con la rapidez con la que desaparecen. Es, por definición, una recolección insostenible y su pérdida tendrá consecuencias que no podemos prever: «Cuando se eliminan los musgos, su red de interacciones se desvanece con ellos. Pájaros, ríos y salamandras los echarán de menos».
Reserva de musgo es el primer libro de la profesora de botánica de herencia indígena Potawatomi, Robin Wall Kimmerer, cuyo interés por estos seres diminutos se remonta a sus años de estudiante universitaria, cuando empezó a escudriñar musgos con lupa durante sus largos paseos por el bosque.
Su pasión por el fascinante comportamiento de estas plantas le ha llevado a estudiarlas durante décadas, un conocimiento que comparte con una escritura delicada casi lírica en esta serie de ensayos personales, donde Kimmerer nos ayuda a comprender cómo viven los musgos y cómo sus vidas se entrelazan con las de otros innumerables seres.
Reserva de musgo nos explica de forma accesible la biología de los musgos con claridad e ingenio: cómo se alimentan, reproducen, sobreviven y comunican estos frágiles seres a los que hay que pararse a contemplar, «escuchar» dice la autora, para apreciar sus dones: «Los musgos son una celebración de lo pequeño. Consiguen desarrollarse al adaptar las propiedades únicas de su constitución a las leyes físicas de la interacción entre aire y tierra. En su pequeñez, tales limitaciones son su fortaleza».
Según la sabiduría indígena una cosa no puede comprenderse hasta que no la conocemos con los cuatro elementos de nuestro ser: mente, cuerpo, emoción y espíritu. Para contar la historia de los musgos, Kimmerer contempla ambos enfoques, el objetivo y el subjetivo, por eso sus ensayos dan voz de forma deliberada a ambas formas de conocimiento: cultural y empírico.
Basándose en su experiencia como botánica, docente y brióloga, Kimmerer explica las peculiaridades de los musgos en términos científicos así como su papel en la naturaleza en el marco de las formas de conocimiento indígenas. El resultado es una homenaje al valor ecológico y cultural de estas diminutas plantas de las que depende una red de vida paralela difícil de imaginar.
«Los musgos practican todos los posibles comportamientos sexuales, desde un frenesí sexual desinhibido hasta la abstención puritana. Hay especies sexualmente activas que producen millones de organismos de una vez, en masa, y especies célibes a las que nunca se les ha observado forma de reproducción sexual alguna. La transexualidad no es infrecuente; ciertas especies alteran su género con bastante libertad»
Esther Soledad Esteban Castillo
