Las guerras de nuestros antepasados

Desde el 25 de enero de 2023

Duración: 85 minutos. 
Edad recomendada: mayores de 16 años.
(Esta recomendación no impide el acceso a la sala)

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Este espectáculo dispone de bucle magnético sonido amplificado con auriculares

Horarios

Martes a viernes a las 20:00h
Sábados a las 18:00h
Domingos y festivos a las 19:00h

Precios

Platea: de 23,00€ a 28,00€
Anfiteatro: de 17,00€ a 24,00€

Precios reducidos los martes y miércoles

• El precio de la entrada incluye IVA y gastos de servicio
• El precio de las entradas en esta plataforma es igual o inferior al precio de taquilla.

Sinopsis

Un grito contra la violencia de las guerras es la línea maestra de la novela de Miguel Delibes Las guerras de nuestros antepasados, publicada en 1975. Desde el nombre del protagonista, “Pacífico”, hasta el final terrible de la obra, el autor vallisoletano defendió a lo largo de sus páginas la paz frente a la guerra y la no violencia como camino de vida.

Como adaptador he querido destacar el carácter complejo de Pacífico Pérez, su sumisión a los poderosos, su resignación casi franciscana ante un destino grabado en su memoria desde la cuna con las historias de las guerras que le contaban el Abue, el Bisa y Padre.. He respetado el esquema original de la novela de las siete entrevistas mantenidas por Pacífico con el psiquiatra de la prisión. En ellas se expresa con plena libertad y con el mejor lenguaje rural castellano, que con tanto acierto le concedió su autor original.

Debo reconocer en estas líneas, ante todo, la gratísima colaboración recibida por parte del actor Carmelo Gómez (natural de un pueblo de León), que con tanto entusiasmo como conocimiento ha trabajado conmigo para “pulir” la última versión del texto que ahora presentamos. Y, por supuesto, agradecer a Jesús Cimarro su apasionada y comprometida participación en este proyecto desde el minuto uno.

Eduardo Galán

Crítica

El Teatro Bellas Artes acoge esta función donde podremos ver uno de los mejores textos de Miguel Delibes con una actuación para recordar gracias a sus actores Miguel Hermoso y Carmelo Gómez que se baten en un duelo dialéctico donde consiguen captar la atención del espectador de principio a fin y absorberle en las historias que nos cuentan en el escenario, siendo más que suficiente su sola presencia y con una verdad y una fuerza que logra atravesarnos y quedar en el recuerdo.

La violencia y las guerras no pueden describirse de otra forma más que con la destrucción a todos los niveles que sufre el ser humano, su alrededor y todo lo que compone su vida. No resulta fácil poder procesar esta experiencia y los cambios irreversibles que se producen en nosotros y en todos nuestros allegados, siendo a veces mortales y cambiándonos sin duda de principio a fin.

Claudio Tolcachir logra sacar lo mejor de sus dos actores protagonistas en una actuación de quitar la respiración, donde logran emocionar, hacernos comprender y sentir como sus personajes a la vez que llevárnoslos en la mente una vez fuera del teatro por bastante tiempo, ya que lo que logran removerte y encogerte el estómago no es fácil de lograr. La presencia y la calma de Miguel Hermoso se funden con la locura y a la par inocencia de Carmelo Gómez que nos deja una de sus mejores interpretaciones con un Pacífico que logra agarrar al espectador y no dejarle ir con su alma guerrera su garra y ganas de agarrarse y resistir ante todos los retos de la vida a la vez que volviendo a renacer una y otra vez gracias a las historias de sus antepasados que comparte con todos nosotros.

Esta obra fue publicada en 1975 pero no deja de ser contemporánea igualmente ya que el tema que trata y la desgracia de la guerra y los horrores que acarrea nos siguen acompañando a día de hoy y las secuelas y los daños que dejan no son posibles de olvidar. La Magia del teatro vuelve a cobrar vida llevando a escena esta importante obra de nuestra literatura española y cautivando con ello tanto a adeptos del autor y su obra como a los recién llegados, pese a que en su día esta obra no tuvo la repercusión que merecía para Delibes.

Una obra que es puro diálogo y sin cambios en su transcurso, diálogos poderosos hechos para el disfrute gracias a sus actores y a su habilidad escénica, que con su final nos deja un toque gris pero no por ello amargo gracias a todo lo que esconde su obra.

No os perdáis una de las recomendaciones de la cartelera que seguro va a dar mucho que hablar.

Esther Soledad Esteban Castillo