La Sala El Sol se rinde ante
la rave de Morreo
Los andaluces hacen «sold out» en Madrid en un inolvidable concierto donde mezclaron su pop de los 60s y 70s con toques electrónicos
Foto: Adrián YR
Que 2023 es el año de Morreo está más que demostrado. El pasado 10 de marzo, los andaluces emprendían el camino que han marcado con su segundo álbum de estudio, «Alegría». Un disco que les coloca en el punto de mira de la crítica y el público, y que trasladan al directo en forma de rave verbenera. Una auténtica fiesta repleta de baile, sintetizadores y en la que, sobre todo, no falta la alegría.
Tras conciertos en Valencia, Alicante, Barcelona y Zaragoza, Morreo presentó su «Alegría Club» —como han bautizado a su nueva gira— en la capital el pasado sábado en la Sala El Sol con completo sold out. Morreo lleva hasta la pista de baile sus nuevos temas, pero también reinterpreta algunos de los singles de su primer disco, «Fiesta Nacional», para los que sustituyen las guitarras por los sintetizadores, y el jangle pop por el house.
La noche comenzó al ritmo de «La Flor de mi Jardín», una especie de bolero electrónico para ir calentando motores y que asentó las bases de todo lo que estaba a punto de suceder. Y es que con «Hola, Corazón» —uno de sus primeros singles—, arrancó realmente la fiesta, con una nueva versión en la que dejan atrás las guitarras garageras para convertirla en un auténtico hitazo de techno-house a base de un bombo muy marcado, luces estroboscópicas y mucho humo. Luego llegó el momento de disfrutar de una de las más aclamadas del nuevo disco, «Los Turistas», que hizo corear a todo el público que bailaba al compás de la bachata. Y la rumba se apoderó de la Sala El Sol con «Pansequito», que despertó la ovación con palmas, quejíos flamencos y más de un bailecito guasón. En «Propina», suspiramos por esa casa en el mar y Joseca animó a todos a cantar a capella el estribillo. En «Pichamán», más de uno se juntó a bailar al ritmo de pasodoble en este tema de desamor y despecho, para dar paso a uno de sus hits más míticos, «Soy un Rayo», también adaptada al formato electrónico.
«Mambo» subió la temperatura de la noche con el seductor mantra «Hazme el amor» y una línea de bajo sensual y más que remarcable. Las declaraciones de amor siguieron con «Nadia», en la que los fans vocearon un «te quiero, te quiero, te quiero» honesto hacia Joseca, Germán, Jaime y Antonio. Los saltos llegaron con la enérgica «Alegría» y «La Higuera», que abrió el apetito de un público que sólo quería más y más. Y, de pronto, Germán se lanzó a la pista de baile con «El ritmo de la noche», que despertó la emoción de las masas y que finalizó en pogo en «Pesadilla pop», consiguiendo el clímax de un show irrepetible.
La noche llegaba a su fin, pero aún quedaban algunas joyas como «Soy y Sombra», y, el hit «Mosquito», uno de los singles más pegadizos y adictivos del dúo, que dejó a todos con una sonrisa de oreja a oreja, perfecto para finalizar ese viaje lisérgico del que todos habíamos sido partícipes.
Esther Soledad Esteban Castillo
Lunas Pasajeras 