Crítica de Queen Lear

FECHA

15 septiembre6 noviembre 2022

PRECIO

De 6 a 22€

HORA

Martes a domingo / 19h

DURACIÓN

1 hora y 50 min

LUGAR

Teatro Español / Sala Principal

Goneril, Regan y Cordelia, hijas de la reina Lear, reciben la inesperada noticia de que su madre ha decidido librarse del peso de la corona y repartir el reino entre ellas. A cambio de tanta generosidad, pide tan solo respuesta a una perversa pregunta: ¿Quién de vosotras me ama más? La negativa de Cordelia a participar en este peligroso juego de halagos y mentiras desencadena la furia de Lear que, abandonando a la caridad del rey de Francia a su hija menor, reparte su herencia entre las otras dos a condición de ser acogida por ellas, junto a sus cien caballeros, por turnos mensuales. Pero el inexorable destino se irá encargando de desvelar la verdadera naturaleza de cada una y demostrará que las reglas del poder también pueden ejercerse desde un nuevo y revolucionario lugar: el corazón.    

Juan Carlos Rubio

«¿Qué diferencia un rey de una reina? ¿Por qué utilizar el pasado para tratar la complacencia y la soberbia? ¿El ejercicio del poder desde el modelo de patriarcado conlleva la violencia o pretende la paz? ¿Acaso hay oculta la voluntad de hablar de una educación que sigue vigente o es que la formación nada tiene que ver con el poder? ¿Tal vez la realidad tenga más que ver con fragmentos que con una continuidad escénica o es que nuestra apetencia nos lleva a poner la lupa donde nos duele o donde encontrar la luz?

Así fuimos imaginando los diferentes porqués, los que nos convocan hoy a tratar el tema de la crueldad humana reflejada en todas las variantes del poder. Pero, sobre todo, nuestro empeño está en proponer otra manera amable y concreta de ejercer el poder y sus variedades. El teatro sirve para poner un espejo delante y que nos sirva como reflexión, como posibilidad de transformación o como ventana de libertad, aunque solo sea para poder gritar al perverso cotidiano.

Me interesa reflejar que esta historia forma parte de la historia del ser humano, así es la estética, en consonancia con las ideas, en un espacio movido, dolido, y con cierta idea de óxido. Sugerir una naturaleza recreada, mientras se canta a pleno pulmón para intentar buscar la alegría con alcohol y pastillas para dormir. Sadomasoquismo, ceguera ante el amor… todo rueda, hasta que se para y se vacía, en un espacio sonoro de profunda tragedia.

Aún en los mayores desiertos pueden crecer ciertas flores, las más atrevidas…

Estos han sido algunos de los motivos de por qué una mujer, el porqué de esta Queen Lear. No se debe explicar más; permitamos que sea el equipo de creadores, actrices y actores quienes nos desvelen otros impulsos, pasiones e ideas que están por florecer.

Agradezco a Juan Carlos Rubio el haberme propuesto esta aventura que desde hace años va en busca de la dignidad».

Natalia Menéndez

AVISO AL PÚBLICO: Comunicamos a los espectadores que este espectáculo utiliza aparatos de luz estroboscópica con lo que puede afectar a personas con problemas de epilepsia.

FICHA ARTÍSTICA

Texto: Juan Carlos Rubio con la colaboración de Natalia Menéndez, a partir de la obra de William Shakespeare

Dirección: Natalia Menéndez

Con: Mona Martínez, Beatriz Argüello, Sara Rivero, Amaia Sagasti, Marta Guerras, Lander Otaola y Alberto Jo Lee

Diseño de espacio escénico: Alfonso Barajas

Diseño de vestuario: Alberto Valcárcel

Diseño de videoescena: Pedro Chamizo

Diseño de iluminación: Luis Perdiguero

Diseño de espacio sonoro y composición música original: Luis Miguel Cobo 

Movimiento escénico: Mey Ling Bisogno

Ayudante de dirección: Pilar Valenciano

Ayudante de escenografía: Laura Ferrón

Una producción del Teatro Español en coproducción con Entrecajas Producciones Teatrales SL

Reseña

Juan Carlos Rubio vuelve con una gran propuesta al Teatro Español de Madrid totalmente recomendable, donde la magnitud y la presencia de la función se funden con las tablas de uno de los teatros más míticos de Madrid, con clásicos que se presentan más modernos y contemporáneos que nunca, con una versión del clásico de Shakespeare feminizado y llevado a cabo por Natalia Menéndez, donde veremos la diferencia que habría entre el reinado femenino al masculino.

La familia siempre es de las partes más importantes de nuestra vida pero no siempre trae lo que esperamos o nos depara lo que se considera que debería ser lo normativamente correcto y siempre es así pasen los años que pasen o se trate de la historia o época que sea. Las guerras hay que saber cómo afrontarlas ya que puede que si no tenemos cuidado acaben con nosotros mismos.

En esta ocasión el ansía por el poder y la avaricia, consigue convertir en un tornado lo que parecía una familia feliz y una relación de hermanas totalmente normal y envidiable, en un juego de cartas donde todos terminan enseñando su mejor baza y mostrando su faceta real, demostrando que no es oro todo lo que parece y en quien menos creíamos confiar a veces es quien más lo merece. Los sentimientos verdaderos pueden ser complejos de transmitir y la forma en la que sean mostrados puede denotar la verdad que realmente esconden aunque no sea nuestro deseo.

Estos versos se funden en un torbellino de fuerza y fuego por dos grandes actrices que nos dejan dos grandes interpretaciones con momentos impactantes entre Mona Martínez y Beatriz Argüello, en una lucha interna de amor/odio con sus personajes, todo ello con la amplia experiencia en las tablas que es más que evidente. Esta reina Lear parece que hubiese sido creada para que Mona la encarnase con su fuerza y su garra. Argüelo destaca con el tono cómico que consigue darle a su personaje en la segunda parte del espectáculo en contrapunto a la primera parte más dramática y potente, pero ambas partes casan de una forma buenísima.

Las tres hijas también nos dejan grandes momentos en escena complementándose muy bien con las interpretaciones de Sara Rivero, Marta Guerras y Amaia Sagasti donde podemos ver cómo van cambiando sus estados y la diferencia de registros que nos van dejando, incluso con su propia banda sonora y momentos rítmicos, donde también veremos alguna parte audiovisual donde la reina hace una gran declaración de intenciones y sin duda ninguna falla con los cambios de registros que acontecen en la función.

La escenografía resulta sencilla pero realiza un juego con los efectos audiovisuales y las luces escénicas que se une al mensaje que se busca transmitir perfectamente. El vestuario está a cargo de Alberto Valcárcel y también está muy bien escogido para la historia como podréis ver.

Alberto Jo Lee y Lander Otaola ponen el punto masculino con unos personajes totalmente contrarios entre sí y que entre sí traen tanto la calma, como la pasión y también la desesperación y el desconcierto.

Una propuesta diferente que destaca ante todo por su poder escénico y sus poderosas interpretaciones en una historia que te dejará con un sabor agridulce pero sin duda con el gusto de haber disfrutado de una buena obra teatral.

Esther Soledad Esteban Castillo

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