Entrevista a Antonio Hortelano por “La fuerza del cariño”

Antonio Hortelano en La fuerza del cariño

Antonio Hortelano está representando actualmente La fuerza del cariño, una obra llena de pasión, verdad y realidad, mostrada de una forma agridulce pero capaz de traspasar a todos los espectadores gracias a la unión de un equipo ya consolidado.

Para ellos es un reto y un desafío disfrutar la obra y hacer que el público la disfrute, más aún dada la situación actual, ya que en estos tiempos la lucha es constante. Regresar a la función después de un parón tan largo hace que vuelvas de una forma distinta y puedas aportar otros matices.

Al final, el tiempo lejos de las tablas se convierte en un periodo de reflexión para valorar las cosas de otra manera. Has podido vivir otras experiencias y, al volver a poner la obra en pie, vas probando cosas nuevas que antes no habías probado; a veces llegas incluso a hacer menos de lo que hacías, te vas pausando y ejecutas todo de una forma mucho más tranquila y reposada.

De esta función también destaca que la obra tiene vida y aprovecha para sacar algo especial de cada persona. Todas las escenas le gustan mucho y son muy importantes para él, ya que, de una forma simple y con muy poco, consiguen contar y transmitir mucho más allá. Recalca que la función es un reflejo de cómo la vida te pilla por sorpresa: al final, con el paso del tiempo, valoras todo y terminas poniendo cada cosa en su lugar y, en el caso de la obra, se trata de dos personas muy jóvenes que se casan y, aunque no son muy maduros, comparten un amor prácticamente eterno.

De momento, y a pesar de la situación que estamos viviendo, siguen manteniendo todas las funciones. Aunque tuvieron que cancelar Málaga en un primer momento, han podido reubicar la fecha en diciembre y la ciudad no se ha quedado sin la obra, que podrá volverse a disfrutar. Un bonito recuerdo del regreso fue la primera función en Medina del Campo, muy emotiva, ya que además era la última función de Marta Guerras y la bienvenida a Sara Moraleda.

Su relación con Magüi Mira comenzó con Las Amazonas: le presentó la función en los ensayos, se la propuso y le encantó. Desde entonces han coincidido en más proyectos, por lo que la relación profesional y personal se ha vuelto muy especial.

En nuestra conversación recordamos grandes momentos como la función de Burundanga que, pese al paso de los años, siempre vuelve y se convierte en un reencuentro, además de destacar su gran amistad y relación profesional con Gabriel Olivares. También surge Dos más dos, donde el mayor recuerdo fue trabajar con amigos, algo que hizo que la obra fluyera sola. El guión y la dirección de David Serrano eran sencillos pero muy bonitos. Hortelano resalta que gracias a un buen equipo consigues que las cosas salgan y fluyan de forma natural y que, además de estar rodeado de gente maravillosa y amigos, lo más importante es aprender como profesionales y hacer todo desde el corazón.

En esas funciones que se mantienen años y años en cartel, como Burundanga, que ya ha superado los ocho años en escena y sigue llenando a diario, se da una magia especial: se convierte en esa obra que vas recomendando y surge el boca a boca. Gusta por una peculiaridad muy clara: es una función muy especial con un tema escabroso a la que se le ha dado completamente la vuelta. Aunque al principio existía cierto miedo sobre cómo se la tomaría el público, finalmente fue todo un acierto.

Tampoco pudo faltar mencionar el regreso a la pequeña pantalla, gracias a las plataformas digitales, de Compañeros. Es una serie que no se ha quedado antigua, sigue siendo demandada por el público y refleja que se hizo de una manera muy especial, con personajes e historias que salen y fluyen. Es una ficción con mucha vida y mucha luz.

Durante la cuarentena nos cuenta que ha estado haciendo cosas que normalmente no puede hacer y siempre aprovecha para leer y descubrir cosas pendientes, como por ejemplo a Hemingway o Giordano.

En estos tiempos también destaca, por encima de todo, la grandeza de disfrutar en directo de una obra. Aunque se graben, no hay nada mejor que vivirla tú mismo y compartir el momento con el público que rompe a reír, a llorar, y también la importancia del silencio en una función. Al final, el teatro es una escapatoria que nos permite reír, llorar, mirar a nuestro alrededor y salir de nuestro interior.

Sin duda, fue un placer hablar con Antonio Hortelano y poder ver cómo es su punto de vista y cómo está siendo su reencuentro con La fuerza del cariño y con un público que estaba tan deseoso de la función y, sobre todo, de volver al teatro.

Esther Soledad Esteban Castillo, Madrid

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