
Elton John visitó Madrid para regalarnos su último concierto en nuestro país antes de su más que merecida retirada, emocionando a un público más que entregado que abarrotó el Wizink Center de Madrid dándolo todo en un concierto de casi tres horas donde nos dejó sus temas más famosos y aunque no estuvieron todos los que deberían ya que si no habríamos estado más de seis horas, el cóctel fue inmejorable.
Un escenario de cuento que llenó de nostalgia, energía, frescura y la hizo mítica en esta noche de música donde sonaron clásicos de nuestra historia musical que han perdurado durante generaciones y que no siempre tenemos la suerte de poder escuchar en vivo y en directo, y este último privilegio lo disfrutaron todos los asistentes que no dejaron ni un hueco libre en esta noche tan especial.
Un punto y a parte que siempre quedará en nuestra memoria y ahí es donde se demuestra cuáles son las leyendas que realmente merecen estar donde estar, ya que pudimos compartir noche con un artista cercano, que celebraba el final de cada canción con el público, al que aún le emocionan los aplausos y las palabras de cariño y que demostró y mencionó todo el amor que siente por el público a la par que contaba historias de sus canciones o recordaba el pasado, y aunque como bien dijo somos su alma y su corazón, necesita comenzar de nuevo su vida aunque tenga que ser alejado de los escenarios.
Bennie and The Jets fue la primera canción con la que abrió el concierto provocando la locura colectiva, siguiendo sin parar canción tras canción descansando solo para beber agua y saludar al público. Tiny Dancer sin duda fue otra de las más esperadas de la noche, siguiendo tan solo dos canciones después con la esperada Rocket Man, que sin duda presentó a lo grande y a la altura para una de sus canciones más reconocidas.
Poco después llegaron Sorry Seems To Be The Hardest Word y Candle in the Wind, dejando momentos más que emocionantes para una noche difícil de olvidar.
Un momento clave de la noche fue cuando habló de su etapa de los 90 que podemos ver y conocer en la película que ahora tenemos en cartelera, Rocketman, y habló de su asociación para ayudar a los enfermos de sida y todo lo que está consiguiendo, resaltando ante todo que el amor es la cura y no podemos estar más de acuerdo.
Don’t let The sun go down on me, I still standing o Saturday Night’s Alright for Fighting fueron otros de los temas que fueron levantando el ánimo de todos los asistentes, destacando ante todo la buena conexión con la banda y los momentos a solas con su piano instrumentales que no son capaces de alcanzar por cualquiera.
La parte final llegó con dos de las canciones más esperadas, Your Song y Goodbye Yellow Brick Road, las cuales no podían faltar y fueron el broche final perfecto para una despedida que realizó ascendiendo y atravesando el escenario, muy acorde al resto del concierto.
Solo queda decir gracias y seguir disfrutando de sus canciones por el resto de los tiempos.
Esther Soledad Esteban Castillo, Madrid
