El cine de animación continúa reinventándose, ofreciendo historias cada vez más potentes junto a tecnologías visuales que sorprenden y emocionan. Más allá del color y el movimiento, muchas de estas películas transmiten mensajes valiosos que tanto niños como adultos deberían escuchar, pues nunca dejamos de aprender, y el cine es una de las mejores formas de hacerlo.
En esta ocasión, unos muñecos considerados “feos” por fuera pero llenos de belleza interior son los protagonistas de esta historia. Les ponen voz tres grandes artistas del panorama musical: Chenoa, Nerea Rodríguez y Blas Cantó.
Esta aventura supone no solo una propuesta cinematográfica divertida y entrañable, sino también la primera experiencia en el doblaje para Nerea y Chenoa. Con motivo del estreno, pude reunirme con ambas para hablar sobre cómo vivieron este proceso.
Lo que más destacan es el mensaje que transmite la película: la naturalidad con la que trata la imperfección y cómo se integra sin que el espectador apenas lo note. Si asistieran a verla como simples espectadoras, ese sería el mensaje con el que se quedarían.
Ambas continúan inmersas en sus carreras musicales. Chenoa compagina la música con su presencia televisiva en Zapeando y Tu cara me suena, mientras que Nerea disfruta su salto al teatro musical con la exitosa La Llamada. Las dos están abiertas a nuevas experiencias y emocionadas por los proyectos que puedan llegar.
Subrayan la importancia de detenerse, vivir el presente y reflexionar. La valentía las ha llevado hasta donde están, mostrándoles facetas de sí mismas que desconocían. Aunque siempre queden sueños por cumplir o cosas por cambiar, coinciden en que la valentía conduce a la felicidad.
Si pudieran regalar una canción a sus personajes, Nerea elegiría Tu segunda opción, mientras que Chenoa se decantaría por A mi manera. Además, Chenoa recuerda su libro Defectos perfectos, cuyo espíritu encaja plenamente con la película.
La perfección está en la diferencia y en la imperfección. No dejéis pasar esta película, porque promete un rato cinematográfico inolvidable.
Esther Soledad Esteban Castillo, Madrid
Lunas Pasajeras 