Rosa Díez: “Lo que hemos dado y recibido nos ha cambiado y nos ha hecho mejores”
A mediados de 2007 un pequeño grupo de ciudadanos, muchos de ellos miembros del colectivo cívico ¡Basta Ya!, tomó la decisión de fundar un partido político con el objetivo de defender el Estado y regenerar la democracia, superar el eje derecha-izquierda y plantar cara al viejo bipartidismo, incapaz de resolver los problemas que ellos mismos habían creado y al borde de un colapso que se materializaría solo unos pocos años más tarde.
¿Cuáles han sido los movimientos esenciales en la política española desde entonces? ¿Qué papel ha jugado UPyD en ese período? Rosa Díez tiene algo que decir al respecto, y su versión contrasta de forma fundamentada con la de las voces críticas del proyecto de UPyD, para el que reclama su lugar en la historia reciente de España.
«No hemos tenido rédito electoral, pero sí éxito político. Hemos triunfado, sí, porque nuestras ideas han ido penetrando en la sociedad y han cambiado el paradigma político en España. Hemos demostrado que tenemos sentido de Estado, porque hemos hecho política pensando en las próximas generaciones. Sentíos orgullosos, magentas, porque es vuestro mérito. Lo que hemos dado y lo que hemos recibido en cada puerto nos ha cambiado y nos ha hecho mejores. La historia de España ha pasado a través de nosotros y nosotros le hemos incorporado nuestro propio acento. Y eso ha sido bueno, y nadie podrá cambiarlo jamás.»
Con motivo de este lanzamiento pude reunirme con ella y conversar sobre el libro y mucho más en un encuentro que os dejo a continuación:
Entrevista
—Habrá sido toda una aventura escribir este libro y hacer un recorrido por toda vuestra historia, como ya bien dice el título del libro.
Sí, la verdad es que sí: escribir un libro como este, en el que pretendía contar nuestra historia y el trabajo por España de UPyD en estos últimos ocho años y, a la vez, la historia de España. Es un libro en el que cuento la historia de España en el sentido de las cosas importantes que ocurrieron en nuestro país en esos años —que fueron muchas—, entreveradas con nuestra propia historia, o viceversa. Hacer memoria tiene mucho interés porque yo misma me había olvidado de cosas que habíamos protagonizado directamente. Cuando te pones a recopilar intervenciones y propuestas es muy enriquecedor. He disfrutado mucho.
—Para usted tuvo que ser impactante recordar tanto las partes más buenas como las más complejas y mirar tantos años hacia atrás…
Todo ocurre con mucha velocidad; todo se hace viejo casi inmediatamente. Eso también me llevó a tomar la decisión de escribir el libro. Creo que hay que escribir la historia, contar la verdad —la verdad es la verdad, no las versiones—, y cuando es comprobable, es honesta. Esta que fue nuestra tarea y nuestro trabajo, con el que prestamos un servicio a España, forma parte del patrimonio del conjunto de la sociedad, al margen de los protagonistas. Es historia de España, aunque sea en minúsculas.
—Ahí queda para toda la vida y también de enseñanza para los que no lo conocen.
Efectivamente. Hay gente que se sorprende cuando lee el libro y descubre cosas que no sabía. Son hechos que se pueden comprobar. No sobran adjetivos ni es un relato adjetivado; es un relato fiel.
—También lo mejor de esta nueva representación de la historia es poder leerlo todo contado por usted.
Sí, en primera persona. Cuenta el trabajo de muchos y la influencia que esos muchos tuvieron en la historia de nuestro país; pero, claro, al estar en primera persona mi impronta está en la selección de lo que me parece más importante.
—Lo bueno es que no haya habido presiones ni limitaciones de ningún tipo.
No, no ha habido ninguna limitación. Me dieron total libertad; si no, no lo habría hecho. Solo me exigieron la fecha de presentación del libro, y ya la he cumplido.
—¿Y cuánto tiempo ha durado la composición del libro?
La editorial me contactó a finales de mayo del año pasado. Empecé a estructurar en agosto, escribí el primer capítulo en septiembre y entregué el manuscrito en enero. Fueron unos tres meses efectivos de escritura. Necesito encontrar primero el título; luego organizo el esqueleto y, después, el cuerpo. Con el título y la estructura, el libro se fue configurando con capítulos, citas marco, un orden cronológico desde 2007 —con algunos capítulos temáticos— y un prefacio.
—Habrán sido meses muy intensos de trabajo…
Por supuesto. Cada libro es distinto, como cada hijo. La circunstancia cambia, tú cambias, y todo eso se nota. El anterior era una recopilación de mi blog; este es una creación nueva.
—La verdad es que uno siempre debe seguir creando sueños e innovando…
El día que dejas de crear es que te has muerto. Uno se muere cuando deja de tener inquietudes o curiosidad.
—¿Le ha cambiado personalmente este libro respecto a los anteriores?
Escribirlo, verlo completo, presentarlo y escuchar a la gente me ha dado tranquilidad, paz interior y orgullo colectivo por el trabajo bien hecho. Sentirse orgulloso exige haber hecho algo.
—¿Hubo alguna parte más compleja al rememorar todo?
No especialmente. Los desengaños o traiciones duelen, pero son marginales en el conjunto. No marcan la historia de UPyD.
—Es un acto de valentía mostrar los hechos tal y como son en estos tiempos…
Orwell decía que decir la verdad en tiempos de penumbra es un acto revolucionario. Nosotros hemos sido revolucionarios en transformar. Hay que decir la verdad, decidir con autonomía y, si te equivocas, que sea por ti. Fundamos un partido cuando nadie daba un duro, porque hacía falta. Si hace falta, se hace.
—Es de valorar que aún queden personas tan valientes pese a todo.
Chesterton decía: “La aventura puede ser loca, pero el aventurero ha de ser cuerdo”. La aventura parecía loca, pero el aventurero sabía lo que quería.
—Y eso suele dar miedo a muchas personas…
Nunca pensamos si era difícil: si no lo fuese, no sería necesario.
—¿Tiene alguna idea para un próximo libro?
No todavía. Con el verano, las presentaciones paran. Ya veremos.
—¿Alguna anécdota inesperada en estas presentaciones?
Muchas. En Santander, una mujer me dijo que quería que cuando su hija fuese al colegio este libro fuese de lectura obligatoria. En la Feria del Libro, otra señora contó monedas para comprarlo y regalárselo a su marido. Esas cosas no se pueden pagar.
—¿Cuál es su método para arreglar un mal día o una mala racha?
Soy positiva. Busco la parte buena; si no la encuentro, me digo: mañana. Relativizo.
—Este libro sería una gran película.
Ojalá a alguien le interesara.
—Libros de cabecera.
Si esto es un hombre, de Primo Levi; poesía (de Tagore a García Montero); novela negra; y ensayos de Chesterton.
—Banda sonora de su vida.
“Wind of Change”, de Scorpions (también para UPyD). Y “(Everything I Do) I Do It for You”, de Bryan Adams.
—El día perfecto.
Cada día puede serlo; no hay que diseñarlo.
—¿Repetiría un momento del pasado? ¿Un sueño futuro?
El pasado forma parte del presente; no hay que revivirlo. No sueño: hago. Nada es imposible.
Esther Soledad Esteban Castillo, Madrid
