ENTREVISTA A MARÍA HINOJOSA
Entrevistamos a María Hinojosa, una de las protagonistas de la serie Dreamland de Cuatro. Bailarina, actriz y cantante, ha trabajado con artistas como Rihanna o Shakira y ha brillado en grandes musicales y programas de televisión. Cercana, segura de sí misma y luchadora, nos abre su corazón para que sus seguidores la conozcan mejor.
Si aún no la habéis descubierto, estáis tardando: leed todo lo que María tiene para regalarnos.
1_ ¿Qué ha significado y qué está significando para tu vida Dreamland?
Dreamland para mí ha sido un máster, tanto en lo profesional como en lo personal. Me ha enseñado a conocerme muchísimo más, a afrontar mis miedos con seguridad, a confiar más en mí y, sobre todo, ha sido un reto: no volver a decir “no puedo” o “no sé”. Si no puedo, lo intento; si no sé, aprendo. Ahora mismo podría decir que Dreamland ha reunido los años más felices de mi vida.
2_ ¿Te identificas con Rosa o es un personaje alejado de tu personalidad? ¿Hay algo de ti en ella que te haya marcado?
Rosa se parece muchísimo a mí. Su vida no tiene tanto que ver con la mía —por lo que se refiere al cabaret de Daniela—, pero sí se fue joven de su casa para trabajar e intentar conseguir su sueño. En personalidad somos idénticas: es luchadora y desconfiada; la han traicionado mucho y por eso es más bien reservada y observadora.
3_ ¿Te ayudaron tus experiencias en Hoy no me puedo levantar o Fiebre del sábado noche para Dreamland?
Trabajar en musicales me ayudó muchísimo a crecer. Ese tipo de trabajos te hacen más profesional: te dan experiencia y te permiten admirar a la cantidad de artistas con quienes compartes escenario. Hoy no me puedo levantar, mi primer musical, me marcó mucho: era mi primer trabajo fuera de Tarragona, la ciudad donde me crié, y ahí empecé a ver lo que era esta profesión, con sus inseguridades y competitividad. Por supuesto me llevé amistades muy buenas, pero también se me hizo difícil la estancia: éramos muy jóvenes y a veces echo en falta que nos apoyemos más; en vez de envidiarnos, admirarnos y aprender unos de otros. Fue una gran escuela: me enseñó a crear un escudo, ser más fuerte y centrarme en crecer sin dejar que nadie intente impedir que cumpla mi sueño. En Dreamland, mi relación con Ángela recoge muchas de las situaciones vividas allí.
En Fiebre del sábado noche compartí escenario con artistas de larguísimo recorrido; no había función en la que, aunque no estuviera en escena, no me quedara entre cajas viéndoles y absorbiendo. En los ratos libres nos intercambiábamos clases y conocimientos de danza. Increíble (muy parecido a Dreamland).
4_ ¿Cómo ha cambiado María desde que llegó a Madrid hasta hoy?
¡Ufff…! María ha cambiado muchísimo. Siempre he sido luchadora: cuanto más se complican las cosas, más merece la pena luchar. Antes era más débil e influenciable; mis expectativas eran bailar en musicales o con cantantes. Hoy soy una persona más fuerte, con las ideas claras, con ilusión y ganas de trabajar duro; que me expriman y exprimir para alcanzar mis objetivos. Desde que llegué a Madrid he vivido muchas cosas, retos que te pone la vida —que es muy caprichosa— y puedo decir que, con mi edad, he pasado por muchas experiencias buenas y malas.
5_ ¿Qué recuerdas de tus actuaciones al lado de Rihanna o de Shakira?
Con Shakira compartí solo dos días: es trabajadora, exigente, no le falta detalle, está en todo —bailarines, decorado, luces, sonido…—. Realmente admirable.
Con Rihanna tuve bastantes actuaciones en varios países. Se me ponen los pelos de punta al recordarlo. Los ensayos eran en Londres y el nivel era altísimo: no había nadie que no controlara todos los estilos. En los descansos nos dejaban salir a tomar el aire… ¡y nadie salía! Nos quedábamos delante del espejo a “picarnos” con giros, acrobacias, estiramientos… Al principio yo salía y me miraban raro, ¡y acabé picándome también! Ellos aprendían de mí y, sobre todo, yo de ellos. Lo mejor era la humildad y el respeto por la danza y por los compañeros. Volví a España con ganas de repartir esa mentalidad: aquí, por las circunstancias de poco trabajo y escasa valoración, a veces perdemos seguridad. Pero si no hay trabajo, invéntalo y sin miedo si de verdad amas tu profesión. Lucha y no te rindas.
6_ ¿Cómo fue la etapa de bailar en Operación Triunfo y Mira quién baila?
OT 2009 y Más que baile fueron experiencias que me encantaron. En OT había muchísimo trabajo: muchas coreografías en muy poco tiempo y había que defenderlas como se debía; fue un gran aprendizaje y gané mucha rapidez mental para aprender. En Más que baile —me atrevo a decir que mi programa favorito y uno de mis trabajos preferidos— es increíble las narices que le echan quienes no son profesionales de la danza. Me encantaba la mentalidad de todos y el ambiente era INCREÍBLE. Disfrutaba enseñando a los concursantes y viendo su progreso día a día. Además, creo que no me he reído tanto en mi vida: ¡cada día pasaban mil anécdotas!
7_ Tus referentes musicales e interpretativos.
Interpretativamente me encanta Natalie Portman. Y no solo por Cisne negro: Closer, V de Vendetta… ¡todos sus trabajos me fascinan!
8_ ¿Qué canción pondrías como banda sonora de tu vida?
¡Muchas! Según mi estado de ánimo escucho una u otra; es difícil elegir. Ahora mismo digo: “Happy”, de Pharrell Williams.
9_ Lo mejor y lo peor de ti misma.
Lo peor: soy súper cabezona e impulsiva. No sé si llamarlo “lo peor”, pero soy bastante independiente. Tengo a mis amigos y a mi gente, pero quienes me conocen saben que necesito momentos de soledad para reflexionar, leer, relajarme… Eso sí, si mis amigos me necesitan, me planto delante en un abrir y cerrar de ojos. Me suele agobiar la gente dependiente (hablo de relaciones personales): me gusta la gente autosuficiente que, en vez de agarrarse a tu vida, comparte su vida en la misma línea contigo. Que respete y admire tu forma de ser, y a la inversa.
Lo mejor: nunca me rindo. Soy perseverante y me gusta poner el alma en todo lo que hago. Una amiga me dijo que ejecuto cada paso como si fuera el último de mi vida. Me encantó. En lo personal, soy cariñosa, bromista… me gusta sonreír a la vida.
10_ ¿Recuerdas el primer momento en que decidiste dedicarte a tu profesión?
No lo recuerdo con exactitud: me dejé llevar. De pequeña bailaba y competía en gimnasia rítmica muchos años; luego bailes de salón con toda la familia —sí, sí: padres y hermanos—. Creo que ese fue el punto de inflexión: bailes de salón a tope y el inicio de la carrera de clásico, cuando por todos lados me decían que me fuera a Madrid. Fue difícil despedirme de toda una vida en Tarragona con 17 años —amigos, familia—. No puedo evitar acordarme de la cara de mis padres: creo que nunca hemos llorado tanto. No llevan bien tenerme fuera, pero su apoyo es del 200%. A mis hermanos les costó menos: mi hermana es enfermera y, en su tiempo libre, es una máquina de danza del vientre: mi inspiración oriental.
Mi hermano también se dedica a la danza; vive en Madrid y es mi gran apoyo aquí. Su fuerza de voluntad me inspira: dejó su vida en Tarragona con 24 años —trabajo fijo, piso, amigos, familia— por una pasión, y nunca ha parado de trabajar. En mi familia podemos decir que esta pasión viene en el ADN (¡jajaja!).
11_ ¿Qué valoras más y qué no soportas en una persona?
Valoro la fuerza de voluntad. En los tiempos que corren veo muchos ejemplos de autosuperación en amigos y conocidos, ¡y me encanta!
No me gusta la dependencia ni la falta de coraje ante la vida. Más que no gustar, me da rabia. A veces me dan ganas de ser psicóloga y repartir charlas (risas). Hay que luchar por la vida. Mi filosofía es que todo pasa por algo: aunque creas que una situación es mala, no lo es; son retos para aprender, ser más fuerte y conocerte mejor. En el amor, nadie muere de amor: hay que volar y aprender de cada relación.
12_ Un recuerdo de tu vida para guardar siempre.
Sinceramente, Dreamland. He tenido muchas vivencias, pero, venga lo que venga, esta ha sido única e incomparable. Nunca la olvidaré.
13_ Tres sueños por cumplir.
- Hacer más series y cine en España y en el extranjero.
- Trabajar en esta profesión hasta que el cuerpo aguante.
- ¿Casarme en la playa? (risas)
En lo profesional, sueño con dedicarme a esto lo máximo posible. En lo personal, lo que cualquiera desearía: salud, trabajo y amor.
Esther Soledad Esteban Castillo, Madrid



Quien diga que María es una cara muy bonita, un cuerpo sobrenatural, cincelado; una manera de bailar enloquecedora, dice bien pero dice poco. María es una cabeza muy bien puesta y un espíritu maduro y fuerte, todo al mismo nivel del resto de características que la adornan y la hacen inclasificable porque no se parece a nadie, solo a ella. Enhorabuena, joven mujer. Apuesta por lo que quieras y apuesta muy alto porque uno solo debe ponerse las metas que pueda alcanzar y las tuyas se pierden en la ionosfera.