ENTREVISTA A PAU TEIXIDOR

Nos reunimos con Pau Teixidor para hablar sobre Purgatorio, su primer largometraje lleno de terror y suspense. Una película que atrapa por su historia, sus personajes y la visión de un director que, tras varios proyectos destacados, logra ver plasmada su primera obra en la gran pantalla.

La película nació tras ganar un concurso de guiones en una web de cultura cinematográfica con Leyenda. Fue un orgullo para Teixidor, ya que participaron cerca de cuatrocientos cortos y cien guiones.

De momento, el filme avanza con éxito: críticas positivas y un público muy cariñoso. Ahora queda esperar a la exhibición y la producción, explica el director.

Su paso por el Festival de Málaga fue una experiencia fabulosa. Allí, donde el suspense no suele tener tanta presencia, Purgatorio destacó al unir suspense, terror y fantasía, convirtiéndose en la película de género del año, según recuerda Teixidor.

Oona Chaplin se unió al proyecto en verano. Compartía la misma visión que el director y aceptó con entusiasmo: tras rodar Juego de Tronos un domingo, al día siguiente ya estaba en el set de Purgatorio. Para Teixidor fue un privilegio contar con una actriz internacional como protagonista.

El director también destaca el talento de Andrés Gertrudix y Ana Fernández, quienes siempre fueron sus primeras opciones. Conseguirlos no fue fácil, pero ahora se muestra muy orgulloso del reparto.

El rodaje se realizó en tres semanas en un piso de Seseña (Toledo), dentro de un pueblo fantasma que reflejaba a la perfección el estado mental de la protagonista. Teixidor vivió allí dos meses y asegura que la gente fue encantadora. La ambientación, la iluminación y el look general estaban muy definidos desde el inicio.

El título Purgatorio simboliza el estado mental de la protagonista, trasladando esa transición de lo psicológico a lo físico. La película mezcla terror, misterio, thriller y drama psicológico, sin renunciar a un trasfondo metafórico sobre la situación actual del país. Para el director, el cine también debe invitar a la reflexión.

Entre las anécdotas del rodaje, Teixidor recuerda el ritmo vertiginoso sin apenas descansos. Incluso el actor más joven, Sergi Méndez (12 años), trabajó jornadas maratonianas interpretando a un niño gamberro y malicioso. Un papel complejo con el que el director buscaba mostrar que ningún niño es malo por naturaleza.

El mayor desafío fue sacar adelante el guion con tan poco tiempo y dinero. El rodaje, montaje y posproducción fueron procesos rapidísimos. Una de sus escenas favoritas es la llegada de Daniel con Ana, cuando Oona Chaplin abre la puerta: un diálogo fantástico. Las más difíciles, las del ascensor, por rodarse en un espacio reducido y con espejos.

Como recomendación cinematográfica, Teixidor nos deja The Conjuring. ¿Preparados para enfrentar vuestro Purgatorio?

Entrevista realizada por Esther Soledad Esteban Castillo. Madrid.