Entrevista a Eduardo Velasco por “El Encuentro”

ENTREVISTA CON EDUARDO VELASCO


Eduardo Velasco

Entrevistamos a Eduardo Velasco, la otra parte indispensable de El Encuentro, la obra teatral que nos devuelve al pasado y nos impulsa a cambiar el presente.

Un actor que lleva demostrando su amor por este arte desde hace mucho tiempo y que de nuevo vuelve a arriesgar por sacar adelante un arte que peligra —o intentan hacer que peligre—. En esta entrevista hablamos sobre la obra y sus impresiones. Si queréis conocer a Eduardo en su esencia y también en la de Carrillo, no os perdáis esta entrevista.

1_ ¿Qué idea fue la principal que se despertó en ti para luchar por sacar adelante El Encuentro?
Transformar, cambiar, proponer, participar, reinventarse, autoemplearse… Son muchas las ideas y las necesidades que nos llevaron a plantear El Encuentro e intentar sacarlo adelante. Ante la situación que estamos viviendo desde la cultura, desde el teatro, solo nos queda este camino de la autogestión. Si hacíamos algo tan personal, debía ser el tipo de teatro que queremos hacer, aunque fuese en principio una propuesta arriesgada.

2_ Tenemos un encuentro donde el ingenio, la empatía y la lucha por una causa toman protagonismo. ¿Cómo es para ti encontrarte cara a cara cada noche con José Manuel Seda?
Un lujo. José Manuel Seda es un maravilloso actor y un gran amigo con el que tengo muchísima complicidad. Salir a escena cada día y encontrarte una función nueva es motivación para un actor. Entre los dos jugamos a sorprendernos en el escenario, explorando cada día nuevos caminos en el juego de seducción que ambos personajes tienen para llevarse la partida a su terreno. Y eso hace que el espectáculo esté lleno de vida y de verdad.

3_ ¿Y qué sentimientos corren por dentro de ti cuando das vida a Carrillo en una situación tan compleja?
Uf, muchos. Carrillo fue un gran estratega político que jugó una partida muy complicada en aquella época. Provoca, por tanto, una línea emocional y de pensamiento que te hace estar en alerta continua sobre el escenario. Estudiar cada gesto y cada movimiento del otro personaje al mismo tiempo que reordenas tus estrategias para convencer al otro es apasionante. Ambos tenían una gran necesidad de entenderse pero, al mismo tiempo, una gran desconfianza.

4_ ¿Cómo hubiese sido para ti interpretar a Suárez?
Pues supongo que igual de apasionante. La verdad es que nunca me lo he planteado.

5_ ¿Qué le preguntarías a Carrillo si hubiese habido la posibilidad de encontrarte cara a cara con él?
Muchísimas cosas. Pero la principal sería: ¿de qué se habló en aquella reunión? ¿Cómo fue ese primer contacto visual y ese primer apretón de manos? ¿Qué vio en los ojos de Suárez para que la química entre ambos personajes consolidase esa complicidad que mantuvieron en vida?

6_ ¿Qué ha dejado en ti Carrillo?
Capacidad de diálogo y escucha. Quizá me está dejando más huella todo el proceso de producción de este espectáculo que el propio personaje. Sacar adelante un proyecto propio, tal y como está la situación, deja poco tiempo a reflexionar sobre cómo está incidiendo en tu vida real. Con tantos frentes abiertos no da tiempo a parar para pensar en esto. Supongo que dentro de unos meses podría responderte con más convicción a esta pregunta.

7_ ¿Podemos ver alguna parte de ti en él?
Muchas. Un personaje siempre tiene mucho de ti cuando lo interpretas, puesto que basas tu trabajo en tu propia idiosincrasia como persona. Los seres humanos tenemos un mismo patrón emocional que condiciona nuestra forma de actuar y el intérprete solo tiene que adaptar su maquinaria emocional a la conducta o patrón del personaje que interpreta. Pero siempre desde la propia verdad del actor.

8_ ¿Lo más complejo y lo más placentero de este personaje?
Lo más complejo, asumir las concesiones; aceptar las condiciones que le impone el otro personaje para llegar al acuerdo. Lo más placentero, la humanidad de ambos: fueron capaces de entenderse, de dialogar apartando los rencores y el odio que durante 40 años condicionaron la vida de este país. Y aún lo sigue condicionando.

9_ ¿Cuál es la mayor dificultad al encarnar a una figura real?
No caer en la imitación, en la caricatura. Respetar que es un personaje aún vivo en la memoria colectiva del espectador.

10_ ¿Alguna anécdota en estas funciones?
Público que ha venido incluso tres veces a ver la función, que comenta las jugadas en voz alta mientras estamos en el escenario, que se emociona y nos pregunta con avidez sobre el espectáculo al salir. El público joven sale realmente entusiasmado por ver en 1 h 20 minutos parte de la historia de este país contada de una forma tan amena y llena de intriga y suspense.

11_ ¿Algún momento especial que recuerdes de los ensayos?
El frío tan grande que pasamos en la nave donde ensayamos en Sevilla durante esas navidades y el calor humano de un equipo maravilloso que lo dio todo por el espectáculo. Lo mejor de Avanti Teatro y sus dos propuestas es, sin duda, el equipo humano que consiguió llevarlas a cabo.

12_ ¿Cómo ha sido para ti afrontar un guion tan denso y complejo?
Un camino largo y difícil. La idea surgió hace cuatro años. Desde entonces fueron muchas reuniones, muchas charlas para convencer al equipo y hacerles ver que se podía hacer, que la tarea era muy complicada, pero que paso a paso podíamos conseguirlo. Y aquí estamos después de años de investigación y documentación y de un camino lleno de obstáculos. Producir teatro sin ayudas ni apoyos de ningún tipo no es nada fácil hoy en día.

13_ ¿Qué sentirías si te sentases a ver la obra como espectador?
No lo sé, tendría que verlo como espectador para decirte. Pero supongo que, siendo un espectáculo tan personal y que define el teatro que me gusta hacer, creo que me emocionaría, y bastante.

14_ ¿Tu escena favorita y la más difícil de esta obra?
Cuando tocamos la memoria histórica y se pone sobre el escenario el pasado reciente tras la Guerra Civil y los 35 años de dictadura. Para mí es, sin duda, el eje central del pacto entre ambos.

15_ ¿Cómo me describirías esta obra desde un punto de vista externo?
Una invitación al diálogo de la clase política y la sociedad española. Un repaso a nuestra historia reciente. Un punto de vista sobre el futuro de este país que aún no cerró las heridas del pasado. Un ejercicio de interpretación donde dos actores se enfrentan día tras día a una partida de ajedrez emocional en la que la intriga y el suspense sobrevuelan el escenario manchado por el humo de sus cigarrillos. Teatro, puro teatro.

16_ ¿Algo que guardarás para siempre en ti de El Encuentro?
La satisfacción de realizar una idea desde sus orígenes hasta su estreno sobre un escenario. La absoluta certeza de que imposible no es nada si ponemos todo nuestro empeño en conseguir algo. El amor y la pasión de un equipo que lo dio todo para conseguir alcanzar nuestros objetivos. Porque sin amor, sin pasión, esta profesión que compartimos no es nada.

17_ ¿Algún reto pendiente en tu carrera?
Superar todos los obstáculos que se nos pongan por delante y conseguir afianzar esta forma de hacer teatro que estamos proponiendo. Los retos pendientes son los proyectos nuevos por venir. Y de esos ya tenemos alguna idea rondando nuestras cabezas.

18_ ¿Algún personaje o registro que tengas ganas de abordar en un proyecto futuro?
Muchos, pero vayamos poco a poco. Estamos reflexionando sobre tres grandes temas de cara a futuras producciones: la justicia, la familia y la libertad. El tiempo, la economía y nuestras propias energías irán decidiendo cuál de ellos ganará y será el próximo espectáculo de Avanti.


El Encuentro

19_ ¿Sueños para el 2014?
Un contrato en alguna serie de televisión que me ayude a recuperar la maltrecha economía que se te queda tras producir dos espectáculos de teatro en un año. En cuanto a Avanti Teatro, nuestro sueño es conseguir tener el operativo necesario para poder trabajar con dignidad nuestras propuestas: local de ensayo, furgoneta, material técnico necesario… Una casa en el campo con una nave para ensayar de lunes a viernes sería ideal. Pero para eso tendrán que pasar unos cuantos años más.

20_ ¿Algo más que aportar?
Vengan al teatro; sin público el teatro no es nada. Estamos hasta el 30 de marzo en la Sala Pequeña del Teatro Español y, a partir del 11 de abril, con El Profeta Loco en el Teatro Galileo.


El Profeta Loco

Esther Soledad Esteban Castillo, Madrid

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