Entrevista a Malena Alterio por “Emilia”

Entrevista con Malena Alterio por Emilia

Entrevistamos a una de las actrices más queridas de Lunas Pasajeras y por todos nosotros. Tras sorprendernos con multitud de papeles y reinar con su faceta cómica, ahora llega con una gran obra teatral que no os dejará indiferentes: Emilia. Tras conmovernos en Los hijos se han dormido, sigue con el propósito de volver a rasgar nuestros corazones, y sin duda lo ha conseguido.

Gran persona, muy humilde, bondadosa y gran actriz, Malena Alterio nos dejó una entrevista para recordar.

¿Cómo te embarcaste en este proyecto tan especial?

Fue a través de Ana Jelín, que lleva PTC –la productora–. Con Claudio había tenido un acercamiento que no llegó a materializarse cuando él hizo Todos eran mis hijos. En ese momento tuvimos una entrevista, pero no pudimos concretar nada porque yo estaba ocupada con televisión. Pasó el tiempo y mi viaje con Ana Jelín y con el grupo PTC comenzó tras un casting para la obra Los hijos se han dormido de Daniel Veronese. Cuando estaba haciéndola, surgió la posibilidad de este proyecto que llevaba Claudio y, como nos habíamos quedado con las ganas anteriormente y me encanta Claudio, me lo propuso y le dije que sí incondicionalmente. Estoy muy feliz de este encuentro con este hombre tan maravilloso.

Además ha sido un lujo tanto la dirección como el reparto

Creo que si se cogen todas las entrevistas que he hecho en el teatro parece que siempre digo lo mismo, pero es que tengo, como se dice soezmente, “una flor en el culo”: me tocan compañeros maravillosos en los que puedo confiar plenamente, donde puedo mirar a los ojos de los personajes que interpretan y entregarme. También es el trabajo que fomentan Daniel Veronese y Claudio: trabajo en equipo, jugar entre nosotros, modificarnos, no estar nunca solos ni trabajar para el público sino para el compañero. Son pequeñas familias que se van creando.

Ya van varias funciones

Sí. Estrenamos en Avilés en octubre, hicimos funciones allí y el 9 de enero en Madrid. Luego seguiremos viajando. Lo de Madrid ha sido genial: antes de llegar, cada obra es distinta según el espacio y, como la obra todavía no está engrasada, cuesta encontrar los ajustes. Aquí hemos podido hacerla en continuidad, engrasarla y disfrutar mucho.

Habrás notado también una gran evolución en los personajes…

Para mí es una obra con tantos recovecos y capas que, hasta que deje de hacerla, seguiré encontrando cosas nuevas. Son personajes complejos y algunas cosas quedaron abiertas a nuestra elección. Hay un camino diario y momentos como actriz que surgen de forma distinta cada día. Mi personaje no expresa con la palabra, pero sí con el silencio.

Eso también es mucho más bonito y sentido…

Es más complicado porque son cinco personajes y el espectador se guía por la palabra. A veces los silencios dirigidos por Claudio también cuentan, y dependen de la interpretación del espectador. En el silencio caben muchas cosas y mi misión es que llegue el conflicto y la problemática del personaje.

Algo que puede hacer reflexionar y cambiar al espectador…

Me encanta de Emilia que desde el minuto uno empiezas a preguntarte cosas: dónde están, quiénes son, qué les pasa, si están cuerdos o locos, vivos o muertos… Termina la función y sigues preguntándote. Cada interpretación es distinta y hay mucho debate. El texto es precioso.

¿Hay alguna parte más complicada para ti?

Lo más complejo es que, al no expresarse con palabras, Carolina camina en una cuerda floja. No está satisfecha donde está, trata de sobrevivir y su refugio son las ausencias. Como actriz debo estar presente, manejarme en esa línea y construir todas mis fantasías y deseos, a dónde se va Carolina en sus ausencias. A veces es difícil viajar ahí.

Debe ser muy difícil controlar los sentimientos en esas ausencias mientras ves a tus compañeros…

Intento estar concentrada en lo que tengo que estar desconcentrada.

Vamos, que es un personaje de los que se te quedan adentro

Se queda dentro la energía de todos. Es una función dura, con mucha violencia no física pero emocional, que remueve. Al terminar necesitamos un rato para bajar esa intensidad… aunque unas cañas ayudan.

¿Tienes algún momento favorito en la obra?

Me gusta todo el viaje, cuando no pienso y la energía me lleva. Si tuviera que elegir, sería hacia el final, cuando tomo una decisión, pero todo el recorrido es necesario.

¿Y cómo describirías a tus compañeros?

Difícil. Son personajes complejos también. Gloria Muñoz lidera como capitana y maestra: maravillosa actriz, precisa, sencilla y generosa.
Con Alfonso Lara es la segunda vez que trabajo; es peculiar, generoso y seguro.
Daniel Grao es fantástico, un galán por descubrir, buen compañero.
David Castillo es maravilloso, muy joven pero atento, respetuoso y con gran talento.
Hay mucho amor entre los cinco, y sin amor no se podría hacer esta obra.

Así que pasaremos por todos los estados del amor

Con todo: lágrimas, sudor, angustias. Ponemos todo eso en los personajes, que al fin y al cabo somos nosotros.

¿Hay algo con lo que te quedarías de ella o le pondrías?

A todos mis personajes les presto lo que soy. Todos me han hecho crecer y nos completamos.

¿Queda algo pendiente por mostrar de ella en la función?

Aclararla más sería ensuciarla. Es un personaje misterioso y lleno de secretos. Está bien como está.

¿Qué elemento te gustaría rescatar de Emilia y llevar siempre contigo?

La forma de trabajo con Claudio: sencilla, placentera, sin sufrimiento, aunque la historia sea dura. Me encanta que no se subraye nada y que el espectador construya la historia.
La primera vez que la leí me pareció un thriller con algo turbio que engancha. Tiene recovecos, puesta en escena cuidada, un punto onírico y abstracto. Incluso sin escenografía podría funcionar. Albert Boadella la definió como una “delicatessen”.

Además la anterior obra también era intensa…

Incluso esta supera a la anterior, que era una adaptación de Tío Vania, más suave y melancólica. Emilia deja mal cuerpo.

¿Te queda algún reto interpretativo?

Me muevo según lo que me ofrecen. Me gustaría volver con Claudio y hacer una comedia tras dos dramas. Me da igual el medio. Tengo un repertorio variado y me enorgullece poder cambiar de registros.

Y para nosotros es un lujo verte en tantos registros

Y para mí que os guste y tengáis curiosidad por seguirme.

Recomendaciones:

  • Libro: Todo lo que era sólido, de Antonio Muñoz Molina.
  • Canción: La reina de África, de Javier Ruibal.
  • Película: Todos queremos lo mejor para ella.
  • Obra: Emilia y 30/40 Livingstone.

Esther Soledad Esteban Castillo, Madrid

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