Entrevista a José Luis García-Pérez por “Diario de un Loco”

ENTREVISTA CON… JOSÉ LUIS GARCÍA-PÉREZ

Entrevistamos a uno de los mejores actores de nuestra época, alguien que ha cambiado la industria para bien desde su primer papel y la ha ido reinventando día a día, creando magia y buen arte.

Una persona que vive su profesión intensamente, tanto en los buenos como en los malos momentos, y que ha ido dejándonos papeles inolvidables tanto en el teatro, como en el cine y en la televisión, donde ahora podéis verle haciendo una de las series de éxito de la temporada: Vive Cantando.

Cercano, amable, comprometido, artista… José Luis se desnudó interiormente para nosotros y nos dejó una interesante entrevista que no os deberíais perder.

-¿Cómo ha sido la experiencia de Diario de un Loco para ti?

Maravillosa, aunque un poco cansado cuando juntas teatro y televisión, pero como las dos experiencias eran tan bonitas y van bien, es más fácil. Cansado, pero muy bonito e interesante. Diario de un Loco es una producción mía, aunque lo había hecho un compañero en Sevilla. Estoy feliz por el resultado del público y la crítica.

-Debe de ser agotador mantener una obra de teatro y una serie…

Si no tienes problemas por las pocas horas de sueño, va bien (ríe).

José Luis García-Pérez-Pero cuando ves el apoyo del público y el teatro lleno se te deben ir todos los males…

Dada la situación actual para todas las industrias me siento un afortunado y un privilegiado. La sensación teatral que produce no lo produce ninguna otra cosa. En cine y televisión tienes que esperar a la audiencia y que vaya bien; aquí el feedback es inmediato y es la madre de todo. No existía ni el circo antes, es la madre de todas las interpretaciones.

-Una vez que se te mete el veneno del teatro dentro…

Me imagino que el viaje psico-emocional que hace cada espectador, esa especie de transformación… Y aunque no soy nada religioso, creo que tiene algo religioso: el público entra a un lugar sacro, es un homenaje a la vida y a contar historias, que es lo que más nos une a los seres humanos. Yo estudié arqueología y creo que siempre le damos vueltas a la diferencia entre un ser humano y un animal, y lo más importante es que nos contamos historias los unos a los otros. Eso nos une a nuestra propia genética. Ese subidón de energía, cualquiera te lo quita.

-Y más una obra así, en la que estás solo en un escenario.

Me preguntaban hace poco si no me imponía el público, y a mí no me impone: me pone mogollón. Me encanta, es una forma de hacer el amor con ellos. Veía cómo la gente se iba transformando y volviendo niños, era maravilloso. Estaba haciendo El Gran Teatro del Mundo y nos ofrecieron hacer este festival. Jamás nadie había hecho nada en la azotea del Matadero y actuar para tan poca gente y a la luz de la luna… Imponen más cuarenta personas que una gran masa, porque están ahí contigo.

-También has hecho muchas obras con tu compañía teatral Digo Digo Teatro.

Ahí las obras eran muy cercanas al público, así que esa asignatura ya la tengo aprobada (ríe).

-Cualquier día te vemos en Microteatro…

Ya he dirigido un par de cosas, pero es complicado: requiere mucha dedicación. Son seis pases diarios y, aunque cada pase dura poco, si lo compaginas con otra cosa se hace difícil. Pero me encantaría.

-Todos los desafíos bienvenidos sean.

Encantado. Cualquier sitio donde se pueda actuar me encantaría. Nuestra distribuidora ahora es Entre Cajas, una de las mejores de España, seguro que nos lleva a sitios especiales y raros.

-¿Hay algún escenario especial que tengas pendiente?

Muchos. Soy de Sevilla y me gustaría actuar allí, además de en sitios extraños como el centro cultural que es la antigua cárcel de Segovia. Ya no es cárcel, sino centro cultural. He actuado en cárceles y esa asignatura también la tengo aprobada.

-Este personaje de Diario de un Loco debe ser complejo y quedarse dentro.

Es muy especial. Creo que encarna al hombre como tal. Estuvimos a punto de poner Diario de un hombre-loco, porque no queríamos que marcase excesivamente. Realmente no ves a un loco en un manicomio, sino a un hombre al que le pasa algo… y ese algo también te puede pasar a ti. La concepción de la locura a finales del XIX era distinta, pero las frustraciones que él vive nos pueden ocurrir hoy: laborales, amorosas… y más ahora, con el clasismo social y las élites. Estamos perdiendo derechos que nuestros antepasados conquistaron en el XIX matándose a trabajar. Vivimos en una sociedad adormecida y fácilmente influenciable.

-Entonces habrás podido identificarte con la obra igual que el público…

Eso fue de lo más interesante: ver cómo se volvían niños y se despojaban de prejuicios y murallas, cómo ese alma inocente lleva a la locura.

-Vas descubriéndote con la obra…

En cada función y personaje uno descubre cosas de sí mismo.

-También habrá ido cambiando el personaje a lo largo de la obra…

Eso lo nota más el público que yo. Cada día pasan cosas nuevas. Yo tomo todo como si fuera nuevo y el personaje evoluciona.

-Vamos, es toda una relación, y de amor-odio.

De odio poco, salvo algún día que no tienes ganas de ir al teatro. Pero cada función te cambia el día para bien.

-¿Cuál ha sido el mayor desafío y el mayor placer de esta obra?

El mayor desafío, producirla y trabajar dieciséis personas juntas creando algo nuevo en estos tiempos.

-Con El Gran Teatro del Mundo fue un cambio también bastante grande…

Esta versión de Carlos Saura tenía poco de clásico. El placer era decir versos de un dramaturgo de otra división.

-Y una experiencia que te puede servir para dirigir.

Me falta tiempo para dirigir, que es lo que más tiempo requiere. Seguro que llegará el momento.

-Esta experiencia te puede ayudar a la hora de dirigir también…

Ahora preparo con Blanca Portillo un proyecto para noviembre del año que viene: el personaje de mi vida. Además, el año que viene llega la segunda temporada de Vive Cantando, una película de Francisco Espada basada en una novela de Isaac Rosa, y la gira de Diario de un Loco.

-También te pudimos ver en Holmes y Watson

Pasamos mucho frío, pero fue genial. Trabajar con Garci es un placer.

-Aquí tenemos la mala costumbre de criticar lo nuestro…

En España se critica mucho a los agentes culturales. Las entradas deberían tener precios acordes al presupuesto de las películas. Creo que el sistema político de la transición terminó traicionando a la sociedad española.

-¿Y cómo estás viviendo este gran momento con Vive Cantando?

Me ha dado la vida. La serie me emociona y me divierte. La idea y los guiones son muy buenos.

-Y también la miniserie El Rey

Interpretar a Don Juan de Borbón fue todo un desafío. El maquillaje era muy laborioso, pero el resultado es espectacular.

-En Diario de un Loco te creías rey y mira…

Me estoy haciendo todos los personajes que se creen reyes y no lo son.

-¿Hay algún personaje que te quede por interpretar?

Quiero hacer un clásico y el año que viene lo haré. También podría rodar en Inglaterra.

-¿Con qué pregunta te gustaría que abriésemos nuestra próxima entrevista?

Ahora que ha cambiado tanto el panorama social en España, ¿a qué crees que se debe?

Esther Soledad Esteban Castillo, Madrid

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