ENTREVISTA CON… JULIÁN VILLAGRÁN Y JOAQUÍN NÚÑEZ
Juntos son un torbellino cómico y de buena interpretación, un placer para los sentidos y una pareja cómica que funciona muy bien y que sería una maravilla ver juntos en más películas. Nos reunimos con los artistas con motivo del estreno de la desternillante comedia ¿Quién mató a Bambi?, que mediante el absurdo y la genialidad te atrapa desde el primer segundo que te sientas frente a la pantalla. Si queréis conocer lo que nos contaron y algún secreto más del filme, este es vuestro lugar perfecto.
-¿Qué os parece el contraste de una película tan loca y extrema y luego un título que recuerda a Bambi y su inocencia?
Julián: Creo que es acertado, el título invita mucho a la curiosidad del espectador con la interrogación y la palabra Bambi, que es muy fuerte y se te queda, pero luego nada que ver con este despliegue de ira, destrucción, rock and roll, droga, muerte y sangre.
Joaquín: Muy bien traído, porque enseguida uno se queda con el título de la película y eso ya está vendiendo y te hace preguntarte de qué va.
-Cuando os presentaron el proyecto, ¿qué fue el elemento que más os atrajo?
Joaquín: A mí que sea una comedia, porque me parece muy divertido hacer una comedia. Te lo pasas muy bien y, cuando entré al despacho y vi todos los compañeros con los que iba a trabajar, pensé que era un reparto bestial. El guion es súper divertido y en veinte minutos ya te lo has leído; está genial y muy bien escrito, y te parece que lo vas a pasar de lujo. El personaje que me dieron es muy rico y da muchas alas para crearlo y alimentarlo, tiene muchos colores y matices y puedes apostar por él y proponer cosas nuevas, maneras distintas de entrar a la secuencia…
Julián: Yo soy muy fan de su cine, es amigo de toda la vida y estoy encantado de que me llame una y mil veces. Su estética coincide mucho con la mía, es una película comercial con mucha proyección y el repartazo es todo un regalo.
-El rodaje tuvo que ser una locura total… Desde el punto de la seriedad conseguís comedia todo el rato.
Julián: Fue una apuesta de Santi y yo también entiendo la comedia para afrontarla desde la seriedad y el sufrimiento de los personajes. La gente se ríe cuando más sufren y, si tú lo haces de verdad, como una caricatura, más disfrutará el público.
Joaquín: Sería un chiste fácil si lo haces forzado, no haría gracia. Te lo tienes que creer tú.
-¿Hubo algún momento para la improvisación?
Julián: Desde el principio Santi tomó el guion como una referencia y nos dio pie a improvisar y aportar todo lo que quisiéramos.
-También tenemos situaciones ilógicas pero creíbles. ¿Cómo actuaríais en una situación real como la de vuestros personajes?
Joaquín: Yo hay una cosa con la que sí me identifico: hay que disfrutar del momento que vivas, aunque son secuencias que van lloviendo y que cada vez se envuelven más en tragedia. Mi personaje lo disfruta y, cuando no le sale lo que quiere, se vuelve loco, pero luego con un poco de alegría se centra y disfruta.
-Es uno de los símbolos de la película: vivir el momento y olvidarse de todo.
Julián: Esa manera de solucionar las cosas en el momento es lo que le lleva a peor y a acabar en una situación peor aún.
-¿Con qué momento os quedaríais?
Julián: El momento en que Ernesto nos pega. Fue muy complejo y difícil.
Joaquín: Con la secuencia de la fiesta: la iluminación, el trabajo manual del director artístico que creó esas flores tan preciosas iluminadas, los de figuración estaban geniales, el juego de cámaras… Es una genialidad, y luego acabar en esa canción.
-¿Futuros proyectos?
Joaquín: En una película que hicimos todos los compañeros en Málaga que se llama 321 días en Michigan, una historia carcelaria que sucede en Michigan pero en la cárcel de Málaga. Luego otro proyecto sobre la violencia doméstica, que es tremendo, donde interpreto a un castigador. Hemos grabado también el primer capítulo de Cuéntame, que transcurre en el mundial de Naranjito y me cuelgan del campanario, y también empiezo a grabar con Telecinco El Chiringuito.
Julián: Estreno Gente en sitios de Juan Cavestany, he rodado una película con Chus Gutiérrez llamada Ciudad Delirio y otra con Isaki Lacuesta llamada Murieron por encima de sus posibilidades.
Esther Soledad Esteban Castillo, Madrid

