ENTREVISTA A ELENA LOMBAO: “MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES”

Por Esther Soledad Esteban Castillo

Actriz, creadora y una de las fundadoras de Las Grotesqués, Elena Lombao nos invita a conocer los entresijos de la vibrante y delirante versión de “Mucho ruido y pocas nueces”, una propuesta que mezcla teatro clásico, humor absurdo y una gran dosis de pasión escénica. Con un equipo cargado de talento y una trayectoria que la ha hecho reinventarse sin perder la esencia, Lombao reflexiona sobre los retos del proyecto, el proceso creativo, la importancia del juego escénico y la complicidad entre compañeras.

1_ ¿Cómo llega a tu vida “Mucho ruido y pocas nueces”?

De finales de 2012 a principios de 2013, la vida tal y como la conocía se desvaneció. Sin Balas, producida y dirigida por Sexpeare Teatro y escrita por mí con la colaboración de Cristina Gallego, comenzó a ver cómo todas las funciones programadas eran canceladas. Sumida en la confusión y alimentando la idea de retirarme, apareció en mi vida Sonia Sebastián, cofundadora de Las Grotesqués, compañía que regento desde hace muchos años.

Sonia, alertada por mi desánimo, me comentó la idea de preparar un proyecto para Almagro Off. Pensé en la posibilidad de hacer un clásico en clave Grotesqués (humor absurdo y delirante). Mucho ruido y pocas nueces fue nuestra segunda opción, ya que Cyrano de Bergerac no entraba dentro de las bases. Me pareció factible para hacer con tres actrices. Las Grotesqués somos dos, pero para este proyecto me pareció importante contar con una más.

Así que Maribel Vitar y yo nos pusimos a hacer una dramaturgia que quedó en un simple recorte de la obra y repartimos la información necesaria entre los personajes clave. Y así fue: nos seleccionaron en Almagro y conseguimos una mención de honor.

2_ ¿Admirabas el teatro clásico o no era algo que llamara tu atención?

Los clásicos siempre han sido valorados y respetados. Pero desde el principio he escrito mis espectáculos, creando mi propio lenguaje y código escénico. Echo mucho de menos en la cartelera a autores contemporáneos y propuestas nuevas. Me gustaría que los que tienen nos enseñaran algo a los que no tenemos.

3_ ¿Qué ha sido para ti la mayor dificultad de este proyecto?

Lo más difícil fue dar con la clave para interpretar tantos personajes sin que se perdiera la comprensión. También el trabajo textual fue intenso. Sonia Sebastián trabajó mucho con nosotras para que comprendiéramos cada frase. Como actriz, tuve que esforzarme para no engolar las palabras, y lograr que todo saliera de forma natural. Cuando lo consigo, lo disfruto como nada.

4_ ¿Ha sido una dificultad memorizar un texto tan complejo?

Más que memorizar, fue darle vida. Estoy entrenada en interpretar mis propios textos, pero aquí me encontré con una estructura diferente. Trabajar con Sonia me ha enseñado muchísimo.

5_ ¿Cómo surge el momento coreografías?

Durante los ensayos notaba que faltaba algo en la forma. Caminando un día, apareció en mi mente la idea de una coreografía absurda. No soy coreógrafa, pero los pasos salieron solos. Fue un hallazgo que devolvió el gamberrismo a la obra. Hacer comedia puede ser algo muy serio.

6_ ¿Cómo es interpretar tantos personajes tan distintos y sin pausa?

Un “piiiiii” delirio. Pero a base de trabajo conseguimos diferenciarlos físicamente. En cada función descubres nuevas capas. Es una función que, como el buen vino, mejorará con los años.

7_ ¿Alguna anécdota especial?

El estreno en Almagro Off fue impactante. Al principio el público estaba en silencio, lo que nos asustó. Pero terminaron en pie, aplaudiendo durante un largo rato. Muy emocionante.

8_ ¿Cómo describirías a tus compañeras?

Tusti de las Heras: intuitiva, con gran calidad vocal y física. Tiene una mente ágil y está hecha para la comedia, lo que la hace perfecta para entrar en el absurdo conmigo. Un gran hallazgo.

Celia Freijeiro: sustituyó en solo dos semanas. Maneja la palabra con una riqueza única. Hacer escena con ella es una delicia. Está completamente implicada y te arrastra con su energía.

9_ ¿Habrá muchas diferencias del Teatro La Strada a la Sociedad Cervantina?

Perdemos parte del diseño de luces y escenografía, pero ganamos cercanía con el público. Además, ahora nos rodea la exposición de Mingote sobre el Quijote. Es un cambio muy enriquecedor.

10_ ¿Algún momento llamativo con el público?

Una vez, unas niñas nos contaron que iban a montar la obra en el colegio. Me encantaría ver ese montaje. También recibimos comentarios como: “La obra es cojonuda, pero meted a alguien famoso”. Increíble.

11_ ¿Qué significado tiene esta obra para ti?

Es “El Regreso”. Me rodeé de un equipo talentoso y generoso. Volví a trabajar con Sonia Sebastián, conocí a Ana Carrera, a Marino Zabaleta… Todos ellos han creído en nosotras. La Sociedad Cervantina y el Teatro de Cámara Cervantes nos recogieron y nos ayudaron a volver a andar.

12_ ¿A qué público la recomendarías?

A todos los públicos, aunque especialmente a partir de 12 o 15 años para poder seguir bien el ritmo del espectáculo. Es un humor inocente y muy cuidado.

13_ ¿Te identificas con algún personaje?

Habla del amor, ese gran tema. Soy un poco Hero, enamorada del amor; un poco Benedicto, refunfuñona; muy Beatriz, fuerte y combativa. De Claudio… nada, la verdad.

14_ ¿Lo mejor y lo peor de ti como actriz y como persona?

¡Qué pregunta! No voy a decir nada, que hablen los demás, aunque mientan. Bueno… ya lo tengo: para las dos cosas soy maravillosa y soltera.

15_ ¿Algún aspecto que destacar más de la obra?

Queríamos hacer teatro con espacio vacío, por elección, no por falta de medios. Hemos usado todo lo posible: movimiento, objetos, ritmo, texto, metateatro… Mucho ruido y pocas nueces es todo lo que nos enseñaron los maestros, en una sola obra.

Por Esther Soledad Esteban Castillo