Entrevista con Jorge Gonzalo y Sandra Marchena
Un encuentro con una pareja mágica, muy peculiar y absolutamente encantadora. La versatilidad de Jorge unida al encanto de Sandra, recién llegados al Alfíl con Anda que no te quiero tras una larga trayectoria, volviendo a trabajar juntos.
Una entrevista llena de recuerdos y nostalgia, diversión y simpatía, con dos grandes artistas que podemos ver como peces en el agua en las tablas y el mundo artístico. Si queréis descubrir más y disfrutar con unas fascinantes confesiones, y así animaros a asistir a la obra si no lo habéis hecho, aquí lo tenéis muy fácil para engancharos a esta pareja.
¿Cómo llegaste a la obra?
Sandra: Conozco a Jorge de hace bastante tiempo, colaboramos en un montaje que yo dirigí y en un corto suyo participé como actriz y él en uno mío como actor, y en esta obra él ha contado conmigo como actriz y él es el director.
La obra Anda que no te quiero la conozco bastante porque yo también la había hecho en un grupo de Sabadell de teatro que se titulaba Viéndolas venir, y bueno estoy muy contenta de participar en este montaje, es la primera vez que se hace y han ideado una escenografía muy innovadora, que entremezcla audiovisual, teatro… Está bastante bien definido, y los textos de Miguel Ángel Flores son muy divertidos.
¿Y qué es lo que más te gusta y te convence para repetir con la obra?
Sandra: El hecho de tener que esforzarme en la parte técnica manejando la cámara y estando pendiente de las cosas, al principio te aturde pero cuando vas cogiendo maña también te gusta porque es un reto, y hacer nueve personajes distintos es un reto muy bonito.
¿Cómo es hacer tantos personajes distintos en la misma obra?
Sandra: Lo indispensable es saberse el texto como la biblia (ríe), y cada vez les das más matices a unos y a otros… a base de repetir y pensar ciertas cosas van saliendo más diferenciados y con una paleta de colores para cada personaje.
¿Cómo es trabajar en un espacio como el Alfíl teniendo tan cercano al público?
Sandra: En esta obra no se rompe la cuarta pared, el espectador participa con sus risas, pero no interactuamos con el público. La gente puede venir tranquila que no le sacaremos, pero hay un momento de la obra que sale el público reflejado, pero no puedo decir más.
¿Y cómo clasificarías el género de esta obra?
Sandra: Se trata el tema de la incomunicación, del desamor, la necesidad, la parte más oscura que no es amor pero se puede entender así. Es una comedia absurda, narrada mediante un barrio de cartón con personajes extremos y textos frescos.
¿Tienes algo en común con los personajes?
Sandra: Sí, hay momentos de cada personaje que me identifican, como cuando la mujer está más pendiente del hombre, que casi todas hemos vivido alguna vez. También hay otra que saco más genio del que saco en la vida real y disfruto mucho.
¿Cómo llegaste tú al mundo de la interpretación?
Sandra: Estudié Educación Social y empecé a hacer interpretación en el instituto, pero era muy tímida y lo dejé, a los veinte lo retomé… luego en Madrid hice monólogos y colaboré con Paramount Comedy. Me encanta la cámara, aunque el teatro también, pero no creo que sea menor trabajar para la cámara.
¿Y cómo ha sido trabajar los dos juntos?
Jorge: Trabajar con Sandra es muy divertido, lo pasamos bien, es un gusto hacer comedia juntos. Esta obra ha sido muy gratificante.
¿Y cómo llegaste tú a esta obra, Jorge?
Jorge: Es un texto que conocía desde hace tiempo, muy divertido. Cuando decidí presentar algo en el Teatro Alfíl pensé que pegaba mucho. Quería que el público no solo se riera, sino que pensara también que era una buena idea. Ha sido un reto bonito.
¿Y cómo es interpretar varios personajes y dirigir a la vez?
Jorge: Ya hice un musical en el Alfíl con muchos papeles, pero aquí también he dirigido y actuado, lo que ha sido más difícil. Tienes que tener mucha seguridad sin ver aún la respuesta del público. Pero lo hemos conseguido.
¿Y qué papel recuerdas con más cariño?
Jorge: El de Cary Grant en Arsénico por compasión, fue muy especial, marcó el momento en que decidí dedicarme a esto en serio, además me dieron un premio y fue decisivo.
¿Y el que te resultó más difícil?
Jorge: El musical Tick Tick… Boom!, sobre Jonathan Larson, fue un reto enorme. Una hora y media sin parar en escena cantando e interpretando. Acabé la primera función con ganas de llorar de la emoción, fue precioso y muy exigente.
¿Tus próximos proyectos?
Jorge: Estoy preparando otra obra, aún embrionaria, y varios cortos que voy a dirigir. También seguir luchando por esta obra, que tiene mucho recorrido y está funcionando muy bien. Queremos que llegue a mucho público.
¡Gracias a ambos por vuestra cercanía y talento!


