5º Festival Italiano de Madrid 2012
El Festival Italiano ha llegado a Madrid.
Del 22 al 29 de noviembre está teniendo lugar un festival al que están acudiendo algunas de las estrellas más prestigiosas del cine italiano para mostrar sus grandes y exitosas obras al público y agraciarnos con su presencia, regalándonos a lo largo de estos días varios actos que pasan desde encuentros matinales hasta grandes pases abiertos al público general en el Cine Verdi de Madrid, donde han presentado sus obras en versión original subtitulada y han hecho varios coloquios para hacer disfrutar al público y hacerlos cómplices de un gran arte que amamos y compartimos todos desde España hasta Italia, y por todo lugar en el que se aprecien las maravillas y bienes culturales.
Aquí siempre procuramos estar en los mejores eventos para ofreceros la mejor cobertura, así que nos hemos reunido con dos prestigiosas figuras de la historia del cine, y nos han dejado varias confesiones para todos vosotros.
Entrevista a Luigi Lo Cascio
Luigi Lo Cascio (Palermo, 1967) es uno de los actores italianos más importantes de la actualidad. Tras abandonar la carrera de Medicina y comenzar en el teatro, obtuvo su primer papel principal en el cine en Los cien pasos (I cento passi, 2000) de Marco Tullio Giordana, logrando el premio David di Donatello al Mejor Actor.
Con su siguiente película, Luce dei miei occhi (Luz de mis ojos) de Giuseppe Piccioni, ganó la Copa Volpi en la Mostra Internacional de Cine de Venecia en 2001. Ha protagonizado grandes películas del cine italiano reciente como Buenos días, noche de Marco Bellocchio o La mejor juventud de Marco Tullio Giordana.
También ha trabajado con directores como Spike Lee, Pupi Avati, Mario Martone o Giuseppe Tornatore. En 2012, Lo Cascio ha realizado, escrito y protagonizado su primer largometraje como director, La città ideale, ganadora del Premio Arca CinemaGiovani a la Mejor Película en la Semana Internacional de la Crítica de la 69ª Mostra Internacional de Cine de Venecia.
—En una película tan especial y original, ¿cuáles son los aspectos que más le convencieron para seguir adelante con este proyecto?
Lo Cascio: Esta pregunta sería larga de contestar ya que es algo muy complejo. Yo escribía en principio para el teatro, también he dirigido obras de teatro, nunca había surgido algo para el cine hasta que no llegó una idea idónea para el cine.
Había adaptado textos de la tragedia griega, de Kafka… En el cine no puedes hacer una película que se parezca a otra, pues el público puede decir que ya lo ha visto y se necesita la novedad. Se hizo una historia que se formaba poco a poco que ha ido creciendo, ya que no había una idea clara desde el principio. Está la búsqueda de la verdad y el malentendido sobre nosotros mismos, al igual que la certeza de los clásicos griegos, a la hora del encuentro con el destino, la casualidad y el ocaso va cayendo.
—¿Qué aspecto considera esencial de la película y qué mensaje le transmitiría al público para asistir a verla?
Lo Cascio: Es algo delicado, ya que el espectador no debe asistir demasiado preparado al cine. La película tiene un título que marca bastante, es un significado que puede dar el director pero el público debe dar su conclusión propia. Cuando nos ocurre un trauma o un dolor encontramos una tierra desconocida y nuestra identidad sufre un cambio.
Entrevista a Marco Bellocchio
Marco Bellocchio (Piacenza, 1939) es uno de los directores y guionistas italianos más importantes de las últimas cinco décadas, como se le reconoció con el León de Oro a su carrera en la Mostra Internacional de Cine de Venecia de 2011.
Con 26 años dirigió su primera película, Las manos en los bolsillos (I pugni in tasca, 1965). Su inconformismo y beligerancia política están presentes en sus siguientes obras: China está cerca, En el nombre del padre, Noticias de una violación en primera página, Marcha triunfal, entre otras. También destacan títulos como El diablo en el cuerpo, La condena, El sueño de la mariposa, La sonrisa de mi madre, Buenos días, noche y Vincere.
Ahora nos presenta su obra Bella Addormentata, una bonita y dramática historia sobre la eutanasia.
—¿Qué ha sido lo más importante para usted en esta película?
Bellocchio: Es una historia real, que viene de un documental. La batalla y la lucha del padre de Eluana sumió al país en un gran debate entre laicos y católicos. La película comienza con un fuerte episodio, pero a partir de ahí se desarrolla desde varias historias inventadas, en los seis días de traslado del hospital para quitarla la alimentación.
—¿Qué ha sido lo más complicado de reflejar para rodar junto a los actores?
Bellocchio: Ha habido una combinación de material televisivo junto con historias inventadas. Se mezclaba la política de aquellos días con estas historias personales. La dificultad mayor era mezclar una realidad inventada con la real y encontrar el estilo adecuado.
—¿Qué buscaba en los actores y cómo los ha elegido?
Bellocchio: Hay dos formas de hacerlo, escribir la historia sin pensar en ese actor o al revés. Por ejemplo, el personaje de Rossa, una toxicómana… Hice pruebas con chicas muy jóvenes pero finalmente elegí a una joven de 34 años que me pareció más adecuada.
—A lo largo de su amplia carrera, ¿qué personaje recuerda con más cariño?
Bellocchio: Los que han representado un cambio en mi vida y en mi imagen. A veces lo conseguimos y otras veces menos, pero siempre son los de cambio radical.
Esther Soledad Esteban Castillok


