«Ay, Carmela» nos regala el sentimiento español de una época no muy tranquila pero que si tuvo unos sentimientos y un corazón muy poderosos, en definitiva, una etapa de la historia imborrable que ahora este musical nos retrata de una forma delicada y sencilla, con mucho arte y corazón.
«Ay, Carmela» es magia pura, musicalidad y belleza, calidad por todos los rincones y con unos actores que se dejan la piel en el escenario seduciendo y emocionando a cada espectador, un espectáculo catártico, medicina para estos tiempos, que nos recuerda que los hemos pasado peores y que los ideales y nuestro propio orgullo jamás debe morir.
Casi dos horas de duración que vuelan y se hacen mágicas, canciones que te llegan al corazón y una historia muy bien llevada en la que veremos desde amor, drama, música, baile… al más fino y efectivo humor. Como bien se dice, tan difícil es hacer reír como llorar en un escenario, y esta obra lo consigue en un grado máximo, no dejando indiferente a nadie y haciéndote querer repetir la experiencia una y otra vez.
Javier Gutiérrez, Inma Cuesta y Marta Ribera nos invitan a introducirnos en su magia y su maestría, que junto a un estupendo reparto nos dejarán la carne de gallina y nos harán disfrutar… y soñar.
Esther Esteban, Madrid


